Anís Guateque [Si la cumbia fuera flor]


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Entrevista de Reyes Muñoz
Fotografía cortesía de Emana Comunicación

La mitad de Anís Guateque —Laura, Nuria, Carlos y Sebas— llegó a ExPERPENTO, arrasó con todo y se fue, dejando mucha paz tras de sí y una tarde para el recuerdo. La creatividad y la inquietud son palabras que definen a esa banda de ocho, en la que cada uno puja por lo suyo y aporta esencia al grupo. Y en la que cada uno respeta al otro y lo escucha muy atento, casi con corazoncitos en los ojos.

Venían para hablar de su disco Si la cumbia fuera flor, pero se nos olvidó tratando de desentrañar eso que ellos definen como «cumbia castiza», que va más allá de la música y que serviría para introducir al mismísimo Platón en la práctica de su Teoría de las formas. Porque son ocho y su música es universal, pero basada en la raíz, en la huella folclórica —o castiza—, de cada una de las personas que conforman Anís Guateque. Eran muchos los conceptos e ideas. La entrevista parecía muy difícil hasta que comenzamos a charlar.

Os definís como un grupo de cumbia picantona y muy de los madriles. Quiero que me lo expliquéis.

Carlos: Lo de picantona es porque nos sonaba bien, la verdad. Nos inspira mucho el movimiento de la cumbia, la colombiana, que es un poco el origen, que luego se expande por toda Latinoamérica. Cada variante nos gusta un montón. Las primeras canciones que hacíamos tenían también influencias de chotis, del cuplé y de cosas así como muy madrileñas. Entonces pusimos el nombre de cumbia castiza. También mezclamos cumbia con otros ritmos folclóricos de acá y bueno, pues con cosas nuestras. Pensamos que la música es fusión y que cada uno pone un ingrediente de cada sitio. Y nos gusta mucho eso de mezclar. Mezclar ingredientes y ver como cuadra un chotis con la cumbia, por ejemplo.

¿Y cómo cuadra un chotis con la cumbia?

Laura: ¡Pues hemos cuadrado cumbia con salsa! En música, a no ser que haya una incompatibilidad de ritmo, como un ternario con un binario, pues todo es susceptible de hacer una mixtura.

Carlos: Sí, es verdad que empezamos con la cumbia y tenemos salsa, algún merengue… En general lo latino nos gusta, lo bailongo, lo que se baila por ahí, lo de picante y tal… lo que sea divertido, nos gusta.

Pensaba que me ibais a hablar del ¿rascador? No sé como se llama… Creo que ahí está el truco. Con ese sonido pues ya suena a cumbia, ¿no?

Carlos: La idea es precisamente esa. El rascador se llama güiro y el güiro de España es la botella de anís. Pues por eso lo de Anís Guateque: hacemos cumbia con una botella de anís.

«Somos ocho personas muy implicadas y muy trabajadoras».

Sois ocho, me parece muy difícil eso. ¿Cómo os coordináis? ¿Hay alguien que manda o sois todos súper majos?

Laura: Creo que de eso podemos estar muy orgullosas, porque tenemos una división de trabajo muy horizontal. De hecho es como una empresa dividida en comisiones. Y es una empresa con una división de tareas muy igualitaria. No hay un líder o un cabecilla, sino que confiamos y todo se debate, todo es asambleario y al contrario de lo que se puede pensar de estos procesos como más grupales, no considero que sea lento. De hecho es ágil a pesar de que somos ocho. Aunque nos organizamos en comisiones, y aunque todo se ponga en común y las decisiones importantes son de todas, fluye. Somos ocho personas muy implicadas y muy trabajadoras.

Sebas: Somos muy majos.

Nuria: Sobre todo eso, porque en el fondo lo pintamos muy bonito y está muy bien, pero es verdad que es complicado. Al final somos ocho personas que nos ponernos de acuerdo muchas veces en un montón de decisiones y la clave es confiar, delegar y eso al final es un trabajo también personal, de crecimiento personal. De eso estamos aprendiendo todavía.

Sebas: Es un proceso de aprendizaje tal cual. Particularmente para mí, lo de funcionar como funcionamos los anises, es una maravilla y un aprendizaje. Agradezco muchísimo haber tenido esa posibilidad de entendernos.

Nuria: Para mí todo tiene una dimensión política, y esto también. Esta manera de trabajar sin jerarquías, en común, como que todas las voces se escuchan, es muy linda. Yo estoy muy orgullosa de nosotras.

