Entrevista de Vicen Martín
Fotografías, incluida portada de Rafael Piñero
Todos creíamos que conocíamos a René Pérez Joglar por Calle 13 hasta que salió a la luz su primer trabajo como Residente. Es difícil poner etiquetas a la música, pero en este caso es complicado incluso definir si estamos ante un proyecto musical. Porque sí, hay un disco con canciones, pero es un CD que cuenta una historia, que se basa en un estudio de ADN del propio artista y que incluye vertientes que van de lo audiovisual –de los vídeos y del documental– al diseño online. El monstruo crece con la gira. René promete un espectáculo para ser vivido. Lo podremos disfrutar en julio en Río Babel, en Madrid. La sensación es que nunca estuvimos ante nada con estas dimensiones, que él, Residente, resume con una única palabra: «concepto».
Residente es un disco porque tiene forma de disco, pero quizás también es una serie, o una película con varios capítulos…
Sí, es un disco que está definido todo él como un concepto. No hay muchos discos así, en general, y en mi carrera tampoco hice nunca un disco que almacenara todas las canciones en la definición de un concepto. Siempre había hecho canciones con una idea individual muy fuerte. Aquí todas las canciones están enlazadas por mi ADN. Me hice una prueba y con los resultados me fui por todo el mundo a hacer música. Y al mismo tiempo todas las canciones tienen una razón de ser. Las canciones te van contando una historia que se inicia en el principio de la humanidad, sigue por la guerra, el apocalipsis y ya hacia al final, hay una mirada al futuro. Cada tema cuenta algo, son canciones muy fuertes, pero el orden te va contando algo.
¿Cómo surge «Desencuentro»?
«Desencuentro» es el primer tema que hice. Todavía el concepto del disco no estaba claro. Tengo sangre de Francia, por eso el tema está en francés y en español. Y lo que hice fue jugar a nivel armónico. Es suficiente que la idea de un tema sea sólida para que llegue a la gente de una manera muy directa. Utilicé la misma secuencia armónica para enfatizar esa energía que hay. La selección de la cantante también está en el concepto. Seleccioné a Soko específicamente para este tema. Es actriz y es cantante y lo interpreta súper bien.
¿»Desencuentro» sería un resumen del disco o un capítulo de la historia?
«Desencuentro» es el segundo sencillo, que en el disco está hacia la mitad. Se puede leer como un tema de amor, pero también tiene su sitio dentro de lo que te decía del ADN. La humanidad que surge en Kenia, parte para Australia, para China, para los países del norte…. la humanidad se desencuentra y luego se encuentra… también se puede leer así.
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El primer tema que pudimos escuchar fue «Somos anormales».
Sí, el primer sencillo fue «Somos anormales», que es con el que empiezo toda esta historia. El videoclip está grabado en Madrid, aparecen grandes actores como Leonor Watling, Juan Diego Botto, Oscar Jaenada… también está John Leguizamo.
“Con Residente estoy proyectando más esa parte del arte que quizás el espíritu social, la energía, el carisma de Calle 13 tapaba un poco”
Las colaboraciones merecen su apartado. Me hablabas de Soko y también están: el guitarrista de influencias tuareg, Bombino y el compositor lírico y de bandas sonoras Goran Bregovic… ¿Cómo surgen? ¿Cómo inciden en el trabajo?
Ellos han formado parte de la película que yo mismo he montado. Colaboran conmigo y yo creo que también con ellos. Es un proceso de aprendizaje mutuo que necesariamente surge cuando entramos en la idea creativa. Yo creo que el disco, lo más chévere que tiene es que se siente honesto y puro. No intento ser inaccesible ni pretencioso, es bastante cercano y orgánico. Y esto se nota también en las colaboraciones, se nota ese aprendizaje mutuo. Ellos nunca se habían puesto en la situación en la que yo les puse y yo nunca había estado en esa situación en la que yo mismo me metí.
¿Por qué no se llama Encuentro?
Cuando hice el tema «Desencuentro» yo estaba pasando por un periodo de desencuentro y luego se me ocurrió lo del ADN, hacer el disco… y conecté con todo lo demás. Originalmente mi idea era basarlo todo en ese concepto del desencuentro, pero al final quise regalarle a la gente un encuentro musical.
¿Cómo te comportas fuera de Calle 13 a nivel compositivo e interpretativo? Quizás hay ahí una tensión entre responsabilidad frente a libertad, no sé…
Soy el mismo. No tengo un cambio de comportamiento a nivel de ser humano. Soy el mismo. A nivel musical, pues obviamente en Calle 13 siempre tuve muchas libertades. Pero ahora siento que tengo más espacio y quizás eso se refleja en todo el diseño. Puedes visitar mi web y te da una pista sobre lo que quiero decir. Con Residente estoy proyectando más esa parte del arte que quizás el espíritu social, la energía, el carisma de Calle 13 tapaba un poco. Ahora lo he puesto a otro nivel, o al menos la gente se da más cuenta. Hay un estudio, un análisis artístico en cada canción, en cada diseño, en cada vídeo….
Supongo que un tema de Residente no tendría cabida en un disco de Calle 13.
Ninguno podría entrar, o quizás podrían entrar todos, pero ya no es posible. El disco es una evolución, es imposible que el futuro esté en el pasado. Pero también es una verdad que donde llegué es gracias al pasado. Esto no estaría ocurriendo sin mi propia historia en Calle 13. Pero es una evolución. Si no lo fuese, no habría desarrollado el proyecto. Tampoco con Calle 13. Es una evolución musical, conceptual, estilística…
Es un trabajo ecléctico, como tu trayectoria. No sé si es posible resumir en una entrevista todas las influencias…
Se notan mis influencias. En el pasado se mezclaban más con las de mi hermano. Obviamente sin mi pasado, el disco sería distinto. Me dediqué a buscar y a diseccionar justo lo que necesitaba para contar lo que quería contar. En África, por ejemplo, agarré todos los sonidos que pude y fueron un montón. No quería hacer world music, por respeto a Calle 13. No puedo pretender imitar lo que ellos llevan haciendo toda la vida. Con Residente tenía que hacer un sonido nuevo. Yo era el diseñador, y a la hora de crear la estructura de los temas, fui buscando los sonidos de cada país que visité motivado por mi ADN. También quería enseñar algo que siempre estuvo ahí. Estuve ocho años en Bellas Artes y quise reflejar la búsqueda del concepto que se da en otras disciplinas, pero que en música muy pocas veces está presente. Los productores, por ejemplo, no lo valoran. Valoran la estructura, la melodía, la armonía, la letra… pero no valoran el concepto, que para mí es el alma del tema. En el disco, se crean secuencias armónicas simples, que se complican con la voz, con los arreglos, con los tambores, con cada sonido, con cómo lo canto yo, con cómo lo digo, con las colaboraciones… Estos son aspectos que alimentan el concepto hasta que se convierte en algo grande.
“Estoy encargándome de hacer algo virtual, para que la gente viva una experiencia, y sienta que viaja mientras está en el concierto”
Escuchas un tema y piensas, no puede haber otro mejor, y el siguiente no sé si lo supera, pero te vuelve a hacer sentir lo mismo… ¿Te ocurre a ti esto? ¿Tienes alguna canción preferida o estás orgulloso en general?
También pienso que todos los temas tienen una fuerza y una personalidad increíbles. Estoy orgulloso en general. Escuchas uno y te gusta porque es juguetón y gracioso y te recuerda a esa época en la que yo usaba mucho el humor negro. Hay temas que son más serios y otros que son más bonitos o sensibles. Hay unos muy fuertes, como el de la guerra… Es un disco que a diferencia de otros, en los que siempre había un tema estrella, todo sobresale a su manera. Y esto es lo que hace que lo importante sea el proyecto completo. En Estados Unidos, en iTunes, el disco se puso en el número uno cuando salió, pero no hay ningún tema que esté muy por encima de otro. Esto significa que la gente lo está escuchando completo. Esto está bueno.
En cuanto a la producción, tienes mucha experiencia por Calle 13 y por otros músicos. Aquí hay un proceso distinto, fuera de tu zona de confort, ¿no?
Yo me saqué solo de mi zona de confort. Además de tirarme medio al vacío para hacer una cosa nueva, con otro nombre, con todo nuevo… también hice cosas que nunca había hecho antes en producción. En el pasado siempre trabajé las letras, las melodías, las colaboraciones, pero casi no componía. Componía porque es parte de todo, pero no agarraba el instrumento y me ponía a sacar los acordes y las armonías. Otra cosa que hice nueva fue la selección de quién iba a mezclar. Eso lo hacíamos siempre en equipo, pero mayormente era mi hermano quien decía: «mira, vamos a seguir con este tipo». Busqué a Tom Elmhirst, que es para mí de los mejores mezcladores que hay, mezcló por ejemplo «Back to black» de Amy Whinehouse. Es de Londres y no lo agarré solamente porque es buenísimo, sino porque nos conocimos y nos hicimos amigos. Esa es una buena forma de trabajar. Pasé por todas las etapas para este disco y aprendí un montón.
Hay un documental rodado como un making off… Todas estas historias, paralelas, nacen con la idea del disco o van surgiendo…
Parte y parte. Algunas cosas estaban pensadas. Yo tenía el mapa. Tan pronto se me ocurrió mezclar la música con la historia de la humanidad, vi que ahí había un documental. Pero en el proceso todo fue cambiando, todo fue evolucionando, según decidíamos movernos hacia otros lados. El documental es espectacular y completa el concepto. La idea era que saliera antes del disco, pero no fue posible. Iba a presentarlo en festivales, pero ahora se está negociando para que salga en plataformas digitales y sea accesible a la gente. El documental completa el trabajo. Vas a escuchar el disco de otra manera cuando lo veas.
En la parte audiovisual están los videoclips. Has encontrado una forma de expresarte en la que te sientes cómodo, ¿no?
Me siento bien cómodo dirigiendo. Siempre me gustó escribir las ideas y estuve metido en los vídeos de Calle 13 y a poco me he metido más. En el caso de Multi Viral estuve ahí de lleno. Escribía los guiones completos y se los pasaba a un director. Para este trabajo, busqué directores pero no podían participar y por necesidad, acabé dirigiendo yo. Y me he dado cuenta de que me gusta y lo voy a seguir haciendo. No voy a llamar a más nadie, a no ser que tenga un motivo. He visto que si lo hago yo, las ideas de mi cabeza, salen exactas a como las tenía pensadas. Quizás fallo en alguna que otra cosa, pero me encanta el proceso. Me gustaría hacer cine algún día y los vídeos me han servido de práctica, son pequeños cortometrajes. En cada uno aplico cosas nuevas. «Somos anormales» es mucho más épico, con setenta extras y «Desencuentro» es todo lo contrario, lo ruedo en un pequeño restaurante. Los trabajos de cámara son distintos, hay efectos especiales, las localizaciones también cambian, uno es en Madrid y otro en París, trabajo con actores importantes… Los vídeos son una práctica para el futuro.
«Somos anormales» está restringido en youtube por contenido explícito.
Me parece una estupidez. No puedo entenderlo, aunque tengo que entenderlo, porque es la plataforma que hay y tienen sus normas. Ese vídeo podría estar rondando los noventa millones de views y tiene cuatro millones. Es triste y molesta mucho que suceda esto cuando puedes ver sin restricciones vídeos mucho más fuertes, vídeos violentos.
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¿Cómo harás para reflejar todo lo que hemos ido hablando en un concierto?
¡Tengo músicos! Son duros, tocan bien, van a hacer el trabajo bien. Y tengo los visuales. Estoy encargándome de hacer algo virtual, para que la gente viva una experiencia, y sienta que viaja mientras está en el concierto. Estoy preparando todos los temas del disco y estoy acoplando al nuevo sonido algunos de Calle 13. Los voy a integrar visualmente a la nueva etapa.
Nos imaginamos un concierto que deje salir la energía que en un CD queda como muy apretada…
Sí, en el concierto va a haber una evolución visual, igual que la evolución humana. Parte de la idea de que todos somos residentes de este mundo. Va a tener una onda que circulará entre lo serio y el humor negro.
En Madrid estás en Río Babel. ¿Va a ser concierto como los del resto de la gira?
En Europa tengo varios conciertos de dos horas más o menos y en Madrid, aunque sea un festival yo espero que me dejen tiempo para hacer el concierto que yo quiero. Ahí yo veo cómo resuelvo esto.