Texto de Reyes Muñoz
Niños feroces es una historia a cuatro tiempos en la que los jóvenes son adultos o niños, en función del momento o la circunstancia que les ha tocado vivir…
“Rectifico, pues: soy un hombre que habla a través de otro hombre que habla a través de un adolescente que habla a través de un niño”. Esta es una de las últimas frases del prólogo y con ella el autor nos da todas las pistas de la novela, aunque aún no lo sepamos. Para utilizar otra metáfora diré que el libro es un juego de muñecas rusas que no encajan porque pertenecen a diferentes colecciones. Las muñecas serían los hombres protagonistas de los que habla Silva. Tienen misma edad, pero pertenecen a diferentes épocas o a diferentes mundos. Y el autor nos muestra con sus historias paralelas como con veinte años, uno puede ser más o menos adulto en función del daño infringido y del dolor sufrido.
De manera más específica, Lorenzo Silva –Premio Planeta 2012– en Niños feroces desvela las dimensiones de la trastienda en la que se esconden las historias que pueden ser narradas. Un joven escritor, que se confiesa incapaz de superar las veinte páginas, se apunta a un taller. El profesor, un autor de relativo éxito, le «regala» una historia de guerras y falangistas, para que aprenda a cazar y a exprimir musas. Novelistas noveles frustrados… leed el libro.
Más información en http://www.planetadelibros.com/ninos-feroces-libro-50674.html
Lorenzo Silva habla aquí del libro:
Este libro aparece comentado en la edición en papel del ExPERPENTO de noviembre-diciembre de 2012: