Texto de Eduardo Durán
«La muñeca del espacio» es el nombre con el que se conocía a Carmen Sánchez sobre el trapecio. Compartía carpa de circo con su marido, un payaso de la troupe de los Rudi Llata con el que recorrió España.
Aunque de esto hace ya casi cincuenta años, el tiempo que Carmen lleva sin poder ver tras un accidente. Aún así, a sus 84 años no abandona lo que la mayoría, de su edad o con varias generaciones de distancia, perdemos por la pereza. Nada, baila, practica gimnasia, se arregla coquetamente cada vez que pisa la calle y, sobre todo, se entrega con una arrolladora vitalidad a cada día.
Producida con la colaboración de TVE (que imaginamos a qué hora la relegará cuando la emita) y de Golem, La muñeca del espacio se concibió en principio como un corto de 23 minutos. Fue la Carabela de Plata al Mejor Documental en el Festival de Huelva de 2005 la que la transformó en este hermoso y emocionante largo que, en cada secuencia, nos alecciona acerca de cómo pasar por la vida.