Entrevista de Covadonga Carrasco
Marlango se convirtió en la sorpresa del panorama musical español, rompiendo el espacio monocromático que existía hasta el momento. Pero no contentos con eso, vuelven con su segundo trabajo Automatic Imperfection innovando y demostrando que son mucho más que una actriz de éxito y su grupo de «amiguetes».
Alejandro, Leonor y Óscar vuelven a sumergirse en las sensaciones más íntimas y personales y nos hacen partícipes de la sensualidad y la calidez de sus temas regalándonos de nuevo unas letras y una música que, lejos de lo comercial, tiene todas las papeletas para colarse en el número uno.
Habéis sido, sin duda, la revolución musical de este año, con ritmos que la gente no acostumbraba a escuchar en emisoras de radio y que, sin embargo, os han hecho vender muchas copias, ¿con qué va a sorprendernos AUTOMATIC IMPERFECTION?
Pues con dignidad y con la evolución de prácticamente las mismas personas que hicimos el disco anterior un año después, un año que realmente ha sido muy intenso no sólo por lo que nos ha pasado en los viajes, etcétera, sino por la respuesta que hemos tenido en los directos y la forma en la que la gente ha hecho suyas las canciones y nos las ha devuelto de manera que ha acabado un poco con las dudas a la hora de escribirlas o hacer los arreglos. Yo creo que es el paso lógico después del disco anterior y de la gira. Es muy difícil hablar del disco tan pronto, pero me parece que va por ahí.
Desde el momento en que apareció el single de AUTOMATIC IMPERFECTION se colocó en los primeros puestos de las listas: es una buena señal…
Sí, pero eso son cosas que a uno se le escapan… Nosotros hacemos lo que hacemos de la forma en la que lo necesitamos, cómo sentimos, cómo nos sale y luego todo lo demás está muy bien, que los discos se vendan, que los conciertos se llenen, que estemos en las listas… Pero eso no está dentro de nuestro control.
¿Seguís pensando que componéis para 8 aunque luego os escuchen 8.000 o después del éxito existe más presión?
Hombre, yo creo que presión la deben tener los políticos o los cirujanos porque nosotros habríamos hecho exactamente lo mismo aunque hubiera estado prohibido. Es algo egoísta, es una necesidad personal y en realidad tocamos, escribimos y hacemos esto para nosotros, si luego alguien se apunta pues ¡es estupendo porque es como tener cada vez más amigos!, pero aunque nadie lo escuchara y estuviera penado por la ley lo haríamos exactamente igual.
En vuestro primer trabajo el aire intimista y de sensualidad era la base de todos los temas, sin embargo, AUTOMATIC IMPERFECTION tiene más fuerza, ¿qué ha cambiado en Marlango?
Quizá en el anterior disco se potenciaba más la ironía, la angustia… estaba en una franja muy concreta, intimista, para dentro, pero por la experiencia de los directos, había noches que la gente no lo quería para dentro, sino para fuera. Muchas canciones han sido escritas en la gira, eso te ayuda a perderle el respeto y no tener miedo a ahondar en sentimientos como la angustia , la soledad, la tristeza…
Decís que, a la hora de componer, sacáis todo aquello que lleváis dentro y que el estado de ánimo es determinante. ¿Estabais más animados a la hora de componer AUTOMATIC IMPERFECTION?
Estábamos más liberados, porque siempre que haces algo por primera vez, tienes ciertos prejuicios, cierto pudor, cierto miedo a hacer las cosas mal, quieres que todo salga bien ser correcto y, a lo mejor, ahora lo que sí tenemos es más libertad. Como cuando vas a cenar la primera vez a casa de alguien y quieres causar buena impresión para que te vuelvan a invitar, básicamente. Ahora es todo mucho más tranquilo, más relajado.
Vuestros seguidores os consideran parte de la banda sonora de sus vidas para ciertos momentos íntimos, de desasosiego o de tranquilidad. ¿Qué sentís cuando sabéis que vuestra música llega de esa manera tan íntima a la gente?
Es muy bonito cuando después de los conciertos, la gente se te acerca y te cuenta que algunas canciones se las pone por la mañana para ir a trabajar porque le dan mucha energía, y otros que se las ponen por la noche para relajarse antes de irse a dormir. Es maravilloso que haya esa comunicación, porque la música tiene sentido cuando hay alguien escuchándola. Mucha gente considera que el primer disco era muy íntimo, pero las canciones son de aquél que las escucha y cada uno decide si esa canción es positiva o negativa o para qué momento de su vida la escoge y más allá de eso no hay nada que se pueda hacer. Todo está siendo muy positivo y estamos muy contentos.
En concierto, un «solo» de trompeta de Óscar, uno tuyo al piano o una «capella» de Leonor, consiguen emocionar de la misma manera al público. Pero cuando el triángulo toca a la vez, se produce una fusión en la que es imposible recordar que sois tres… ¿Dónde está el secreto de semejante compenetración?
En pasar muchas horas juntos tocando, no sólo nosotros tres sino con los otros tres músicos que nos acompañan. Hay muchas noches que, después de haber tocado y de recoger, en el hotel, con cualquier cosa que tengamos a mano en la habitación, seguimos tocando. Es como los deportistas que tienen que estar entrenando constantemente. Creo que de ahí viene lo de la compenetración; no sé, eso es también una interpretación personal de cada uno.
Óscar Ybarra se unió al grupo recién llegado de Nueva York ¿fue el que aportó tal vez ese toque tan «jazz» a los temas?
Por el hecho de tocar la trompeta, cuyo sonido condiciona tanto, sí es cierto que quizá le aportó un toque más «jazzístico», pero creo que tiene que ver mucho con las influencias y el tipo de música que siempre hemos escuchado los tres. Las referencias musicales son todas anglosajonas, sería estúpido pelearse con eso, ¡qué se le va a hacer!.
Tom Wait es vuestra inspiración, de él habéis sacado el nombre del grupo y vuestras mayores influencias. ¿Qué le diríais si pudierais tenerlo delante?
Gracias, por la libertad con la que afronta cada uno de sus discos, de sus conciertos y de su vida, y sobre todo a su influencia ya de una manera filosófica, espiritual. Musicalmente no tenemos nada que ver. A mí me gusta pensar que algo de lo que escuchas y que te gusta se te va a quedar o se te va a pegar, pero luego, cuando te pones al piano, pues es otra cosa. Él es un artista único, nosotros estamos empezando y lo hacemos como buenamente podemos, pero vamos… nada que ver.
Leonor continúa con su trabajo en la gran pantalla, pero ¿el resto del grupo tiene algún proyecto individual al margen de Marlango?
Sí, todos. Esto es como el patio de recreo para nosotros durante seis u ocho meses al año y el resto del tiempo cada uno hace sus cosas, todas dentro de la música, algunos tocan en otros grupos, trabajamos en publicidad, escribimos música para orquestas, para luego ir a Marlango a pasarlo bien y a descansar, aunque después sea bastante agotador…
Tenéis dos nominaciones a los Premios de la Música, se incluye Gran Sol en el recopilatorio Indivision, habéis tenido una gira que os ha llevado desde Guadalajara hasta Japón, disco del año en El País de las Tentaciones y un largo etcétera… ¿qué os queda por conseguir?
¡Uy!, todo. Para empezar, no contábamos con nada de lo que has dicho, pero con el nuevo disco, nuestros objetivos son esos y más. Lo que buscas cuando escribes la primera canción es una respuesta, a una sensación, a una emoción, que no sabes muy bien cómo definir, quieres atraparla para después, con calma y con tiempo, descubrir qué es lo que significa tu propio mundo, lo que te rodea, y esa es la ilusión que tenemos, seguir descifrando preguntas que algún día se conviertan en una respuesta clara para nosotros. Eso es lo que nos importa, todo lo demás, los premios, la respuesta de la gente pues, es estupendo, pero si no nos hubieran dado nada de eso estaríamos igual ¡es como estar en una secta!.
¿Qué es lo que le diríais a la gente que pensó que Marlango era el capricho de una actriz?
Poco se les puede decir, es como cuando alguien te dice que te va a querer para toda la vida… es mejor ir viéndolo cada día. No somos nosotros los que lo tenemos que demostrar, sino la continuidad, la trayectoria y que once meses después sacamos un segundo disco. Ya estamos trabajando en canciones para el futuro… en fin que la gente que pudo pensar eso ahora diga, vaya pues estos chicos sí que se dedican a esto, y se van de gira, y tocan y hacen cosas. Otra historia es que luego les guste o no, pero eso de que es un capricho…
¿Qué mensaje enviáis a toda esa gente que lleva meses esperando vuestro trabajo?
¡Que ya está!, que lo fabrican en Austria o Checoslovaquia, no estoy seguro, pero vamos en un país europeo y que esperamos que lo disfruten como lo hemos hecho nosotros en cada una de las partes del proceso, desde escribir las canciones hasta ensayarlas, producirlas, masterizarlas y, sobre todo, lo que viene ahora, que es la parte más lúdica, la de los directos, y que entre todos, como se diría en el fútbol, podamos meter un gol… ¡Cómo los que tiene que meter la selección española por cierto!