«Pasamos todo el verano metidos en la furgo, hicimos cuarenta conciertos».

Otra cosa positiva de tener una banda tan grande es que en un concierto da igual si no hay mucha gente, no se nota… ¿Os ha pasado lo de ser más en el escenario que en el público?

Sebas: Nos ha pasado de encontrarnos con una o dos personas, ¿no? En algún pueblo…

Nuria: Hicimos una gira de pueblos, fue muy guapa: «La gira castiza». Fuimos por pueblos a los que igual no hubiésemos ido nunca, ni por turismo. Había muchos pueblos a los que llegabas y de repente, había solo dos bailongos dándolo todo.

Carlos: Y un niño pasando en bicicleta…

¿Y esa gira la hicistéis por libre? ¿Os plantábais allí y ya está?

Carlos: No, no, qué va. Eso lo hicimos porque entramos en un proyecto que se llama Dinamiz-ARTj. Es un proyecto que lleva cultura a los entornos rurales y que a nosotros nos permitió ir allí a tocar.

Nuria: Sí, era un proyecto subvencionado por Europa en un programa de transición justa. Era por pueblos en los que había minas antiguamente y demás. Entrabas en un concurso y los que lo organizaban, elegían a las bandas. Este año no hemos podido participar porque han puesto de requisito que alguien de la banda tiene que estar empadronado en alguno de los pueblos que participan en el programa.

Laura: Pero el año pasado fue increíble. Pasamos todo el verano metidos en la furgo, hicimos cuarenta conciertos.

Las fotos que tenéis colgadas son súper chulas. Fijaros que ahí he captado cual es la filosofía de la banda. Sois una banda de directo, fiesta, gente, baile… El disco, pues hay que hacerlo para tenerlo, ¿no?

Nuria: Es una mezcla de todo. Al final, evidentemente, tienes que tener temas grabados porque es tu escaparate, es con lo que tú te puedes presentar a subvenciones, a concursos, para visibilizarte y por otro lado, también a nosotros nos gusta tener algo ahí, tener algo que hemos creado y que lo hemos hecho juntas, como equipo. Entonces yo creo que es un poco mezcla de ambas. Pero sí que es verdad que, personalmente, yo creo que nos gusta mucho tocar, claro.

Laura: Sí, Anís Guateque es una banda de directo. Pero también es cierto que lo que se puede apreciar en el disco son arreglos más finos que en el directo. Tenemos mucho show, tenemos mucho de entrega y en el disco está la finura, hay mucho trabajo ahí. Somos nosotras mismas las que arreglamos, pensamos las estructuras y creo que la escucha es diferente. Al directo, vas a vivirlo, desde el baile y la emoción y creo que la escucha del disco es para apreciar lo coral, los arreglos… Hay bandas de cumbia que hacen esto, pero creo que es uno de nuestros fuertes: hilar la filigrana y eso en el directo no es tan palpable.

Sebas: Que en el directo también hay cosas muy finitas que no se pueden ver en el disco. Nos gusta eso, reunirnos y decir: «acá, ¿qué podemos hacer acá?». Acá hacemos una foto, acá salimos para adelante, acá bailamos, armamos una coreo… El vivo también tiene su trabajito fino. Sí que le dedicamos un tiempo a que mole verlo, no solamente escuchar y bailar. El formato de concierto es muy performativo.

Es que aquí lo hemos visto, que os inventáis media canción sobre la marcha. ¿Esto siempre es diferente?

Nuria: Siempre es improvisado.

¿Siempre? ¿No os da miedo quedaros en blanco?

Nuria: No, que va. ¡Nos da miedo hablar todos a la vez! Bueno, hay cosas pactadas. Hay una estructura de: «en este momento hacemos esto», pero no hay un guion, de «tú dices esto y yo digo aquello».

«Alguna vez, de algún parque, sí que nos han echado».

He leído que Anís Guateque salió de quedar a jugar a algo y tocabais una botella de anís y cantáis… Yo me he imaginado una estampa con ocho jovencitos jugando al dominó mientras se ponen ciegos a anís. Muy raro. ¿Es un invento para crear mística de la banda o es verdad?

Carlos: Pues esa estampa del dominó y el anís, cuadra mucho, cuadra con Anís Guateque. La verdad: algunos del grupo quedábamos para jugar al Catán, porque nos gustan los juegos de mesa y también solemos quedar a cantar. Lo escribimos así en la biografía porque nos pareció una forma mejor de presentarnos que decir, pues nos conocimos en Madrid y tal tal tal… Es una licencia poética, pero sí nos gusta quedar para jugar juegos de mesa y para cantar. Lo que sí que es verdad es que vamos mucho al parque para cantar. De hecho, eso que dices ya no está en la web, ya lo he cambiado por lo del parque.

Laura: Nos gusta mucho juntarnos a tocar. Los argentinos nos han traído el asado, el choripán rico y llevamos las guitarras, las panderetas y nos ponemos a tocar y a cantar hasta que el cuerpo aguanta.

Sebas: Alguna vez, de algún parque, sí que nos han echado. Pero sobre lo que decíamos de los directos, para mí es lo mejor. Lo disfruto muchísimo: haya veinte, treinta, cincuenta o treinta mil personas. Obviamente, cuanta más gente hay, más lo disfrutamos. Para mí el vivo, es un regalo divino. Yo los miro a ellos y pienso: «qué maravilla».

Está bien, lo de las treinta mil personas (risas). Mejor el Wizink que el parque, ¿no?

Nuria: Pues oye, que tocamos en la Pradera de San Isidro y fue brutal. Nos vinimos arribísima. Teníamos un escenario, teníamos un técnico dentro y otro fuera, o sea… que no me acuerdo de la mitad del bolo porque estaba tan arribísima que se me fue.

Sigue, sigue con lo de la Pradera que me interesa.

Nuria: Es que fue alucinante, millones de veces nos hemos sonorizado a nosotras mismas y entonces, al final, cuando tienes a alguien que te hace todo es como, «ay, técnicos», «ay, qué bien», «ay, agua en los camerinos», «¡Comida!». Yo me acostumbraría a vivir así, también te digo. Supongo que cuando eres un músico de estos súper-pro, que llenan el Wizink Center, no valoras estos chutes de energía. Ojalá nosotros pudiéramos hacer esto.

Carlos: Es curioso porque yo diría que los mejores bolos, son el de San Isidro, alguno de estos de sala petada, pero también recuerdo un bolo random de un hotel, en una movida privada, súper llena de guiris que de repente, no sé qué pasó, que acabamos cantando las canciones en inglés y fue divertidísimo… O el del otro día, que nos contrataron para una fiesta privada, no podíamos llevar muchos instrumentos y fuimos solos Sebas y yo. Había veinte personas ahí e hicimos lo que nos dio la gana. Hay dos extremos que yo disfruto mucho.

Laura: O en la gira con la furgoneta, que nos vimos aparecer por la montaña y llegamos por el Bierzo a un pueblo precioso, y nos dimos cuenta de que íbamos a tocar ahí. Pues eso, para mí es igual o más emocionante que ver a muchísima gente, que también está bueno, pero dices, ¡jo!

Me lo dejas bien para preguntar sobre el videoclip de «Puentes», que tendrá que ver con la gira ¿no?

Carlos: Sí, son vídeos grabados con el móvil de toda la gira. Se van viendo como situaciones de la gira, desde el concierto en la plaza del pueblo con gente bailando a momentos personales, en una piscina municipal del pueblo, señoras bailando cumbia… Es muy bonito porque es un resumen del viaje en una furgoneta por pueblos de España castizos.

La canción me ha parecido muy distinta a todas.

Carlos: Es verdad. Esa canción la hice yo mucho antes de que existiera el grupo. No me acuerdo muy bien por qué me salió y luego, cuando montamos Anís Guateque, se la enseñé a esta gente en un «pues por si cuadra» y le metimos un poco el ritmo de cumbia y sí que nos funcionaba. Es como la más canción, es el tema con más estructura de canción. No es tanto del género cumbia bailable.

Nuria: Esta canción, cuando la insertas en el directo se convierte en el momento mecherito, el más emotivo. Hay un par de temas que sí que hacen este efecto en el concierto.

Carlos: «Puentes» y el momento «Si yo fuera».

«Estamos en la búsqueda de raíces, de temas que tienen que ver con cada uno de nosotros, con nuestros orígenes ¿no?»

Vuestra jefa de prensa, Ana, me pasó los temas que íbais a hacer. estuve buscando «Si yo fuera» en google, para tenerla escuchada y ver el cambio de la original al formato ExVITA, y no la encontré.

Laura: Es una canción que ha cantado otra gente y sí que la puedes encontrar. Pero nosotros, aquí, ha sido la primera vez que la hemos grabado. El título completo es «Si yo fuera carpintero». Es una tonada tradicional de Cáceres que aprendí en un curso de percusión ibérica. Nos parece que hay un renacimiento del folclor. Nos pareció que es una canción que puede entrar ahí. Las letras del folclore de la península son preciosas, y yo creo que por eso nos llegó tanto. Queremos darle también voz a esas letras y darle una vuelta, en este caso, envolviéndola de cumbia o de lo que sea.

Entiendo que habéis abierto un melonazo y ahora ya estáis buscando más, incluso que tenéis alguna ensayada, etcétera, etcétera. ¿Cómo va a encajar todo este rollo tan folk en vuestro repertorio?

Laura: Pues es que creo que es algo que está ahí desde siempre. Estamos en la búsqueda de raíces, de temas que tienen que ver con cada uno de nosotros, con nuestros orígenes ¿no?

Carlos: Al principio entramos con el folclore de Madrid, que es como «guau, Madrid, una ciudad enorme, la capital de España, que es poco identitaria, porque todo el mundo es de fuera». Entonces se nos ocurrió encajarlo con el mundo ese del chotis, y encajarlo con ese discurso de todo el mundo es de fuera, porque en realidad, todos somos de fuera, pero Madrid es una ciudad que acoge a la gente y esa es la identidad del madrileño, ¿no? Grabamos con Olga María Ramos que es la hija de Olga Ramos que es una cupletóloga de este mundo madrileño y fue muy guay. Desde hace ya un tiempo queremos expandirnos: el folclore de Madrid, una tonada de Cáceres… Hay una música que nos gusta mucho de Salamanca, el charro, queremos mezclarla con el merengue. Estamos viendo eso. No nos hemos puesto en serio, pero saldrá.

Nuria: Nosotros siempre hacemos música nuestra, pero también nos gusta meter cosas que la gente puede conocer, como en el caso de una tonada cacereña maravillosa. Pero tenemos ahí una serie de lo que nosotros llamamos enganchadito castizo, que son las covers. Antes teníamos las típicas de la cumbia como «El pescador» y ahora hemos traído folclore español y nos hemos atrevido con cosas como «Como una ola», de Rocío Jurado o «Mi carro», «Cocinero, cocinero», «Me gustas mucho»…

Laura: El término folclore es tan amplio como tú lo quieras extender. Folclore es Marisol, pero folclore también son las señoras de Peña Parda con sus panderos cuadrados. Esa es la búsqueda que estamos teniendo. Empezamos con el folclore madrileño y nos vamos expandiendo con lo que nos llame a cada una.

Sebas: Yo creo que Anís Guateque fue entendiendo eso a medida que fue incorporando a estos personajes y como justificando eso de lo castizo. Lo castizo es la raíz y el origen. Cada uno metemos un poquito de nuestra cosa castiza. En el grupo hay dos argentinos, que somos Mauri y yo, y traemos un poquitito de la cumbia de allá. Carlos estuvo viajando por allá, por Argentina, las chicas estuvieron también hace poco conociendo la música de allá… y como que cada uno traemos un poquitito de esa raíz y lo mezclamos con todo.

Es que, a ver, sois jóvenes y tenéis unos referentes bien raros.

Laura: Claro, pero yo de niña vi todas las películas de Marisol. En cuanto al folclore de la península, igual lo he descubierto de mayor, pero yo escuchaba a mi abuela cantar jotas y la veía bailar jotas… Es un reencuentro de cada uno con la raíz. Es una búsqueda.

Carlos: Pero que nos gusta eso, a mí es que me encanta. Cuando estuve en Argentina me enamoré de la cumbia, o sea, yo dije: «Quiero tocar esto», «quiero tener una banda de cumbia en España cuando vuelva». Y así fue. Luego voy a un encuentro de jotas y de percusión Ibérica y digo: «¡ostras!, es buenísimo, me gusta más esto que los Beatles, que me encantaban de adolescente».

Nuria: Yo estoy en esa onda y creo que debe haber algo a nivel biológico o genético que se transmite y que hace que esto nos llegue. Estoy segura de que tocas «Si yo fuera» en cualquier instituto y a los niños se les ponen los pezones de punta. Es porque lo llevamos ahí dentro y nos traspasa. Aunque no lo hayas tenido en toda tu vida, te impacta. Evidentemente, no sonará en los 40 Principales. La moda es lo que quieren que suene, comercial, más fácil de realizar, que cuesta menos dinero y da mucho más dinero. Pues Anís Guateque es salirse del rail. A ninguno nos gusta andar por el camino que nos han dicho que tenemos que andar. Yo creo que si te paras a analizar a cada una de las personas que conformamos Anís Guateque, cada una se ha salido de alguna manera de ese camino que se supone que hay que recorrer como personas, individuos y vitalmente.

Me cambiastéis los temas que ibáis a tocar aquí. Yo me llevé un chasco porque escuché «Princesita» y me pareció alucinante, muy para ExPERPENTO. ¿Qué pasó?

Laura: Pues es que teníamos que repartir el grupo y lo decidimos así.

O sea, que no hay misterio.

Carlos: En realidad, mira, sí lo hay. Me sirve para hablar de lo que preguntabas de organizar una banda de ocho. Sí que puede haber conflictos. Dijimos: «para estas cosas de la radio y de las entrevistas, vamos mejor los que cantamos porque con una guitarra, el güiro, pues ya lo sacamos adelante». Nosotros somos los cuatro cantantes. Los otros cuatro, aunque cantan increíble, en Anís Guateque no tienen ese papel. Quedamos así, en que veníamos los cuatro cantantes y uno de la banda dice: «Oye, pues por qué. También quiero vivir esa experiencia de ir a las radios». Tuvimos una conversación y dijimos: «Bueno, pues es verdad». Decidimos dividirnos y ellos harán otras entrevistas.

Laura: Lo que decíamos del aprendizaje. Tenemos un espacio muy libre para hablar de cómo nos sentimos. Quizás, en otro momento, en lugar de decir, «yo quiero vivir lo de las entrevistas», se calla y se lo come. Siempre hay comprensión desde el otro lado, o sea, que yo no lo había pensado, no me lo había planteado, y tenía razón.

Me interesa hablar de «Princesita».

Carlos: El escritor es Mauri, el otro argentino que no ha venido. Y es otra de las canciones que no son de Anís Guateque, sino que la escribió él hace algún tiempo y entró porque cuadraba.

Sebas: Son cuatro mujeres de Argentina con distintas problemáticas, cada una de un lugar. La primera estrofa habla de una mujer que tiene problemas con las drogas, otra que se dedica a pasar la marihuana en la frontera. Es la princesita de Posadas, que hace frontera con Paraguay. Hay otra mujer que es transexual, y habla del problema que hay en Argentina con este tema y la otra es una prostituta.

Carlos: Mauri, toca las congas y es un escritor buenísimo.

Además, creo que «Princesita» junto con «La cumbia de la Sintaxis», son las que mejor están funcionando, al menos en internet. No sé si os fijáis en las «kas».

Laura: Esto también tiene que ver con la publicidad que tú le hagas a cada tema. Nos fijamos, pero al final, lo importante es lo que nosotros vemos en los directos… «Princesita», siempre gusta muchísimo, es un buen tema. Es un tema con el que también la gente se recoge en los directos. Ese momento, junto con «Puentes» o «Si yo fuera», son de escucha muy activa. La letra es muy interesante, es muy interesante lo que Mauri nos quería narrar.

Pues por eso es guay que seáis ocho. Es decir, que si tú sacar un tema delicado y el resto aporta, pues queda muy arropadito.

Laura: Sí, muchas personas creando, muchas personas en el proceso creativo, garantiza que va a ser un temazo.
También lo decía desde el punto de vista de que estáis hablando de temas muy fuertes que no se pueden tocar a la ligera, o a medias. Si pones una coma mal, la puedes liar mucho con una canción como «Princesita».

Sebas: Precisamente Mauri es uno de esos que están ahí siempre con el ojo puesto en haber qué estamos diciendo, a ver cómo se entiende esto. Yo creo que se pone mucho la cabeza en cada canción y en lo que decimos y está bueno eso. Tienen un pensamiento previo antes de llevarlo a la gente y decir: «Mira, te quiero contar esto».

Laura: De hecho, en «Princesita», en la parte en la que hablamos de la mujer trans, que es la princesita de la tele, no queríamos que se entendiese como que estábamos juzgándola. Al revés, queríamos poner el foco en cómo tratan los medios o cómo intentan explotar la condición de una mujer trans. En España podría ser La Veneno. Queríamos hablar de cómo los medios explotan esa condición como si fuese algo morboso o un espectáculo y nos preocupamos por que la letra se entendiera así, y no en el otro sentido. Y de hecho modificamos la letra para que se entendiese así. A lo que quería llegar: sí, justo con letras que tratan temas tan complejos, tenemos mucho ojo de que se entienda bien y que llegue bien el mensaje al público.

Con «Cumbia de la sintaxis», en un momento dado pensé que había una crítica al lenguaje en el mundo reguetonero o trapero, y luego que no, que es que sois maestros, es decir, que ahí no hay mensaje oculto ni trampas.

Carlos: Ojo, que nos cae muy mal la gente que critica el reguetón.

Cuidado con el reguetón, que hay de todo. Pero en lo que trasciende, en lo que suena, hay mucha basura en cuanto al fondo. Y también en la sintaxis, vaya.

Carlos: Claro, defendemos que no mola meterse con el reguetón porque sí.

Laura: Y meterse con el reguetón porque sí, es muy fácil y tiene un punto de xenofobia.

Tampoco se puede defender porque sí. A ver, yo he entrevistado a Tremenda Jauría y me parece que te explota la cabeza, pero también me parece un caso muy excepcional. Es tan absurdo como defender o criticar el pop o el punk o el rock porque sí.

Laura: Esa conversación la hemos tenido en Anís Guateque. Es un debate habitual entre nosotros y de hecho Mauri es una de esas personas que trajo este tema a la palestra: cómo juzgamos las músicas, cómo influye el origen de las músicas.

Nuria: Para mí no tiene nada que ver. Yo defiendo el reguetón, pero yo no estoy nada de acuerdo con esas palabras tan profundas. La letra de muchas canciones, es que a mí me dan vergüenza, y entiendo que tienen que dar vergüenza, y entiendo que no es una cosa del reguetón. Y sí, a día de hoy creo que en otros géneros sí que se cuida más esto y sin embargo en el reguetón y en el trap sigue pasando. Y es mediático, es muy, muy mediático y son géneros que consumen los adolescentes.

Laura: La problemática es de la sociedad en la que vivimos que no tiene que ver con el género musical. La música es una expresión de cómo está la sociedad. En muchas baladas pop se vende una idea de un amor tóxico, por ejemplo y tiene un público muy amplio, también de adolescentes. Todos los géneros expresan cómo vivimos. La sociedad es machista y se expresa en la música que se hace. La realidad es que tenemos el machismo interiorizado. Ah, es que es un debate muy amplio.

Y a este debate hemos llegado preguntando de dónde sale «Cumbia de la sintaxis». E incidiendo en que sois maestros.

Carlos: Yo fui profe de Lengua en un instituto. Esa canción se la hice a mis alumnos para que aprendieran las sintaxis y de hecho tengo un vídeo con la clase 2º de la ESO y todos haciendo los coros que han hecho ellas de «el verbo».

¡Ostras!

Nuria: Por eso, de hecho el videoclip está grabado en un instituto, y hacemos de adolescentes. Es lo que queríamos transmitir con eso. Además lo grabamos en el instituto donde yo di clase el año pasado. Yo soy profe de música.

Carlos: Yo ya no ejerzo de profe de lengua, pero sí desde la música. Y sí, los ocho damos clases. Somos profes.

Cinco conciertos ExVita que no dejan a nadie indiferente
La botella de anís de Anís Guateque:
La botella de anís es tan importante en el sonido de la banda que incluso sirve para darle nombre. Comenzaron haciendo «cumbia castiza» y aseguran que la botella es el güiro español. Laura, Nuria, Carlos y Sebas se acercaron a ExVita en representación de toda la banda y dejaron para la posteridad una propuesta completamente distinta a la que encontramos tanto en sus discos como en sus directos. El primer regalo fue «Si yo fuera», una tonada cacereña que en principio nada tiene que ver con su oferta musical y que hace viajar a sitios del cerebro en los que se esconden los sonidos ancestrales. En segundo lugar, tocaron «Cumbia de la sintaxis», uno de los grandes hits de la banda y que define su propuesta global.

https://www.murcia.com/empresas/noticias/2024/10/29-cinco-conciertos-exvita-que-no-dejan-a-nadie-indiferente.asp

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