Emanuele es el amigo del que una presume. Es italiano, lo que le dota de cierto aire bohemio y mundano. Es un buen arquitecto, lo que le convierte en el yerno perfecto. Y es artista sobre todas las cosas.
Sueña con organizar una exposición en algún local alternativo. Pretendientes no le faltan… más bien le sobra perfeccionismo: cada trabajo en el que se involucra, por pequeño que parezca, es una agonía, un querer dar más, cuando lo que hace es simplemente perfecto.
Emanuele tiene la rara virtud de ser todo lo egocéntrico que se le exige a un artista y al mismo tiempo, atesorar una enorme humildad que le permite crecer sin límites. Forma parte de ExPERPENTO desde mucho antes de que la revista naciera y parte de su trabajo está publicado en http://www.emanueleciccomartino.com/
¿DESDE CUÁNDO TE DEDICAS A LA FOTOGRAFÍA?
Desde que mi papá me dejó usar su Nikon FM sin miedo a que la rompiera, es decir, desde hace unos 20 años, aproximadamente.
FORMACIÓN… ¿REGLADA O AUTODIDACTA?
Tuve un gran maestro, Ansel Adams, en forma de tres libros, La cámara, El negativo y La impresión, trilogía que recomiendo a fotógrafos y no fotógrafos. Y el libro que me regaló mi primera novia, Por qué no muere el fuego, con fotografías de Edward Weston a Tina Modotti. Por lo demás, he sido autodidacta. A posteriori, sí que he participado en algún workshop, y en otros me he colado con la excusa de alquilar el equipo de iluminación…
¿QUÉ TE SIRVE DE INSPIRACIÓN?
El saber que un trabajo no tiene finalidad comercial inspira mucho, da sensación de libertad. Y, sin embargo, en los trabajos por encargo me motiva la calidad técnica y dar una alegría a quien recibe las fotos.
DESEOS, AMBICIONES, PROYECTOS…
Un deseo constante es llegar a hacer fotos con la misma soltura y naturalidad con la que, por ejemplo, hablamos o escribimos. Que sea una forma más de comunicación.
La ambición de siempre es la de fotografiar a las personas que admiro, y entre los proyectos, de momento, publicar el cuarto calendario para el 2009.
¿CÓMO ES TU TRABAJO?
Al principio fue el blanco y negro, cuyo poder de abstracción permite dar un gran significado a casi cualquier cosa que se fotografíe. Es lo que hice en mis comienzos, y es una gran escuela. Después, me he ido especializando en books de modelos y actores, fotografía editorial, arquitectónica, reportajes turísticos, food, still life, fotoilustración. Diversificar ha sido la forma de sobrevivir, a falta de bodas, bautizos y comuniones…
