Entrevista de Vicente Martín
Fotografías cortesía de Cyan
El pasado 17 de enero estuvimos en un estudio underground de Madrid, en la que era la primera audición del último trabajo de CYAN, Delapso que tiene previsto su lanzamiento el próximo 12 de febrero. Habían recibido esa misma mañana los premásteres del trabajo y ni siquiera tenían el orden definitivo de las canciones. Lo que parece claro es que nos encontramos ante un trabajo visceral, en el que CYAN suena más alto y energético. Se nota que el grupo ha apostado muy duro y ha volcado toda su emoción. Después de la audición hablamos con Javier, el cantante de CYAN.
Yo creo que debemos empezar con el título del disco… Delapso…
Si, mira. Entendemos la vida como un cúmulo de elementos de diferente intensidad y magnitud que se acumulan hasta el momento actual. Todo eso de alguna manera actúa como un mapa de cada uno, somos esos momentos, somos su significado. Eso es lo que entendemos como Delapso y sus canciones.
¿Qué cambios hay con respecto a vuestro anterior trabajo?
Con el anterior trabajo, giramos mucho y nos enfrentamos a situaciones muy distintas, en diferentes ciudades y diferentes momentos. Eso nos ha hecho aprender mucho de la música que hacemos. Hemos aprendido que hay canciones que caducan y otras no lo hacen. Ese aprendizaje se traduce en este disco. Hemos dicho… oye, tenemos que hacer algo que en sí mismo, consiga que nos sintamos a gusto, independientemente del lugar donde toquemos, de si hay mucha gente, del tipo de gente que hay en un concierto. Ese es el gran cambio, y la verdad es que esa filosofía ha tenido una repercusión muy fuerte en el proceso creativo. Sé lo que no quiero hacer, las canciones cargan con una experiencia aprendida.
¿Es autobiográfico?
Pues ahora que lo preguntas, no lo creo. La gran diferencia es que ahora sí que hemos vivido mucho, pero no se cuenta lo que hemos vivido. En este disco, para nosotros valía más el proceso creativo que el propio resultado final, aunque si el resultado final no nos gustaba, no entraba en el disco.
… muy existencialista ¿no?
Sí, hay cosas existencialistas… hay personajes que por algún motivo nos han interesado, en algunas canciones, hay ideas que algunos libros nos han disparado en la cabeza y que quería compartir con la gente…
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Está de moda hacer un blog contando la evolución del disco. En el vuestro empezastéis pero creo que hay solo tres días…
Sí, ahí se ha quedado colgado, pero no por nada, nos apetecía hacerlo, pero hubo un problema con la cámara y todo el material se perdió. Claro, tenemos documentada la primera parte del proceso: baterías, bajos, guitarras… pero la electrónica, las voces, las mezclas… no están. Y es porque se nos rompió la cámara.
Os habéis autoproducido y me ha llamado la atención que decís que con la autoproducción no se tiene una perspectiva externa de lo que hacéis. ¿Cómo lo habéis llevado?
El primer disco nos lo autoproducimos. El segundo casi. José Reinoso nos ayudó en lo artístico y con las mezclas. Con este elegimos hacer lo mismo que con el primero. Nosotros grabamos las canciones, las maquetamos, las escuchamos y las mezclamos. Sí es verdad que esto te puede llevar a una especie de espiral, no acabas jamás. Pero ya lo sabíamos del primer disco, así que decidimos desde el principio ser no más instintivos… decidimos que teníamos que cortar en el momento en el que nos sintieramos inducidos a seguir y seguir trabajando en una canción. Hemos dejado los temas en un estadio más primario. Ensayábamos mucho en el local, grabábamos lo ensayado, lo escuchábamos y si nos gustaba, seguíamos con otro tema. La idea era tener el disco grabado en dos semanas. Creo que ha sido la mejor manera de hacer este disco. Estamos muy contentos con el resultado.
