Jardiel, un escritor de ida y vuelta


Hasta 12/02/17
Teatro María Guerrero

Info práctica: https://experpento.com/event/jardiel-un-escritor-de-ida-y-vuelta/

El mundo se divide en dos tipos de humanos, los adoradores de Jardiel Poncela y los que no lo han leído nunca. Posiblemente sea nuestro escritor de comedia más brillante de todos los tiempos y quizás sea por esa obsesiva comicidad –a veces profunda y otras muy inocente y entrañable de saltimbanquis, saltinsillis y saltinmesis– que no se le haya colocado junto a los otros grandes escritores españoles de inicios del siglo XX.

Jardiel, un escritor de ida y vuelta es un juego teatral de Ernesto Caballero para poner sobre las tablas Un marido de ida y vuelta y al mismo tiempo reivindicar al autor. En escena catorce actrices y actores se sirven del preámbulo y los entreactos de la obra original, que vemos íntegra, para reflexionar en torno al retorno de Jardiel Poncela: «La versión de la obra es pulcra y respetuosa, pero he introducido algunos añadidos en los que trato de destacar y poner de relieve la propia figura de Jardiel; sus vicisitudes, su peripecia vital, sus contradicciones y su excepcional personalidad. Él fue todo un personaje y esa es la razón por la que hago que aparezca en un espacio indeterminado, volviendo después de muerto, como dice el título y como hace el personaje de Pepe, al mundo de los vivos. Juego con la idea de que Jardiel regresa a nuestro mundo, al mundo del teatro».

“Jardiel ha sufrido un trato injusto por parte de la crítica literaria por razones básicamente ideológicas, incluso podríamos decir, por rencillas interdepartamentales. (…) Este esquematismo es propio de sociedades que en lo cultural están poco desarrolladas”
[Ernesto Caballero]

La obra, definida por el propio autor como «hija del humorismo y la poesía» cuenta la historia de Pepe, que muere no sin que antes su apuesto amigo Paco le prometa que si él falta, dejará en paz a Leticia, su mujer. Paco no cumple y dos años después Pepe se aparece como espectro vestido de torero para pedir explicaciones y recuperar el amor eterno de Leticia. Jardiel fue un amante compulsivo. Decía que no podía escribir si no estaba enamorado. Josefina Peñal lo abandonó dejándolo a cargo de su hija Evangelina. Con la actriz Carmen Sánchez Labajos tuvo a Mari Luz, su segunda hija y permaneció a su lado hasta su muerte. Pero su vida estuvo llena de romances y de ahí que uno de sus temas preferidos fuera la infidelidad. «La obra misma –señala Caballero– es la metáfora de lo irrecuperable. Es divertidísima, pero existen momentos de nostalgia. Siempre se ha dicho que los terceros actos de las obras de Jardiel son peores, pero en este caso no es cierto; el tercer acto de esta obra es el que da sentido a todo el juego teatral; es el desgarro, la historia de amor imposible, el recuerdo, la nostalgia por recuperar lo que ya pasó».

Ernesto Caballero también reflexiona en torno a los principios políticos de Jardiel, que por no posicionarse sufrió como un auténtico militante: «Hemos recuperado textos en los que se puede comprobar que era ajeno a cualquier ideología. Siempre dijo que más que el sí a cualquier movimiento, era una persona del no a los extremismos. Sus obras fueron en muchas ocasiones un gran éxito, pero también sufrió censura, tanto en las comedias, que se vieron recortadas y mutiladas, como en las novelas, que fueron directamente prohibidas. Es más, Jardiel dejó de escribir novelas porque sabía que se las prohibirían».

Entusiasta de las obras con muchísimos actores y de escenografías aparentemente sencillas pero extremadamente complicadas Ernesto Caballero explica el montaje: «La obra tiene un claro elemento pirandeliano. Sucede en un teatro. No hacemos una escenografía descriptiva, sino que aludimos a los espacios (el salón, la habitación), de una manera muy esquemática. Estamos asistiendo a una celebración teatral, y esa es la razón de que se reproduzcan los palcos y la platea del teatro en una magnífica creación de Paco Azorín. Toda la obra se desarrolla en el teatro. Invocamos al fantasma de Jardiel a través del teatro y él invoca a sus personajes a través del teatro. La obra comienza con un maravilloso baile de disfraces. El carnaval como metáfora de la vida. Todo es juego teatral. El juego de la vida y el juego del teatro llevados al escenario».

Normalmente acabamos los artículos con una enumeración de motivos para ver la obra. En este caso, solo necesitamos uno: es a Jardiel Poncela a quien descubriremos. Y es en el María Guerrero y cuenta con un equipo de lujo.

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