Texto de Vicente Martín
Si Nirvana se consagró a nivel mundial con su Unplugged in NYC, sería irónico que quien tocó la batería en dicho «Unplugged» consagrara a sus Foo Fighters con este Skin and bones, revisión acústica de todos sus grandes temas.
Pero si el disco de Nirvana era más intimista, calmado y con una aparente sencillez, Skin and bones viene como un complicado proyecto, en el que destacan nuevos arreglos de teclados y cuerdas (contaron con la participación de la violinista Petra Haden) en canciones que resultaron tan agresivas como el sonido que caracterizó al grupo de Dave Grohl.
Recoge lo mejor de tres conciertos ofrecidos este verano en Los Ángeles, y que recuerda el disco 2 de su anterior trabajo, In your honour. «Everlong», «Hero», «February stars» (una de sus mejores canciones), «Walking after you»; menos «Monkey wrench» está lo mejor de su segundo trabajo: The colour and the shape, su mejor disco y lo que es significativo, pues éste lo sacaron hace 10 años.
De su último trabajo sólo incluyen una histérica versión de «Best of you». Si añadimos la bonita versión de la cara B de Nirvana, «Marygold», podemos reflexionar y pensar que este disco es un intento por alcanzar la popularidad y respeto conseguidos en el pasado y perdidos con sus dos últimas producciones.
Nirvana sacó su unplugged en lo mejor de su carrera; fue un experimento y lo accesible que hizo al grupo a las masas fue una de las cosas que Kurt Cobain no soportó. Ahora, los Foo Fighters, en plena decadencia, intentan salir a flote con este unplugged. Bueno, desde luego es mejor que sacar un recopilatorio a secas.