Aguas internacionales nos presenta [Lo que queda de la feria]


Descargar ExPERPENTO 112 / Visualizar ExPERPENTO 112

Entrevista de Reyes Muñoz

Los otros contenidos en ExPERPENTO:

Me desdigo y afirmo que no todo es malo en las redes sociales. A mí, por ejemplo, me pusieron en contacto con Carmen, de Aguas Internacionales, una banda del circuito independiente que acababa de llenar el Café La Palma. Solo precisé de una escucha a salto de mata de su disco —Lo que queda de la feria—, para intuir que ahí se estaba cociendo algo muy especial. Los invité a participar en ExVITA, y los escuché hablar y tocar con las orejas de punta. Sé que de esta entrevista —la primera que hacen como banda— voy a presumir.

Aguas Internacionales son Carmen, Emilio, Javi y Ale; y no sufren de falsa modestia. El motivo es que no se ven obligados a defender lo suyo, sino un trabajo que de verdad se hace en grupo. Esa idea colectiva se traduce en su música: es una banda que no puede prescindir de ninguno de los musicazos que la componen, porque sería otra banda.

Carmen, cuando me escribiste, fisgué lo que hacéis y me asusté un poco. ¿Cómo os habéis sentido en este formato tan mínimo?

Carmen: Yo creo que ha sido una experiencia bastante guay. Veníamos de algún micro abierto, que hemos tenido que preparar en formato más acústico, y es un reto, pero yo creo que ha quedado muy bien. Sí, creo que me gusta cómo ha quedado.

Javi: Nos abre también otro camino, con más opciones de conciertos, de salas que no buscan un directo tan potente. Así tienes siempre la opción de tener algo más acústico. Que, al final, esto es moverte por todos los sitios donde puedas, para que te escuche toda la gente a la que puedas llegar.

Ale: Y a la hora de trabajar también nos ayuda a adaptar las canciones, a trabajarlas, a reversionarlas, a hacerlas acústicas. Entonces yo creo que nos enriquece bastante.

Creo que sois muy grupo, que estáis al mismo nivel. Entonces, primero, ¿de dónde sale la banda?

Javi: Emilio es mi primo, entonces la banda nace porque siempre nos ha gustado la música y siempre hemos tenido el sueño de ser una orquesta, en el pueblo, de verano.

Emilio: O sea, lo que teníamos cerca era como: «¡Joder, cómo mola eso, ahí tocando música!». ¡Y les daban de cenar ahí en el instituto o en el ayuntamiento! ¡Y cena rica, ¿sabes?! No cualquier cena, ¿sabes?

Ale: Tú lo que querías era cenar.

Emilio: Bueno, un poco el conjunto, porque tocar sin cenar…

Carmen: La experiencia a full.

Emilio: En un pueblo se quedan hasta las cuatro de la mañana, que era lo que teníamos visto.

Javi:  Era nuestra referencia de músico: éramos muy chavales, no habíamos ido a conciertos de bandas, y veíamos a unos músicos que se lo pasaban bien y decíamos: «¡Joder, nosotros queremos también!». Y pasaron muchos años y, hace dos o tres años, dijimos: «Pues vamos a tomárnoslo en serio y vamos a buscar a gente». Yo llevo tocando la batería mucho tiempo, él también con el teclado, empezó a dar clases de voz, de canto, y tiramos para adelante.

Y la verdad es que lo que comentabas de que somos muy banda, muy formada… pues lo típico: al principio nos costó encontrar a gente, iba viniendo y yéndose gente. Cuando vimos a Ale y a Carmen, pues nos convencieron y empezamos de cero. Empezamos nosotros y ya con ellos seguimos y seguimos. Fue un inicio de cero, ya por fin, con un bajista que encajaba, con una guitarra solista. Y desde entonces, pues los cuatro a una.

Carmen: De hecho, yo contacté con Emilio por una aplicación que se llama Vamper, que es como Tinder pero para buscar colaboradores dentro del mundillo de la música. Y luego Ale es amigo de una amiga mía y, bueno, pues surgió por esos lares la banda.

Todos definís Aguas Internacionales. La voz es muy única, los dibujos de la guitarra de Carmen son increíbles, y también todo el ruidazo que hacéis con la percusión y el ritmo, o sea, el bajo y la batería.

Emilio: Es una base rítmica muy potente en directo. Con la batería entera y Ale con el bajo, pues ¡joder!, se complementan muy bien y van a una. La verdad que es una maravilla, porque están siempre ahí.

Javi: Un poco la idea también era esa. Yo vengo de grupos más cañeros, más rock urbano… no en plan heavy ni metal, pero más cañero. Entonces, Emilio, a lo mejor, las influencias que tiene son más melódicas, son distintos grupos, y era un poco la idea: la mezcla de una base rítmica potente, más roquera… lo que dices de meter más ruido, y luego ya las cosas bonitas: la melodía de la voz y los dibujos de la guitarra. Está diferenciado y es nuestra apuesta.

¿De dónde nacen las canciones? ¿Cómo componéis las canciones? 

Emilio: De manera accidental, porque hacían falta canciones y todavía no estaban Carmen y Ale. Y Javi y yo dijimos: «¿Aquí alguien hace canciones?». «Pues no». Y, bueno, me puse a hacer canciones. Al principio eran un poco más trabajadas, pero ahora yo llevo la base armónica, melódica, un poco de la letra y cómo va la canción, pero súper en esqueleto, o sea, bases muy básicas; y luego que cada uno meta su parte. Lo que me encanta es que Javi mete su parte y nadie dice nada. Javi y su batería es algo que forma parte de esa canción. Ale y sus dibujos de bajo, Carmen y su sensibilidad… Yo considero que la composición es de los cuatro.

Javi: La idea primigenia es de Emilio y luego, a partir de ahí, pues cada uno aportamos lo que podemos y sabemos.

Tengo escrito aquí: «’Sinopsis’ oh oh oh»

Javi: ¿Por los coros?

Sí. Si quieres que una canción rule, hay que ponerle un oh oh oh.

(Risas) Carmen: Tiramos bastante de ese recurso.

Quería preguntaros si es ahí donde colocáis el sonido de Aguas Internacionales. Me ha parecido una canción mimada, cuidada, la niña bonita del disco…

Emilio: Bueno, lo que se viene también está chulo, ¿no? Es que vamos creciendo. Ahora hemos buscado otro productor, y si en vez de seis temas son dos, nos vamos a centrar mucho en esos dos temas. Entonces, lo que decía Javi antes, que nuestro sonido es un rock duro, un beat potente de rock para mantener ese rock y que no se pierda, pero vamos a meterles unas armonías más complejitas, unas letras algo más curradas… Y esa es la base, pero de ahí hasta donde vaya, no se sabe. Nos encanta el productor con el que estamos ahora, y las ideas que está soltando. «Sinopsis» puede ser de donde partimos, pero a dónde vayamos, no se sabe.

Habladme también de «Nunca fui uno de los nuestros», que es la otra que habéis hecho aquí.

Javi: Cuando Emilio llevó el esqueleto y me la enseñó, era algo parecido a lo que hemos hecho aquí, y hasta más tranquilita, incluso más ñoña, más ñoñita, más lenta. A mí no me cuadraba y cogí la batería, le metí toda la caña que me pareció y él dijo: «Anda, pues así me gusta más». Yo creo que la llegamos a publicar en algún lado, ¿no? Lo del antes y en lo que acabó. La historia de esa canción tiene que ver con lo que decíamos antes: de su cabeza sale la letra y nosotros tres le damos la vuelta a la canción.

Es fácil sentirse identificada con esa canción.

Emilio: Sí, es la sensación de sentirse fuera de todo. Es la sensación de «soy una pieza del puzle, pero sin encajar con el resto de las piezas». Y va, sobre todo, del proceso de aceptar y decir: pues estoy aquí, soy esto, pues para adelante. Y también se puede hacer una rutina bonita de eso también, ¿no? Pues un poco esa es la idea.

«Tío, te caes en un pozo, búscate maneras para salir»

«Tarde», «Sinopsis», «Puntos cardinales»… os llamáis Aguas Internacionales. Os he estado escuchando antes de que vinierais y, en un momento dado, he pensado que os ha salido el disco de unos náufragos. (Risas) ¡Va en serio! La banda es clásica (voces, guitarras, bajo y batería), pero no sois clásicos y, por otro lado, los temas que tratáis son de gente perdida: las letras tratan temas muy importantes, como buscando respuestas.

