Entrevista de José Miguel Campos
Elena Anaya no para. Inagotable, viajera y decidida, parece haberse convertido en la protagonista de su propio sueño… pero eso sí: con los pies en la tierra. En Miguel & William vuelve a transportarse a épocas pasadas para dar vida a Leonor, una joven duquesa castellana que a poco estuvo de cambiar la historia de la literatura para siempre. Tras estremecer a los norteamericanos en Van Helsing y meterse en el bolsillo a la crítica de aquí, parece que ya no hay nada imposible para esta guapa palentina de treinta y un años. De su vuelta a las carteleras, así como de sus futuros proyectos da cuenta en esta entrevista exclusiva para ExPERPENTO. Que la disfruten.
Miguel & William está a punto de llegar a nuestras pantallas. ¿Cómo presentarías la película a nuestros lectores? Es una comedia ingeniosa, divertida, original y muy diferente. Creo que nunca hemos visto algo así en España. Narra una anécdota, un cuento sobre un comerciante riquísimo que va de Londres a España con su hija para casarla con un noble. Para algunas mujeres en ese momento histórico, convertirse en una grande era lo principal, y ella cree que es lo que va a hacer mejor. Su llegada a España se convierte en una pesadilla, tiene que sobrevivir a esta nueva vida e intenta hacerlo a través del arte.
Leonor, tu personaje, se las ingenia para encandilar a todo el mundo y divertirse al mismo tiempo. Y tiene un cierto aire de mujer fatal… ¿Cómo fue meterse en su piel? Ha sido difícil porque es comedia, uno de los géneros más complicados en el cine. También fue difícil porque esta mujer es una todoterreno. Leonor es una tía a la que no se la pone nada por delante, es muy valiente, es superinteligente y rápida como los rayos y yo tenía que meterme en su cabeza. La parte más complicada para mí ha sido mantener el ritmo de comedia, es agotador. Al mismo tiempo, el rodaje ha sido facilísimo, porque teníamos ahí a Inés París que es una directora de actores superbuena, a la que le apasiona dirigir y que hace todo lo posible para que todos nos sintamos bien. Otras ayudas las he tenido del reparto, con grandísimos actores. He compartido escenas con Juan Luis Galiardo, con Geraldine Chaplin, Will Kemp, con Malena Alterio, con Miriam Giovanelli… Creo que han hecho un casting redondo, perfecto para que cada uno interpretara al personaje que le fue asignado y todo eso llena el rodaje de energía positiva que hace que cualquier problema se solucione y que la película quede más o menos bien.
Por su ambientación, ¿te ayudo tu experiencia en Alatriste? Alatriste es una cosa más realista. Yanes ha sido profesor de Historia del Arte muchos años y si dice que la base es el rojo Tiziano hasta que no es rojo Tiziano no para… Yo creo que las dos películas no son comparables. En este caso el vestuario era una propuesta muy diferente, de Sonia Grande, que se ha liado la manta a la cabeza para crear unos trajes muy especiales y desde mi punto de vista, preciosísimos. Esto ayuda a meterse en este cuento. Lo mismo ocurre con la caracterización, maquillaje y sobre todo peluquería. Es una aportación de Sara Moss que es una peluquera estupenda londinense que se inventó ese cuerno bipolar que dependiendo del momento, subía o bajaba. Por supuesto, Leonor llega de Londres y es la mujer más fashion del mundo, y si es ese el peinado que se lleva, ella lo lleva más que nadie.
Niñera morbosa en Lucía y el sexo, vampiresa en Van Helsing y ahora musa de Cervantes y Shakespeare. Sin duda, es muy difícil encasillarte como actriz… Cuando te proponen un personaje, ¿qué aspectos tienes en cuenta? En lo que más me fijo es en la historia, el guión. Esa es la primera puerta que tiene que abrirse. Lo tengo que ver distinto, con emoción, tiene que estar bien escrito, me tienen que pasar cosas, tengo que sufrir una evolución. Yo me imagino los guiones como espectadora y pienso ¿a mí me gustaría una película así? Y soy bastante difícil en ese aspecto, en ir al cine y que me gusten las cosas, a pesar de que me encanta mi trabajo. Por supuesto, analizo si yo estoy a la altura de los personajes. A veces me han ofrecido personajes que he creído que no estaban a mi alcance y los he rechazado con todo el dolor de mi vida. En alguna ocasión la historia sí que me gustaba y no acababa de entenderla, o la entendía desde un punto de vista distinto del que tenía el director… creo que eso es contraproducente para el producto final. Creo que o te casas completamente con el proyecto, con el director, con la historia, con los compañeros y demás o es mejor no hacer esa película.
¿Y no has leído algún guión que no parece gran cosa y, sin embargo, luego la película está muy bien dirigida e interpretada y se convierte en una gran historia… o al revés, que sobre papel parezca excelente y el resultado final no sea bueno? ¿No pesa muchísimo el director? Por supuesto. El director es el que dice esta película se hace así, así y así y el guión, desde mi punto de vista, acaba de configurarse en la cabeza del director. Lo que él tiene en la cabeza, a lo mejor no está escrito y sólo después de hablar y ensayar horas y horas puede empezar a tener cuerpo y alma. Es muy difícil, pero muy difícil, que una película quede perfecta. A veces el guión es maravilloso, y ya sea por el director, o por los actores, o por un compendio de miles de cosas, no sale perfecto. Una película está hecha de miles de piezas, y a veces alguna no termina de cuidarse, de mimarse, o se invierte más esfuerzo en un aspecto y otro no termina de funcionar… Y creo que es eso lo que hace que las películas no tengan la fuerza que podrían tener. Son muchas, muchas, muchas las cosas que tienen que estar bien y a poquito que una no funcione, hace que falle la maquinaria.
Desde el comienzo de tu carrera, apostaste por aprender tu oficio en escuelas y centros… ¿Qué destacarías de tu paso por ellos? ¿Es eso lo que más pesa en tu carrera o como más se aprende es trabajando? Las dos cosas. Se aprende muchísimo trabajando, cómo no, pero el entrenamiento personal es indispensable. Creo que lo tienes que hacer o en tu casa o en una escuela. Yo en mi casa no hubiera podido aprender las cosas que he aprendido y sigo aprendiendo, y que seguiré aprendiendo. A pesar de llevar muchos años estudiando, me siento como la eterna adolescente con carpeta. No soy capaz de decir «ya sé mucho». Es más, cuanto más aprendes, cuanto más avanzas en una carrera, y hablo de tiempo, más cuenta te das de las cosas que adoleces y echas de menos conocimientos que con veinte años no pensabas que te harían falta en este trabajo.
Julio Medem, Agustín Díaz Yanes, Pedro Almodóvar… Y poco después, estás rodando en Los Ángeles con Stephen Sommers. Te tuvo que dar un poco de vértigo, ¿no? No… mira, mi primera película en Los Ángeles no fue en Hollywood, era independiente, con un director peruano. Nunca se ha estrenado. Se rodó sin un duro, y a lo mejor llega el día que este hombre nos sorprende y se decida a acabar de montarla. Para hacer Van Helsing tuve que conocer al director, me tenía que hacer una prueba de rodaje y esto fue posible porque en la película en la que estaba hubo un parón. Esto me permitió viajar y quedar con este señor y además, la prueba me pareció muy divertida. Yo llegué y le dije, «en esta secuencia mi personaje vuela. Bien, pues yo voy a coger carrerilla y me agarro a la lámpara». Stephen Sommers se me quedó mirando como diciendo «esta tía, uno, o está loca y se cree que es el personaje y que puede volar y se me va a estampar contra un armario o dos me está vacilando»… La opción era la segunda e hicimos una prueba y el tipo se quedó fascinado porque yo fui siendo el personaje, diciendo que volaba, que tal, que no sé qué… Fue muy divertido, disfruté muchísimo y estuve muy tranquila.
¿Puedes contar algo de Savage Grace, en la que compartes reparto con Julianne Moore? Es una película de Tom Kalin, que es un director espléndido, que dirigió Swoom, rodada en diez días, con muy poco presupuesto y con una factura impecable. En Estados Unidos nadie quería rodar Savage Grace porque cuenta una historia muy fuerte. Es una historia real. Habla de una familia de alto standing muy reconocida, con una vida estupenda. Es una familia muy, muy, muy querida. De repente, esta familia tan ejemplar no lo es tanto y la película cuenta las inmundicias de esta gente y de sus relaciones. Tom Kalin rodó en España con Julianne Moore, que ojalá no me equivoque, pero creo que éste será su mejor trabajo y esto es difícil porque ella está increíble siempre. Creo que Savage Grace es una película de valientes. Valiente el director porque ha esperado mucho tiempo una ayuda, una productora. Valiente Julianne Moore por meterse en la piel de esta mujer tan salvaje, tan destrozada por dentro, tan sola. El otro día recibí noticias del director diciendo que estaba acabando de editarla y que estaba feliz.
Finalmente, ¿qué consejo le darías a alguien que sueña con ser actor? Para mí un sueño es lo que uno tiene por la noche cuando duerme. Puedes soñar con que eres actor, con hacer algo importante y si estás despierto, puedes ver que no es algo tan lejano. Uno siempre puede intentarlo. Personalmente, crecí en Palencia, que no es una ciudad en la que haya escuelas de esto, en la que puedas encontrar trabajo… tuve que decidir que para hacer lo que quería tenía que marcharme e intentarlo. Si no lo intentas, seguro que nunca llega. Yo recomiendo siempre que cuando uno quiere hacer algo de verdad, no debe dejar de intentarlo y si te decides, hacerlo al cien por cien, sin dejar nada en el camino.