Texto de Vicen Martín
Para la gran mayoría “At the door” fue la toma de contacto con The Strokes después de nada menos que siete años. Fue en los directos de 2019 cuando volvimos a reencontrarnos con un sonido a la altura de la banda.
«At the door» es un tema que no arranca, y no del todo, hasta el minuto tres. En él predomina el sonido de un analógico teclado retro y la voz de Casablancas. El resultado es un tema muy aparente y hasta sugerente y que a muchos dejó algo fríos. Pero ya en 2019, en sus primeros directos previos a la grabación del disco, los asistentes pudieron disfrutar de la más convencional y típica canción de los Strokes: “The adults are talking”. El tema es el que abre este gran disco.
Este retorno ha estado a la altura de las grandes cosas que han hecho, y lejos de cosas para olvidar completamente, de las que también son responsables.
Muy atrás queda el más que digno Comedown machine (2013). Siete años dan para mucho, incluso para renegar de tu banda de toda la vida, encontrarte a ti mismo y plasmar tus verdaderas ideas. Impulsados por las ganas de hacer cosas sin necesidad de la aprobación de los demás miembros de la banda: Casablancas, Valensi, Hammond Jr., Fraiture y Moretti apostaron por sus respectivos proyectos más relajados: The Voidz, CRX, Summer Moon o Little Joy, en los que tuvieron esa libertad creativa que tanto ansía el artista.
El disco del año
Pero al igual que la cabra tira al monte y la guitarra eléctrica tira al ampli, en 2016, a Valensi se le “escaparon” ciertos comentarios sobre el nuevo disco con The Strokes.
En 2020 apareció “At the door”, publicado en plataformas. Y con el mundo colapsando, nos llega la gran “Bad decisions”, como un soplo de aire fresco. Es una pequeña octava maravilla condensada en apenas cinco minutos. El pop, las guitarras eléctricas sin artificios, la suciedad mental, la decadencia de los 80, la frescura pesada de las letras siempre inteligentes de Casablancas… nos devuelven, de repente, a ese momento, 20 años atrás, en el que nos dimos de bruces con la genialidad de “This is it”, uno de los mejores debuts discográficos de la historia.
No por casualidad la fresca “Eternal summer” es el tema siguiente en el disco. NYC está ahí más presente que nunca, al más puro estilo del New Wave del que hicieron gala Blondie, The Cars o Television. Es un pop fresco y sintetizado, hasta funky y bailable, del que algunos se atreven a decir que suena a la Madonna de sus primeros años. Otro gran exponente de este disco sería la entrañable y bailable “Brooklyn bridge to chorus” que transpira puro sonido de los primeros años ochenta.
Lo que más he admirado de The Strokes es su capacidad de hacer de la cotidianidad magia pura. Es evidente en “Why are sundays so depressing” y en “Ode to The Mets”, tema que cierra este trabajo. y que es la forma que tienen de homenajear, sin salirse de su estilo, a los Mets, que es el equivalente al Atleti en el béisbol de Nueva York.
El disco huele a NYC de los 80 por su dos caras. La gran referencia está en la cubierta del álbum: una reproducción del cuadro de Jean-Michel Basquiat titulado “Bird On Money” y pintado en 1981.
Más información: https://www.thestrokes.com/
Sin duda, The new abnormal es uno de los discos del año.
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