Emilio: Sí, sí. Para mí, el hecho de sacar tema, tema, tema para alimentar una estadística… quien lo haga, pues guay, pero aquí no. Este grupo de canciones tiene un sentido, porque tienen una historia, un camino que van recorriendo, ¿no? Tiene detallitos y es cierto que nos gusta ponerlo con un cierto sentido. O sea, no sabemos si el mercado nos transformará, pero la idea es esa. La historia es como: «Tío, te caes en un pozo, búscate maneras para salir». Cada tema, luego, tiene esa caída al pozo, y la salida del pozo.

Carmen: De hecho, el disco comienza con «Intro», tiene una «Sinopsis» y acaba con «Y el final del final». Tiene una coherencia o un hilo temporal también.

Una de las últimas canciones es «Tarde» y, no sé por qué, diría que es la primera que compusisteis.

Emilio: A la par de «Sinopsis», sí.

¿Y «Al final del final» es la última que habéis hecho? Siento que hay ahí un puente a una etapa nueva.

Emilio: Estoy tratando de recordar… Puede que fuera la última, aunque luego hay otra por ahí, que es «Dices», que yo creo que sí que fue la última.

Carmen: De hecho, la transformamos bastante en el estudio, porque era una cosa totalmente diferente. Empezamos a ver un beat de batería que luego nos moló, y la llevamos a otro lugar completamente diferente. Sufrió una transformación brutal.

«Dices» es un bicho raro dentro del disco, es una balada que no es una balada.

Emilio: Gracias por lo de «bicho raro». (Risas)

Javi: Sí, es la que más asimila la balada, así es. La más tranquilita.

¿Es una canción de amor dirigida a la rutina del amor o el aburrimiento del amor? Algo así me ha parecido.

Emilio: Va de aceptar cuando algo se acaba. Aceptar también ese momento en el que algo se acaba, pero sigues ahí un poco por costumbre o por inercia. Y luego también, la aceptación de que, aunque se acabe, ha sido bonito y puede seguir siéndolo de otra manera.

Utilizáis metáforas y símbolos muy chulos. El baobab, el humo en la cabeza… y una que me ha flipado es «pido disculpas si mi espalda destroza tu puñal». Hay un cuidado de las letras de «oficio de escritor».

Emilio: Sí. Carmen me echó una mano. Sobre todo cuando una canción ya está cerrada y te dice el productor: «No, no, aquí hay que meter un cacho más», y es como: hostia, ¿sabes? Carmen hizo la parte esta del humo y todo eso.

Carmen: Fue un imprevisto. El productor nos dice: «Oye, aquí falta una estrofa o un par», y nos metimos en la cocina de la casa del productor, ahí una horilla, a ver qué se nos ocurría.

Eso es súper difícil. No solo abrir una canción que se ha dado por cerrada, sino meterte en la cabeza de otro. No seamos modestas.

Carmen: Sí, no es fácil. Yo proponía y esperaba a ver si era aceptado. Yo creo que también tenemos confianza como para decirnos: «Oye, pues por ahí no, prefiero la idea que tenía del tema, que va por estos derroteros».

«Esta es la banda, en mayúsculas»

Sois supermusicazos. ¿De dónde salís? No me creo yo que esto sea una banda de generación espontánea.

Emilio: ¿Cada uno que cuente lo suyo?

Carmen: Pues empiezo. Yo me apunté a clases de guitarra con 11 años en el colegio. Los alumnos iban cambiando año a año prácticamente, y me dijo el profe: «Oye, ya llevas como tres años». Me empezó a dar clases particulares y de ahí me he ido formando con varios profesores, como Juan Belda, que es un guitarrista increíble, o Mar Sánchez, que es tremenda también. Luego he seguido yo sola, de forma autodidacta.

¿Aguas Internacionales es tu primera banda?

Carmen: Bueno, cuando tenía 13 años tenía una banda, pero me echaron. No les guardo ningún rencor, de hecho, me llevo muy bien con todos ellos a día de hoy. Éramos chavales, tocábamos versiones de El Canto del Loco y Maldita Nerea, y alguna propia.

¿Ale?

Ale: Yo soy de Córdoba y entonces allí empecé a tocar la guitarra con siete años. Estuve hasta los catorce tocando guitarra, lo dejé un par de años porque la clásica no era mucho lo mío; y luego, a los dieciséis, empecé con el bajo, con un grupo de amigos y demás. Entonces, allí en Córdoba sí que he llegado a tener varias agrupaciones; con una sí que llegamos a ganar el concurso de Sonorama, por ejemplo, de talento de bandas. Había muy buena comunidad de músicos y participaba como sustituto con mucha gente. Luego ya, con el tiempo, me vine a Madrid, estuve bastante tiempo sin tocar hasta que esta amiga en común ya nos puso en contacto.

