Maya Hansen: «La mujer que lleve un corsé tiene que ser decidida, atrevida y tener las cosas claras»


Entrevista de Raquel Álvarez
Retrato de Maya Hansen de Marcelo Aquilio
Fotografías del desfile de Ugo Camera cortesía de Cibeles Madrid Fashion Week

Maya Hansen es una joven diseñadora de moda, conocida por sus corsés. De padre argentino y madre danesa, tiene su estudio en Madrid donde pone mucha pasión en cada nueva idea que tiene para un diseño.

La entrevista se lleva a cabo la tarde del sábado 17 de septiembre, en el backstage de Pasarela Cibeles, donde en menos de un día se produciría su debut en esta importante cita para la moda. Su desfile fue todo un éxito, tanto que llegaría a ser Trending Topic en Twitter durante el domingo 18 de septiembre.

¿Cuándo sentiste que deseabas dedicarte al mundo de la moda?
La verdad es que hice bachillerato de artes, y luego hice el ingreso en Bellas Artes. Pero, no me veía entre escultura, pintura… O sea, era demasiado abierto, y yo quería algo más específico. Siempre me habían llamado la atención los textiles, pero nunca pensé que podría haber una carrera que fuese Diseño de Moda. Me enteré por un amigo, que me sugirió estudiar moda. Me veía como diseñadora textil, y esto fue en el 97, así que hace ya unos cuantos años.

¿Cuál fue la razón que te llevó a crear corsés y no otro tipo de prendas?
Fue un poco por casualidad. Un buen día me probé un corsé en una tienda en Berlín y observé cómo quedaba y cómo me estilizaba: te reduce la cintura y te sientes más femenina. Y a raíz de probarlo dije que eso era lo que realmente quería hacer el resto de mi vida. Porque había estudiado moda, pero no me había especializado en corsés. Hasta que no decides que eso es lo tuyo, das muchas vueltas y no tienes por qué tenerlo claro desde el principio.

¿Para qué grupo de clientela estaban dirigidos tus diseños en tus comienzos?
Al principio todo era más gótico, más oscuro. Pero poco a poco, las clientas se han vuelto más sofisticadas y son más conocedoras de marcas de alta costura. Digamos, que empezaron siendo muy jovencitas y ahora la clienta media tiene unos 30-35 años. El nivel adquisitivo también ha variado porque los corsés, a la par que han subido la calidad, han subido el precio. Hemos ido evolucionando.

¿Cuál sería para ti la definición idónea de un corsé bien hecho?
Técnicamente, para que un corsé esté bien hecho, para mí es fundamental que tenga ballenas de metal. Nosotros los forramos con raso, eso es algo que incorporamos nosotros y no lo tienen otras marcas. Normalmente llevan una especie de sarga que se ve y queda mal acabado. Nosotros le damos la belleza de una prenda de casi costura llevada al mundo del corsé. Y también hemos añadido una serie de acabados extra. Compras de los mejores corsés del mundo, inviertes para ver su técnica y a veces no es lo que tú quieres y al final creas tu propia técnica, que es lo bonito y lo que nos diferencia del resto.

Se suele decir que para presumir hay que sufrir y se tiene la certeza que los corsés precisamente cómodos no son. ¿Cuáles crees que son los motivos que llevan a las mujeres para seguir eligiendo esta prenda en pleno s. XXI?
Pues lo mismo que lleva a una mujer ponerse un tacón de doce centímetros: quieres verte más guapa. Los corsés fueron una obligación durante mucho tiempo; y en este momento, la mujer que compra mis corsés se los pone por el placer de verse más guapa, y que la vean más guapa. Con un tacón tampoco estás cómoda, pero te ves más guapa, más esbelta, más estilizada…

¿Existe un tipo de corsé específico para cada mujer?
Mucha gente piensa que sólo las chicas delgaditas o que estén bien formadas pueden llevar corsés y yo pienso precisamente lo contrario, que con más formas donde apretar, el efecto del corsé es mucho más llamativo. Se nota más la reducción, se nota más el cambio. Tengo clientas con una talla 52 y les quedan estupendos, pero por supuesto, la mujer que lo lleve tiene que ser decidida, atrevida y tener las cosas claras. La talla da igual.

