Texto y entrevista de Reyes M. de la Sierra
Fotos cortesía de Cronopia Films
Blue Lips es una de esas películas que de vez en cuando llegan a la cartelera para dar un toque de arte. Tenemos diez excompañeros de clase en Los Ángeles que se proponen hacer un film único. La idea cuaja. Todos son directores. Viven lejos, pero la idea es clara. Tenemos un nexo, los Sanfermines, tenemos seis personajes de seis países del mundo y el resultado es Blue Lips, un puzle compuesto de pequeñas piezas amoldadas para generar una historia con mayúsculas.
El puzle lo forman un fotógrafo con un padre enfermo que no le perdona, una mujer que es promesa de una estirpe de bailarinas de Hula, un agresivo periodista, incapaz gozar con su vida personal, una estrella del fútbol con la vida truncada por una lesión y una viuda que desea pasar página. También tenemos a Malena, interpretada por la joven actriz argentina Malena Sánchez. Con ella hemos hablado: «Malena es una chica a la que con solo 15 años le detectaron una enfermedad que la podía matar. Para mí, el problema más grande es que sus padres se volvieron sobreprotectores. No supieron cómo llevar la situación y la ‘encerraron’. Está entrando en la edad donde uno se vuelve más independiente, empieza a conocerse, a formar sus personalidades y tuvo que dejar de hacer una vida ‘normal’ para estar pendiente de su cuerpo enfermo».
A Pamplona y a los Sanfermines llegan todos los personajes por diversos motivos: a trabajar, por rebeldía, para huir… para ir al médico. Malena Sánchez nos cuenta su experiencia: «Sabía que existía una ‘fiesta de los toros’. Pero apenas supe del casting para la peli, me puse a investigar. No lo pude creer, era una locura linda –aunque no puedo dejar de decir que divertirse con animales me parece una locura horrible–. Toda esa gente, de todas partes del mundo, unida en un lugar pequeño y hermoso para festejar, conocerse, emborracharse, ¡increíble! Pero nosotros íbamos para trabajar, para rodar una película. Qué difícil y divertido fue. Puede sonar exagerado pero por ahora es lo mejor que viví en mi vida».
En las escenas individuales cada uno de los actores tuvo su propio equipo, que se coordinaba en las escenas en las que los personajes interactuaban. O salía muy bien o montaban un «frankenstein» cinematográfico. ¿El resultado? Maravilloso. Blue Lips es una película llena de sensibilidad que se enmarca en uno de los festejos más excesivos del mundo. La clave está en el espíritu que envuelve la película desde el primer segundo: «la película –dice Malena Sánchez– se mete dentro del cuerpo de cada uno, dentro de cada historia, de casa situación particular. Ahí es cuando uno nota lo bien contado que está. Nunca salís de esas maravillosas historias. La peli no te permite pensar en otra cosa, todo el tiempo viaja en las diferentes vidas y te atrapa desde el minuto uno».
Más información: http://www.bluelipsthemovie.com/bluelips/
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Lee el reportaje publicado en la edición en papel ExPERPENTO octubre-noviembre 2014:
Enlace: http://issuu.com/experpento/docs/experpento_oct2014_issuu/18?e=2897458/9722376