Javi: Siempre me ha gustado la música. En el cole y en el instituto era lo que más me tiraba. Empecé solfeo, pero me decían que tenía que tocar un instrumento. En esa época la batería no estaba ni en el conservatorio ni en ningún sitio. Intenté la guitarra dos días, no me gustó nada y me tuve que meter a clases particulares. Esto con catorce años. Después de dos o tres años, me empecé a meter en grupos y, a partir de ahí, ya un grupo, otro grupo… y todo autodidacta, o sea, lo que iba escuchando. Cada grupo tenía su estilo y siempre he intentado tener una banda.

¿Y esta es tu banda?

Javi: Claro, claro. Esta es la banda, en mayúsculas.

¿Emilio?

Emilio: También, desde siempre me ha flipado la música. De joven tiré por el piano y aprendí solfeo y armonía con el piano, pero claro, llegó un momento en que necesitaba dedicarle mucho tiempo y lo dejé un poco abandonado. He estado muchos años haciendo teatro, impro, un poco en ese campo, hasta que ya dije: «Bueno, vamos a ver, vamos a ver con una guitarra qué tal va». Soy autodidacta y llamé a mi primo, y eso que ya te he contado. Clases de voz sí que he dado, y poco más… Un poco de intuición y para adelante.

«Emilio nos da carácter y nos da una personalidad, porque es el instrumento que más destaca»

Tienes una voz peculiar y has convertido tu voz en un instrumento que da sentido a la banda, e incluso a las letras, ¿no?

Emilio: Jo, no, no, de verdad que la veo al nivel del resto, ¿sabes? Cualquiera de estas bestias puede tocar en cualquier lado. Para mí son máquinas y yo, bueno, estoy con mi voz ahí. No creo que sobresalga.

Javi: Yo estoy de acuerdo contigo. Al final la voz también es lo que da más carácter a la banda, y a la mayoría de la gente, que no es música, que solo les gusta la música, se queda con la voz. Dicen: «Este me gusta cómo canta, me gusta este grupo», o «Este no me gusta cómo canta, no escucho a este grupo». La voz es el instrumento principal de cualquier banda. Emilio nos da carácter y nos da una personalidad, porque es el instrumento que más destaca. Pero nos gusta, por eso estamos aquí, claro. Nos gusta, nos gusta.

Yo creo que enviasteis alguna nota, porque lo he leído en varias presentaciones de Aguas Internacionales, en la que afirmasteis que el indie sí existe. ¿Qué es el indie para vosotros? ¿Es un sonido o estamos hablando de industrias?

Carmen: Pues es muy buena pregunta. O sea, yo creo que se inició a raíz de las dos facciones que había aquí en España, que eran Los Planetas y Los Piratas, y hacía referencia más a un modo de autogestión alejado de las grandes multinacionales. Hoy en día, yo creo que es más un sello de marca personal, una estrategia de marketing, un poco la etiqueta. Desde luego que hay una escena underground y grupos alternativos que se autogestionan y se consideran indie, pero también hay artistas que son cabezas de cartel en todos los festivales, que, bueno, hacen indie porque guardan cierta similitud en un estilo de música, ¿no?

Javi: Empezó, a lo mejor, más con esa filosofía y también crearon un estilo, más allá de su forma de gestionar la banda. Se veían reflejados en ese estilo y lo llamaron así. Se popularizó tanto que se desfasó la idea primigenia.

Ale: Para mí es pop con la etiqueta o la subetiqueta que le quieras poner. Pero el indie es pop con un apellido.

Mi opinión… Lo veo más desde el punto de vista de la industria. Cuando una discográfica promueve arte y no un producto, es que se lo ha encontrado todo muy masticado. No se tienen que gastar un euro. Para mí el indie es una trampa. Los músicos necesitan apoyo antes, no cuando ya han crecido y se meten al sello porque no pueden gestionarlo.

Carmen: Pues sí. Al final también es que requiere de tanto trabajo, de gestiones, trámites burocráticos, que te consume también mucho tiempo de creación, de estar con el instrumento, que al final es lo que nos gusta.

«Estamos orgullosos de haber llenado una sala»

No tenéis que gastar tiempo en llenar salas, por ejemplo. Vosotros los habéis llenado todos. Y eso cuesta la vida.

Javi: Sí, sí, hicimos sold out y estamos superorgullosos. A ver, son momentos también de la banda. Teníamos el EP recién salido, era el primero. Pero bueno, fueron momentos muy bonitos que recordaremos con mucho cariño. Estamos orgullosos de haber llenado una sala.

Carmen: Además, el de La Palma fue nuestro primer concierto, y aparecieron ciento cincuenta personas ahí que no sabíamos muy bien de dónde habían salido. Se fue transmitiendo entre amigos, entre amigos de amigos… Ahí solo habíamos lanzado, si no me equivoco, «Tarde», ¿no? Solo teníamos una canción en Spotify. Fue fuerte, la verdad.

Dijistéis que veníais los cuatro, y aquí os tengo, apretaditos. No habéis tenido nada de piedad por mí (risas).

Emilio: Somos una banda. Si se puede los cuatro, los cuatro vamos. Y además, si hemos cabido aquí, yo creo que entramos en cualquier sitio.

Aquí se me metieron los cinco Igloo… No sé si los conocéis. Los produjo Juanma Latorre…

Emilio: Ojo.

Te gusta Vetusta Morla, ¿no?

Emilio: Sí, me gusta mucho Vetusta Morla.

¿Hablamos de influencias?

Emilio: Vetusta Morla. Mira, últimamente me da mucha rabia porque en la época, yo viví lo de o eras de Supersubmarina o de Vetusta Morla, y me da mucha rabia, pero mucha, mucha, mucha, mucha rabia, no haber visto en directo a Supersubmarina. Pero sí, mi influencia es Vetusta Morla.

¿Y la vuestra?

Javi: Pues es que yo vengo más del rock. Me gusta mucho que le guste Vetusta Morla, por lo que hablábamos antes de influencias diferentes unidas en una banda. Esto puede enriquecer. Pero sí, mis bandas son Extremoduro, Reincidentes, Marea, Rosendo… el rock nacional de toda la vida. Eso es lo que más he escuchado y sí, quizás a la hora de tocar la batería tengo más presente esa línea.

Carmen: A mí me ha influenciado mucho una cantautora que, además, hace poco dejó los escenarios, lamentablemente, que es Carmen Boza. Estoy escuchando mucho también últimamente a Repion, que son dos hermanas increíbles y John Mayer, a nivel guitarrístico, me parece un fuera de serie. Y también música en la línea de lo que comentaba Emilio: Vetusta Morla, me encanta Xoel López… Pero me gusta Camarón, me gusta Extremoduro.

Ale: Yo soy más internacional: Muse, The Killers, Arctic Monkeys… Mis dos grupos favoritos son Beirut y Bon Iver, que son un poco más desconocidos, pero ese estilo de música me influye, los bajos un poco más sacados de Tame Impala o Arcade Fire, son las influencias que tengo, sí.

«Aguas Internacionales es el territorio donde no hay ley, donde ningún país puede poner ninguna norma».

¿Por qué os llamáis Aguas Internacionales?

Carmen: Es gracioso. En 2019… yo tengo un amigo que se llama Toni. Estábamos de fiesta y le acompañé a que él fumara, y me dijo: «Joder, Carmen, es que tienes que montar un grupo». Y yo: «¿Por qué?», y me dice: «Porque es que yo quiero ser el mánager, no dar un palo al agua. Se tiene que llamar Aguas Internacionales». Y se me quedó ahí incrustado en la cabeza. Luego iniciamos este proyecto, que inicialmente se llamaba The Dude, pero vimos que en Spotify había como doce o trece artistas que se llamaban ya The Dude. El nombre era en inglés y cantábamos en castellano… que no. Entonces le dimos una vuelta, propusimos nombres y yo dije: «Cómo no voy a proponer lo que me ha dicho mi buen amigo Toni». Se sometió un poco a votación popular y tiramos para adelante con ello.

¡Qué bueno!

Carmen: De momento Toni no es el mánager de Aguas Internacionales, sigue trabajando desgraciadamente, no le hemos pagado ni un duro tampoco, tampoco lo vamos a hacer…

Ale: Mucha gente dice que le gusta mucho el nombre. Hay bastante gente que lo ve con buenos ojos y dice: «Lo que más me ha entrado es el nombre, no sé qué».

