Con tan sólo 25 años, María Clé se ha hecho un hueco en la moda española. El pasado mes de diciembre ganó el Certamen de Jóvenes Diseñadores del País Vasco, su tierra natal. Y en el mes de febrero, logró otro gran premio, el Certamen Nacional de Diseñadores en Madrid, en el que participaban jóvenes de toda España. Sus diseños están demostrando que existe talento, y mucho, en las futuras promesas de la costura nacional. Su próxima cita, sin duda: Cibeles.
Mercedes Vuelta
Te has convertido en la ganadora del Certamen Nacional de Jóvenes Diseñadores con tu proyecto de fin de carrera «Con aguja e hilo… a fuego lento». ¿Crees que ser diseñadora de moda depende de la escuela en al que te preparaste o es vocación, talento…?
Es una vocación, no te metes en este mundo porque no sepas qué hacer, sino porque lo tienes muy claro y además cuentas con que el talento es necesario. Si a todo le sumas que te has formado con buenos profesionales, también te va a ayudar. Es el esfuerzo, la constancia y el trabajo de todos los días.
¿Cuándo dijiste «Mamá, quiero ser diseñadora?
De pequeña había jugado a hacerle vestidos a mis muñecas. Al principio me costó decidirme, porque no sabía que se podía estudiar diseño de modas, por lo que me metí en Bellas Artes, me vine a Madrid desde Vitoria, que era donde vivía. Luego estuve mirando escuelas de diseño y cuando pude, me matriculé.
Cómo surge el nombre de tu colección: «Con aguja e hilo… a fuego lento»
Se nos ocurrió a mi compañera de piso y a mí. Era la sensación que tenía ella al verme trabajar en la tesis. Más que el nombre de esta colección, es la filosofía de nuestro trabajo. Todo está muy cuidado y muy elaborado, transmite el cariño con el que se ha hecho… todo a fuego lento.
Cuéntanos cómo son estas prendas: las telas, los colores…
Predominan los tonos pastel, rosa, crudo, verde, aunque tienen pinceladas de tonos un poco más oscuros para favorecer con el contraste. Los tejidos van desde el lino, la seda, algodón, hasta encajes antiguos… Hay que destacar el reciclaje textil, es decir, cojo telas que me llamen la atención e intento transformarlas en otras. Son prendas muy cuidadas, exclusivas. Hemos buscado que sean diferentes, antiguas y hemos comprado toda la existencia, por lo que estamos limitadas a la hora de la confección y a lo mejor de una camisa nos salen sólo 12 unidades. También hay camisetas de algodón pintadas a mano por mí.
¿Nos puedes hablar de tus próximos proyectos?
Una compañera y yo ya hemos preparado la colección otoñoinvierno y la estamos presentando, hemos ido a tiendas, a unas cuantas revistas y en cuanto podamos pues iremos a Cibeles.
Se puede decir que con este premio te has consagrado como «una promesa de la moda»… ¿pesa este «título»?
Yo todavía no me veo como una promesa, me veo como alguien que está empezando, a la que le queda mucho todavía. Este premio no me lo esperaba en absoluto. En el mundo de la moda nunca sabes lo que te puede esperar porque somos muchos y hay mucho nivel. Lo complicado es empezar y decir… ¡a por todas!
Nosotros como consumidores sólo vemos el producto final, pero detrás de cada prenda existe un mundo, ¿no?
Hay un proceso que se pierde, que se desconoce porque no se ve. Suele haber un trabajo de casi seis meses. De momento mi proceso creativo es el que me han enseñado en la escuela, aunque poco a poco voy desarrollando el mío personal. Lo primero es tener la idea y desarrollarla. Ir poco a poco simplificándola… para empezar con el patronaje, las telas y es muy importante tener en cuenta los tejidos.
¿Consideras que se han ido reduciendo las tallas paulatinamente?
Sí porque hay un canon hacia las mujeres delgadas y sin curvas, entonces los diseñadores tienen su patronaje hacia este tipo de mujer. Las tallas de mis diseños no son 38 pequeñas, son reales. Yo creo que aunque esta talla es pequeña, hay que aumentar unos pocos centímetros. Una mujer sin curvas no es para mí la realidad, a mí no me gusta y al final, todos tenemos derecho a vestirnos bien.
La Comunidad de Madrid va a desarrollar un plan para competir con la industria textil china. ¿Crees que se podrá competir con su mercado?
En España sale caro pero no creo que sea confeccionar, se paga lo que se debe pagar. La forma de trabajar la gente de allí no perece muy ética. Nosotras no estamos trabajando con talleres, lo hacemos todo con modista, lo que incrementa el precio final. La gente debería pensar más en el comercio justo.
¿Qué es para ti la moda?
Es una profesión apasionante, exige muchas horas de trabajo, pero es muy vocacional. Compensa.