Entrevista de R. Muñoz
Foto cortesía de Creaccion ©
Cuando a día de hoy, la crítica especializada es benevolente e incluso, muy positiva con un disco marcado con la etiqueta de flamenco fusión, es que ese disco es muy bueno. Y esto es lo que ha ocurrido con Gipsy Evolution. Y cuando un disco de esas características emociona, lo que ocurre en directo puede ser apoteósico.
Esa es la opinión general entre todos los que alguna vez han ido a ver a Lin Cortés sobre las tablas. El 24 de abril estará en la Sala Paddock, en el marco de Festimad. Así que teníamos una buena excusa para entrevistarle.
Sabemos que eres sobrino de «El Pele». ¿De dónde vienes tú musicalmente?
Yo me crié escuchando flamenco. Mi familia es de artistas, aunque luego se dediquen a otra cosa. Todos cantan y bailan. Tengo tíos que hicieron bolos y todo y luego se casaron y pasaron. De chico, cuando mi padre me preguntaba lo que quería de Reyes, pedía instrumentos. Lo primero que recuerdo es un Casio PT1. Luego crecí y descubrí que había más música y también me gustó.
«»Ángel negro» es de una época en la que estaba soltero, solo, y me fui a vivir a una nave industrial. Es una canción más rock, más golfa. Sin embargo, «El alma» surge de un enamoramiento».
En Gipsy Evolution encontramos un tema como «El alma» y otro como «Ángel negro»… ¿Qué pensaste tú cuando escuchaste el disco del tirón?
La verdad es que cuando uno se mete a grabar un disco, lo escucha tantas veces que acaba harto. Pero yo sé que encuentras películas muy distintas. «Ángel negro» es de una época en la que estaba soltero, solo, y me fui a vivir a una nave industrial. Es una canción más rock, más golfa. Sin embargo, «El alma» surge de un enamoramiento.
Tú eres lo único que une las canciones…
Es que hay canciones como «El alma» que tienen doce o trece años. La voz de «El Pele» ahí es de esa época, y la guitarra de Raimundo también. Son grabaciones de cuando me compré un equipo de sonido muy barato, malo. Las tenía ahí guardadas. Pensamos en volverlo a grabar, pero quedó tan bien que dije, ea, no repito. No voy a perder eso para ganar en calidad de sonido. Este es un disco que se ha ido cociendo muy lento.
«Con Vicente a parte de tocar en sus directos, he grabado un par de discos. Con Estrella Morente estuve de gira durante su primer disco. Con Raimundo he tocado durante más de seis años…»
Colaboraciones de Vicente Amigo, Estrella Morente, Raimundo Amador, «El Pele», La Negra, Alba Molina, Charlie Cepeda… Anda, que si el disco va y te sale mal…
Claro, pero es que fue fácil. Con Vicente a parte de tocar en sus directos, he grabado un par de discos. Con Estrella Morente estuve de gira durante su primer disco. Con Raimundo he tocado durante más de seis años… no son colaboraciones que hayan venido de una compañía, que son las que suelen reunir a los artistas. Es más orgánico, más natural.
Es que una carrera en segundo plano como la tuya la querrían muchos… ¿A eso se refiere Manuel Molina –Lole y Manuel– cuando dice que Gipsy Evolution es un disco hecho desde la humildad?
Sí, supongo que sí. Manuel Molina no es de mi familia, pero como si lo fuera. Él me conoce desde siempre y sabe cómo me tomo el trabajo, con qué cuidado procuro hacerlo todo, con otros músicos y ahora con mi disco.
¿Te imaginabas que ibas a tener tantas y tan buenas reacciones entre el público y la crítica?
Mi socio David, al que yo le voy enviando los artículos en los que salgo, me decía el otro día «A ver si alguien ya habla mal del disco, que va a parecer que los tienes a todos pagados». Es maravilloso. Y además, muchas son críticas de gente que controla.
En El Mundo dicen, literalmente «Ya quisiera Prince hacer un disco así». Tiene que dar hasta corte…
Sí, justo, sentí corte. Lo retuiteé cuando me lo compartieron, pero te juro que me daba vergüenza, y no lo he publicado en mis perfiles, no fueran a pensar que eso lo había dicho yo. Es que además para mí Prince es un ídolo.
«Hace unos días me dieron un premio en el Secretariado Gitano, y ahí me di cuenta de que todo ha cambiado mogollón».
Viendo cosas sobre ti, deducimos que Gipsy Evolution, es mucho más que una expresión molona… ¿no?
Sí. Es que yo tengo muchas ganas de que tenga lugar una evolución. Hace unos días me dieron un premio en el Secretariado Gitano, y ahí me di cuenta de que todo ha cambiado mogollón. Y el título era un poco un grito, un deseo. También salió de amigos a los que les gusta la música negra, que al escucharme me decían, «esto es flamenco evolution». A mí me parecía una falta de respeto usar la palabra flamenco, así que la cambié por gipsy.
¿Cómo te enfrentas a tu concierto en la Sala Paddock?
Haré lo que hago siempre. Ya he anunciado colaboraciones, pero eso no quita que si reconozco a algún músico entre el público, no lo vaya a subir. Más que conciertos, hago fiestas. Improviso constantemente, según me vienen ganas de hacer una cosa u otra. Canto los temas del disco, pero también alguna versión… Y esto lo puedo hacer porque llevo a la mejor banda del mundo. Hago un acorde con la guitarra, los miro y ya saben lo que quiero tocar y me siguen. No me imagino con conciertos muy planificados, me aburriría muchísimo. Me dejo llevar por la emoción.
Más información: http://lincortes.com/
Mira:
Lee la entrevista a Lin Cortés en la «edición impresa» de ExPERPENTO:
Link: http://issuu.com/experpento/docs/experpento_abril_mayo2015_web/10?e=2897458/12336071