¿Alguna vez pensaste que desfilarías junto a los más consagrados?
La Pasarela Cibeles es lo más grande que hay en España. Lo piensas y lo deseas, pero lo ves como algo lejano. Soy una persona prudente, tengo los pies en la tierra y no me gusta ilusionarme con cosas que no son del todo posibles. Hasta que no desfile mañana, no sentiré que estoy aquí.
Esta es la primera vez que una colección tuya se exhibe en la Pasarela Cibeles y sólo después de tres temporadas desfilando en EGO…
Lo normal suelen ser cuatro convocatorias de EGO, para que luego puedas pasar a Cibeles o estés en la Zona OFF. Preveía que si me iban muy bien las cosas, a lo mejor en septiembre del 2012, podría ver mi primera colección en Cibeles. Que sea un año antes significa que reconocen tu trabajo; y lo agradezco. Es una responsabilidad muy grande. Supongo que los periodistas estáis más pendientes de mí en esta edición porque soy la nueva, y quiero estar a la altura. Yo creo que preparándolo bien, lo vamos a conseguir.

Tu nueva colección se llama «Knotted». ¿En qué te has inspirado para crearla?
«Knotted» conlleva enredo, caos, nudos… y a la vez es una palabra que está muy relacionada con los corsés, por el tema del entrelazado. He intentado crear texturas con materiales de apariencia rústica (trenzas, pelo, flecos, lana mechada…), y colores como el beige, terracota, dorado… Todo mezclado con algo, que para mi punto de vista es bastante moderno, como es el corsé en el s. xxi. Es como un retrofuturismo: volvemos al pasado, pero estamos en el «futuro». También la he mezclado con piezas de Assad Awad un diseñador libanés que ha colaborado con Thierry Mugler, uno de los grandes de la corsetería a nivel mundial y que conocí a raíz de que los dos le hicimos un traje a Lady Gaga. Es una de las colaboraciones fuertes, junto con la nueva línea de calzado.

¿Podrías adelantar un poco cómo es esa línea de calzado?
Es la primera línea de calzado que la diseñadora Esther Calma ha hecho para Maya Hansen. Está acorde con la colección. Son peep-toes con mucha cuña y plataforma, con una especie de trenzas y colas al final, como si fueran una cola de caballo. Tienen un punto irónico, son muy modernos a la vez que muy sexys.

Ya que has mencionado a Lady Gaga, ¿qué otra mujer te gustaría que llevase tus corsés?
Ahora estamos pendientes de Dita Von Teese. Hay una posible colaboración y creo que por fin se va a hacer realidad. La conocí hace un año, y sé que tiene algún corsé mío, pero nunca había surgido el momento.

Enhorabuena, creo que era una de tus mayores aspiraciones…
Gracias, la verdad es que sí. Estoy muy ilusionada; pero hasta que no lo haga, como he dicho antes, no lo creeré.

«Ahora estamos pendientes de Dita Von Teese. Hay una posible colaboración y creo que por fin se va a hacer realidad»

Además de en España, ¿en qué países son más populares tus diseños?
Vendo en Polonia, en Japón, en Estados Unidos, en Alemania, en Reino Unido y también estamos vendiendo en Francia. Aquí en España, en tiendas especializadas en alta lencería, como Lily Blossom o Le Boudoir. Es todo muy exquisito y sexy.

¿A qué razones crees que se debe?
La clienta es más atrevida. En España, aunque no lo parezca, somos bastantes clásicos, en especial en Madrid. Yo noto la diferencia incluso entre Madrid y Barcelona o Valencia. Los madrileños somos más clásicos, más castizos… Pero me gusta, porque así doy dos puntos de vista: el más atrevido de países como Estados Unidos, donde la clienta está acostumbrada a vestir de muchas maneras o el de la española, que es un poco más recatada. Pero me gustan las dos.

La base de tu firma son los corsés, pero ¿has pensado en ampliar a otros tipos de prendas?
Sí. De hecho, en ésta hemos metido más prendas que en otras colecciones, como cazadoras, pantalones… Pero sí, si entras en mi página web lo que encontrarás serán sobre todo corsés.

¿Una profesión con tanta competencia como la moda, tiene más oportunidades en el extranjero?
Yo creo que sí. Al principio me sentía más cuidada en el extranjero. Cuando sales de tu país eres lo nuevo, lo exótico. Pero ahora empiezo a promocionarme en mi propio país, y me gusta mucho, aunque soy hija de danesa y argentino, y me siento internacional. Me hace ilusión que se empiece a valorar a la gente de aquí, a los jóvenes que llegamos.

¿Qué les dirías a los lectores de ExPERPENTO que quieren dedicarse profesionalmente al mundo de la moda?
Que tengan calma, que no es nada fácil. Nos ha costado siete años llegar, y hay gente que llega en menos. Y si las cosas no van como uno quiere, que no tiren la toalla. No se trata de llegar antes, sino de llegar y de levantarse cuando uno se cae. Y mucha paciencia.

Anterior MATERIAL DE DISECCIÓN. Alis
Siguiente Londres