Texto de Anna Savelli
Un nombre suena a mucho, y mucho más suena cuando entre triunfos y fracasos se perfila su personalidad y aporte cultural. ¿A qué nos suena Ray Charles? A jazz, a rhythm & blues, a rock & roll, a gospel, a country. A venturas y desventuras que enseñaron a una generación a escuchar con otros oídos para descubrir el Soul.
La vida de la leyenda de la música americana llega al cine de la mano del director Taylor Hackford, quien se dio a conocer por Oficial y Caballero y que ha desarrollado una trayectoria filmográfica enfocada en la música, con películas como: Fojardor de ídolos y Chuck Berry Hail! Hail! Rock and Roll. El papel protagonista se resolvió con Jamie Foxx, actor cómico que consiguió la aprobación del mismo Ray Charles para representar su biografía.
Lo siguiente era recrear los entornos del músico, que recorre varias déca-das de la historia americana: el mise-rable mundo sureño en el que se crió, el ambiente salvaje de los clubs o el estudio de grabación RPM Studios.
El director Taylor Hackford explica que «Ray fue un hombre valeroso y brillante, pero su vida estuvo marca-da también por la tragedia y por sus demonios personales. Espero que el público entienda al ver la película que Ray Charles es mucho más que un músico del pasado: es un hombre que influyó en una vibrante revolución cultural cuyo efecto todavía se hace sentir en la actualidad».
Una historia turbia, difícil y hasta tortuosa conduce a Ray Charles a ser Ray Charles. Representó el nacimien-to de una nueva forma de música: el soul, que según él es «una forma de vivir, pero siempre es la forma más difícil». Una vida como la suya, llena de melodías y contratiempos es una excelente historia para ser contada.