Emilio: A mí, por lo menos, me gusta la filosofía de lo que significa, ¿no? Aunque sea muy literal, pero bueno, Aguas Internacionales es el territorio donde no hay ley, donde ningún país puede poner ninguna norma. No hay soberanía. Tiene un trasfondo que me gustó.

La foto que habéis escogido para el disco es chula.

Carmen: Pues eso es una foto que hice en 2015 o 2016, en invierno, y es la plaza de Ópera. Vi un tiovivo ahí, y la hice. El título que nos moló era Lo que queda de la feria, porque nos parecía muy visual: los destrozos después de la euforia… y claro, dijimos: «¿Qué portada ponemos?» Entonces hicimos todos una indagación en nuestras galerías, a ver si había algo que se pareciera a ese concepto, y yo me encontré ahí el tiovivo y lo plantamos.

«Deseamos tocar y tocar y tocar, y que la gente nos pueda escuchar, y llegar a más gente».

¿Con qué soñáis? ¿Qué deseáis que suceda con Aguas Internacionales?

Ale: Seguir tocando. Deseamos tocar y tocar y tocar, y que la gente nos pueda escuchar, y llegar a más gente. A nivel profesional, dedicarte a la música sí que sería el objetivo principal, pero sabemos que es un trabajo complicado, es un camino largo y lo tenemos que compaginar con un trabajo más aterrizado, menos precario.

Carmen: De momento el grupo es una fuente de gastos más que de ingresos. Yo creo que tampoco tenemos unas expectativas desmesuradas. Yo creo que se trata también de ir disfrutando del camino, de cada paso, y llegar a tocar en más sitios, llegar a más personas y que nos vaya conociendo más gente…

Javi: Estar ahí, ser constantes. Yo, por lo menos, mi objetivo es ser constantes, porque esto va así, nunca se sabe. Si te viene el pelotazo, que casi nunca llega en la vida, pero bueno, si viene el pelotazo, tienes que estar ahí. Si alguien puede elevarte, te tiene que ver y te tiene que escuchar, y tiene que ver que estás activo. Entonces, ahora mismo yo creo que el objetivo es estar activos y disfrutar. El éxito para mí es llenar La Palma y ya lo hemos hecho.

Carmen: Creo que ahora hay mucha obsesión por los números, por cuantificar todo. El éxito, ¿cómo se mide? ¿Por el número de oyentes mensuales en Spotify, por la peña que viene a verte a tus conciertos, porque ves que alguien se emociona en un concierto aunque solo haya quince personas…? Creo que es algo bastante relativo.

Javi: Es que es todo relativo. Hay grupos a los que les siguen muchísimas personas y no pueden llenar una sala no muy grande, y otros que tienen pocos seguidores y llenan la Riviera, y llegan al WiZink… Pues al final lo importante es hacer lo que nos apetezca, lo que nos guste y disfrutarlo. Y el que se quiera unir, pues que encuentre las puertas abiertas.

«Si llega el éxito, el verdadero éxito será darnos cuenta, ¿no?»

¿Cómo os imagináis el futuro? ¿Lo imagináis en la música?

Emilio: Como decían, yendo paso a paso y haciendo las cosas bien. O sea, tenemos como un cierto camino marcado, ¿no? Va muy a corto plazo, muy a corto-medio plazo. Estamos haciendo las cosas de la mejor manera que podemos, tratando de mejorar paso a paso y estamos caminando como si en algún momento fuera a suceder. Y si luego no sucede, bien, no será el acabose. El éxito para mí… es que yo quería tocar con mi primo en un local. Tocar música y pasármelo bien. Entonces, si llega el éxito, el verdadero éxito será darnos cuenta, ¿no?

¿Y en qué estáis ahora?

Javi: Siempre estamos trabajando algunas canciones nuevas. Ahora nos hemos metido en estudio con un par de canciones. No tenemos que alimentar a la bestia y el agobio de sacar una canción al mes, pero tampoco tenemos que dejarnos ir. Pues estamos, estamos ahí activos, siempre tenemos algo. Si no es un concierto, es una canción que sacamos. Es, pues, cada mes, cada dos meses, tener material para enseñar y para mostrar, y para que se vea que estamos activos.

Sigue a Aguas Internacionales en redes:

Descargar ExPERPENTO 112 / Visualizar ExPERPENTO 112

Anterior [Pepita Jiménez] en el Teatro de la Zarzuela
Siguiente [1936] en el Teatro Valle-Inclán