Kaurismäki naufraga en el Reina Sofía


Texto de Chantal Poch

21/02 – 22/03 2014
Edificio Sabatini, Auditorio. Museo Reina Sofía

El llamado séptimo arte, antes relegado a las filmotecas, esos sitios donde van ancianos nostálgicos y estudiantes de cine a partes iguales, aparece desde hace poco también en los museos tímidamente. Después del éxito de Pasolini Roma en el CCCB de Barcelona, llega el 21 de febrero al Reina Sofía Después del naufragio, un sugerente título tras el que se esconde un ciclo dedicado al cine de Aki Kaurismäki.

La pregunta iba a ser si aporta algo que se lleve a cabo en un museo no existiendo diferencia alguna con las proyecciones tradicionales. Pero entonces leemos que la propuesta se iniciará con una masterclass –los estudiantes de cine antes invocados se retuercen de placer al oír esta palabra– del propio Kaurismäki y lo perdonamos todo después de reservar sitio llorisqueando de felicidad.

Para los de ojos secos: tranquilos, el amigo Aki es como vosotros. El cineasta escéptico por excelencia controla con tanta precisión la distancia dramática y el equilibrio de tono, y a la vez retrata con tanta seguridad la sociedad entera a partir de unos pocos personajes que si no fuera por lo rocambolesco de algunos argumentos –Hamlet va de negocios o Leningrad Cowboys Go America, por ejemplo, esta última echada en falta en la programación–, creeríamos que estamos delante de documentales. Kaurismäki es racionalidad, pero hay detrás de sus diálogos y dirección de actores un sentimiento más puro que el de cualquier melodrama: el vacío. Bajo las luces grises de los países nórdicos y en el silencio total remarcado por el contraste con la presencia esporádica de conciertos a modo de interludios musicales –la importancia de estos momentos es tal que cada sesión del ciclo, excepto la última en que se proyectan dos películas de Nicholas Ray y Clyde Bruckman elegidas por el autor, se titula como una de las canciones usadas en su filmografía–, el conflicto que afecta sus personajes no es otro que la vida misma.

¿Lo más recomendable? La proyección de cortos imposibles de encontrar en otro sitio acompañando a sus principales obras. Dejaos llevar por el color del cielo estos días y aprovechad para indagar en Kaurismäki.

AkiKaurismaki1UNA PEQUEÑA SELECCIÓN:
Sandra Sánchez Basagaña.- De 1990 es La chica de la fábrica de cerillas, la historia de una muchacha con un trabajo rutinario y una familia terrible. Por la noche sale a buscar el amor, pero nunca lo encuentra. Ese mismo año, Kaurismäki obtenía un notable éxito con la comedia negra, Contraté un asesino a sueldo, sobre un hombre que paga a un sicario para que lo «suicide» y retoma las ganas de vivir. De 1994 es Agárrate el pañuelo, una peculiar road movie rodada en blanco y negro. Dogs have no hell, es uno de los cortos que formaron parte del proyecto de 2002 Ten minutes older. El clip /corto Those were the days, fue rodado en París en 1991 sobre el tema homónimo de los Leningrad Cowboys.

Más información en http://www.museoreinasofia.es/actividades/despues-naufragio

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