Te digo mi opinión… lo que he escuchado hoy tiene unos empastes muy bien hechos. Están bien las guitarras ¡que además son dos!, están bien los teclados, la batería… Creo que el directo no puede sonar así…
Pues mira, en el anterior buscamos la diferencia. Pero nos dimos cuenta de que las canciones en directo nos gustaban más que en el disco. Entonces en este, intentamos todo lo contrario, minimizar la diferencia. Si nos vienes a ver, espero que notes que no hay distancia. Lo que hay grabado, en algunos casos son primeras tomas de guitarras, de bajos, de batería… que es muy poco habitual… casi sin edición.
Pues si me dices esto es que tenéis muchísima compenetración…
Compenetración y horas y horas de local. Todos tenemos bagaje, en este proyecto y en otras bandas, todos comocemos muy bien el instrumento que tocamos, todos sabemos qué puede aportar cada uno a cada canción. Las mezclas han sido muy sencillas, volúmenes y poco más. En este disco no hay trampa ni cartón y la masterización se ha hecho esta mañana…
¿Lo que hemos escuchado hoy ha sido masterizado esta mañana? ¡Así está fresca la cosa!
Sí, está muy fresca. Lo de esta tarde es una premasterización. Para esto hemos contado con la ayuda de un amigo que nos acompañará en los conciertos, y Jordi y Gorka, los dos guitarras siguen masterizando…
¿Y las temáticas? En la entrevista del anterior disco nos hablasteis de la distancia…
Ahí sí que hay otra gran diferencia. En los dos discos anteriores escribía en imágenes, evocaba ideas. En este, cada canción tiene unos cimientos sólidos. Esto no quiere decir que el que la escuche vaya a entender lo mismo que quería decir yo cuando la escribía, pero a mí me sirve para defender la canción, para cantarla como algo necesario, para encontrar en ella un alivio. En dos o tres canciones se habla del proceso creativo, pero las temáticas son muy variadas, podríamos intentar desgranar una a una, y aun así, no hablaríamos de todo…
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LA EVOLUCIÓN DE CYAN En este trabajo el grupo ha apostado por ser más existencialista que evocador en cuanto a las letras. CYAN también ha buscado la contundencia del sonido. En Delapso las guitarras cobran más protagonismo, al tiempo que el sintetizador pasa a ser un personaje secundario. |
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Creo que el single admite muchas interpretaciones… ¿Qué dices tú?
Uff, de momento estoy intentando frenarme, porque siempre tengo muchas ganas de explicar qué significa para mí cada una de las letras y me he dado cuenta de que es un error. Así que de momento, quiero que quede abierta la puerta, para que cada cual entienda lo que quiera y así, haga suya la canción. Sí que representa al resto del disco: es una canción visceral, quizás es menos bonita que otras, quizás es de digestión difícil, pero esperamos que una vez digerida el poso sea profundo.
«La herida» es una canción que entra muy bien… cuando la escuché pensé que iba a ser el single…
Sí que entra muy bien y precisamente por eso no es el single. No representa al resto de las canciones del disco. Es un ejercicio de sinceridad que nos hemos autoimpuesto.
Nos dices algo del videoclip…
Lo que puedo adelantar es que se grabará en Barcelona, y que vamos a intentar hacer un plano secuencia, que todo sea en una toma, y todo sucederá doce veces más despacio que en la realidad. La idea es jugar con el tiempo y con el concepto de lapso.
¿Qué esperáis que ocurra este año?
Pues de momento, el 12 de febrero sale el disco y a partir de aquí haremos una serie de acústicos y después de esto, intentaremos girar lo máximo posible para llegar con muchos conciertos a la temporada de festivales. De momento lo más que puedo decir es que este es un disco en el que confiamos… bueno, mejor dicho, este es un disco con el que nosotros estamos muy contentos.
Más información: http://www.somoscyan.com/
Lee la entrevista tal y como aparece en la versión impresa de ExPERPENTO: