LA VIDA ABISMAL


Texto de Reyes Muñoz

La vida abismal es otra de Ventura Pons, que dice en las notas del director que con La Vida Abismal ha querido remover la memoria de su generación. Basada en la novela casi autobiográfica de Ferran Torrent, habla del encuentro de Ferran, un joven inconformista (José Sospedra) con el Chino, un autodestructivo jugador de cartas interpretado por Óscar Jaenada.

Los tapetes, el club de alterne, el casino, los bancos…, son los distintos escenarios en los que a modo de lienzo se dibuja el esqueleto de la sociedad española en los últimos años del franquismo. Un clero orgulloso, un cuerpo policial prepotente, los aires de apertura que llegan de Europa, etcétera, se dejan ver en momentos más o menos circunstanciales, más o menos mínimos y consiguen que los que no vivimos aquello, nos lo imaginemos.

Una vez configurado el escenario, la historia narra la relación entre Ferran y el Chino. El primero es dubitativo, responsable y cabal. También es muy joven y se deja engatusar por la cautivadora personalidad del Chino, un jugador suicida que pasea sus trajes impolutos por timbas de todo tipo sin la intención de ganar, sino de arriesgar, y cuanto más mejor, hasta que descubre que su vida es la mayor apuesta.

La Vida Abismal está rodada en valenciano. Si hay que poner un pero, quizás lo encontramos en la banda sonora que, en un intento por sumergirnos en los tugurios, puede llegar a cargar y resta ritmo a una historia que, en definitiva, nos habla de una carrera, a todo pulmón, hacia la destrucción.

Anterior Phoenix Wright: Ace Attorney
Siguiente DIAMANTES DE SANGRE