Paula Serrano: [Mis 4 gatos]


Entrevista de Reyes Muñoz
Foto cortesía de Silvia Cantero (Cuestión de medios)

Hace algunos años se puso de moda hablar del «factor x», hace más años todavía, en lugar de «factor x» se hablaba de la «autenticidad» del artista. Ver a Paula Serrano tocar, te hace entender todos esos conceptos difusos. Ella trajo la luz (y una guitarra) a nuestro estudio #ExVITA, la misma luz que captan sus más de ochenta mil seguidores y seguidoras de Instagram y casi ciento ochenta mil de TikTok y a quienes dedica su gira «Mis 4 gatos», que deja atrás muchas fechas especiales y que tiene por delante otras tantas, en acústico y con toda la banda.

Lo más urgente es que el 8 de marzo estará en Madrid, junto a Alicia Castillo en el ciclo «Mujeres en vivo» en Fulanita de tal. También estará en Sevilla en marzo.Pero en abril tocará en Miranda de Ebro y en julio, en Cuenca, compartiendo escenario con Salvador Sobral. La sensación, no solo al escuchar su música, sino también al escucharla hablar, es que Paula tiene una proyección sin límites. Así que no dejéis de revisar sus perfiles para ver cuándo estará tocando cerca de vuestra casa por aquello de decir que estuvisteis ahí.

Esto acaba de empezar. ¡Que tiene escritas más de cien canciones!

A ver, que yo no me quiero poner intensa, pero estoy emocionada tras escuchar «Calles de colores». Mi pensamiento ha sido que no te dedicas a la música, que eres música, no sé si detectas el matiz o te sientes identificada con lo que digo.

Yo creo que sé por dónde vas, o sea, la música al final… es que yo intento que mi trabajo sea mi vida. Yo siempre lo digo: antes de querer dedicarme a la música yo ya escribía canciones y escribía canciones para mí. Luego después vino el pensamiento de «oye y si intento que esto al final sea mi modo de vida», pero sí, yo estoy de acuerdo contigo. Al final esto es algo que llevo dentro y no es que sea mi trabajo, es que es mi idioma como dice Alejandro Sanz.

Háblame de «Calles de colores».

«Calles de colores» es de las canciones más especiales que he escrito. La escribí hace un año y es una de las cosas que me ha regalado Madrid. La escribí volviendo a mi casa después de tocar. La verdad es que estaba muy triste, acordándome de mi casa y preguntándome si realmente, cuando volviese, iba a seguir siendo mi hogar. Quienes tenemos un corazoncito repartido entre distintas casas vamos a poder entenderla y hacerla nuestra. Lo bonito de la música que es universal.

¿Vives actualmente en Cuenca o vives aquí en Madrid?

El año pasado sí que estuve viviendo en Madrid, aposté de lleno por la música. Este año, como tengo la gira y con mi banda, ensayamos en Cuenca y el estudio de grabación está en Cuenca, pues no me compensaba quedarme a vivir en Madrid y a pagar el alquiler. ¡Iba a estar yendo y viniendo para a ensayar! ¡Y luego que si ir a Barcelona, a Valencia! Así que se puede decir que estoy en Cuenca pero no descarto volver a Madrid. Al final es donde está la música. Pero es que yo a Cuenca la amo, aunque para labrarme un huequito, creo que lo tengo que pelear desde Madrid.

No obstante, estás sacando mucho provecho a Internet, de las redes… que he visto que en Instagram te manejas súper bien. Haces todo muy simpático. No sé si para con esa facilidad para llegar a la gente, es tan necesario estar en Madrid.

¡Gracias! Yo también me lo he planteado, porque como ahora está todo tan globalizado… Antes lo comentaba con Silvia (jefa de prensa de Cuestión de Medios). Antes, el hueco te lo hacías en los micros abiertos, porque era donde te podían descubrir. Ahora mismo eso ya ha quedado un poco obsoleto, o sea, a mí me encantan los micros abiertos porque descubres a otros artistas y haces amigos, haces contactos, te alimentas de otros versos… pero es verdad que para hacerte un hueco en la industria, eso va quedando más atrás y vamos entrando en lo que dices: en las redes sociales, en TikTok… ahora mismo esa es la red social por excelencia.

A mí me echa para atrás que musicazos os veáis compitiendo con gatitos cuquis.

Eso es así, con gatos yo no puedo competir. Además, me ha pasado de subir un vídeo cantando y bueno, sí, tiene su aceptación. Cuando subo un vídeo de mi gata… ¡Se hace viral! Que igual, estoy eligiendo el camino equivocado, ¿sabes?

A pesar de que las redes tienen mucho peso y que yo intento currármelas todo lo que puedo, ahí está mi baza y a mí me han abierto muchas puertas, creo que en Madrid tienes acceso, ya no solamente a que te descubran o a todos los contactos musicales, también a sentirte que vas caminando con gente que quiere lo mismo que tú, con otras cantautoras, con amigas… He hecho algunas amigas a las admiro como músicas… Creo que eso es algo que no tiene precio, no sé.

«Abandoné bastante el violín, porque luego empecé con la guitarra y la guitarra me permitía cantar. Mi instrumento real no es la guitarra, mi instrumento real es la voz».

Tocas el violín desde los cuatro años… ¿Cómo era ese violín?

Te puedes imaginar un violín enanismo que sonaba a gato muriéndose. Mi madre nos apuntó a todos, a mis hermanos y a mí, porque ella es una grandísima amante de la música. A mí el amor a la música me viene de ella y claro, como mi hermano mayor ya tocaba el violín, yo también empecé a tocar el violín. Era una cosita que se llama «un medio». Mira, muy chiquitín. Luego ya fui creciendo, con trece años estudié violín y al final acabé probando un violín de tamaño normal.

¿Lo metes en tus canciones?

Abandoné bastante el violín, porque luego empecé con la guitarra y la guitarra me permitía cantar. Mi instrumento real no es la guitarra, mi instrumento real es la voz. Pero sí que es verdad que a mí me sirve para hacer arreglos. Por ejemplo, «Mis 4 gatos» tiene un arreglo de violín. Yo lo compuse con el violín, lo grabé y se lo pasé a un amigo mío, que sí, que toca muy bien el violín y ha seguido con el superior, y él lo graba. Entonces sí que me sirve, aunque es verdad que yo, como tal, ya no me considero violinista.

Igual me equivoco, pero me parece que representas muy bien a una generación de artistas muy jóvenes que madurasteis musicalmente durante la pandemia. Hay quien se dedica al pop español puro del siglo XX, quien hace folk, quien tiene un rollo noventero… No cuadran las influencias para artistas de veintipico años…

A ver, sí que es verdad que la pandemia fue un parón muy triste en la mayoría de casos, pero necesario para algunas personas. Antes de la pandemia ya escribía canciones, ya tenía muchas cosas escritas, incluso tenía también mi primer festival ya cerrado, que bueno evidentemente luego se tuvo que aplazar y lo hicimos con mascarilla y tal…

¡No sabría decirte! Supongo que eso es algo que se ve mejor desde fuera. Ahora mismo creo que todavía no ha pasado tanto tiempo desde la pandemia como para decirte: «sí, creo que ahí fue cuando me encontré». Yo antes ya quería dedicarme a la música y ya estaba subiendo vídeos a redes sociales, covers a YouTube y toda la pesca. Sí que es verdad que cuando salimos, el mundo de la música como que volvió poco a poco a la vida. Entonces tenías el doble de ganas de subirte a un escenario, de pelear por esto y de conseguirlo.

Ainoa Buitrago fue la primera mujer que vino aquí, al estudio #ExVITA.

¡Jolín!

Me costó muchísimo que vinieran mujeres. He pensado en ella cuando escuché «Solo quiero flores». No sé si hay ahí una unión cósmica.

Pues mira, fue casualidad. Cuando vi que había sacado La ruta de las flores, el disco, «Solo quiero flores» ya existía, ya la había escrito. Entonces fue una casualidad bonita, porque al final, las flores son elementos que son muy poéticos. Pero yo sí que la sigo, me gusta mucho lo que hace, pero es pura casualidad, la verdad.

¿Habéis coincidido alguna vez?

No, nunca hemos coincidido en ningún sitio y nunca hemos hablado. Ojalá que las flores nos junten en algún momento, pero eso no se sabe.

Estuvimos hablando hace nada por «Te acuerdas?», la presentaste en ExPERPENTO, así que no voy a insistir, pero me encanta cómo está funcionando. Ojo, que se lo dije a Silvia cuando me la paso, que esto iba a ser un cañón… ¿Tú lo intuías?

Como artista puedes tener la sensación de que esto es un «singuelazo», es pegadizo, la letra también es buenrollera… Pero luego, es verdad que no sabes cómo va a reaccionar el público. Con «Solo quiero flores», yo pensaba que era una canción chula, pero tampoco me esperaba lo que pasó, se hizo viral en TikTok y luego de repente, la gente en Spotify la empezaba a añadir a su playlist… Y te pasa también al revés, la canción que piensas que mejor va a funcionar, luego resulta que no es la que más gusta.

Yo sabía que «Te acuerdas?» era un buen single, porque creo que encaja también bastante en la industria: es una canción rápida, es buenrollera, me gusta mucho cómo quedaron los arreglos… pero tampoco quería, entre comillas, hacerme ilusiones. Porque es que, luego nunca sabes cómo va a reaccionar el público y está reaccionando bien. Yo estoy muy contenta, la verdad.

«Al final, yo soy cantautora y escribo sobre mi mundo».

Hay una cosa que me han comentado varios cantautores. Empiezan a hacer una canción que les está encantado y les suena, les suena… ¡y es que la tenían metida en un cajón! ¡Era suya!

¿Se auto-copian?

Algo así. ¿Te ha pasado?

A mí sí que me ha pasado, quizás no auto-copiarme, pero si de rescatar una canción que tenía guardada… A pesar de que escribo mucho, las meto todas en notas, me aseguro de grabarlas cuando las compongo, me aseguro de escribir la letra porque digo: «lástima que luego se me olviden». Es verdad que eso no me ha pasado. Luego, que repita la misma metáfora, el mismo giro… E incluso hago referencias entre mis propias canciones, pero yo creo que es interesante porque es como crear un propio mundo. Al final, yo soy cantautora y escribo sobre mi mundo. Igual que otro cantautor escribe sobre el suyo. Eso también es muy chulo, que dentro de ti, a pesar de que vas evolucionando y no eres una persona estática, tienes tu propia coherencia, tu mundo interno. Lo estás exteriorizando en forma de versos… igual en un futuro compongo una canción y digo ¡si ya la he escrito!

Mis 4 gatos es el disco. Yo creo que por más que digan que los discos han muerto, es imposible, porque como concepto, ya no me meto en el formato, pero como concepto, marcan etapas en la vida personal y creativa de una artista, ¿no?

En este caso, es más una carta de presentación. Yo realmente antes de sacar el EP Mis 4 gatos, solo tenían una canción fuera. Entonces lo saqué a modo de «esto es Paula Serrano ahora mismo», mezclando un poco de todo, porque hay canción acústica como es «Mis 4 gatos», la canción que da nombre al EP, también hay canciones más tipo pop-rock clásico, como es «Solo quiero flores» y hay otros estilos, como es «Corazón maldito»… entonces es un «te saco un poco de todo lo que tengo para ofrecer y así sabes quién es Paula Serrano». Sí que es verdad que quise incluir las canciones que ya había subido a Youtube, porque yo llevo en Youtube desde 2018, subiendo covers y originales, y no sé qué y quise incluir «Corazón maldito», «En voz alta», «Mis 4 gatos»… que son las que la gente que me seguía había escuchado en acústico, y así de alguna forma cerraba esa etapa de covers en Youtube y empezaba la etapa de «vale, pues a partir de ahí ya he presentado quién soy y ahora vamos a ver a dónde me lleva mi música».

O sea que ya estás con esta etapa cerrada.

Claro, realmente el EP ya salió en junio, entonces ahora mismo estoy en la gira cantando las canciones, porque al final es la es una gira de presentación que se llama «Mis 4 gatos», pero sí que es verdad que tengo la vista puesta en el futuro. Esto es así, siempre tienes que ir con varios meses por delante y ver qué es lo que voy a sacar ahora. y al final «Te acuerdas?» ya va fuera del disco. Es un sonido diferente. Quiero seguir experimentando ahora que ya tengo canciones en Spotify, creo que ya hay una base y de ahí me puedo permitir decir: «va, pues a ver a dónde me lleva ahora el sonido», «a ver mis canciones nuevas, porque esas son mis canciones de siempre, las llevo tocando en acústicos en escenarios… pues desde que estoy en la música.

«Nunca pensé que diría esto, pero ahora disfruto mucho encima de los escenarios».

Me llama mucho la atención tu presencia en el escenario, estás segura. No te ves nada intimidada.

Realmente lo que pasa es que llevo mucho tiempo presentándome a mil castings, porque mi madre es la que primero ha creído en mí. Ella siempre me empujaba, «apúntate no sé dónde y no sé qué». Entonces claro, yo me he subido a muchos escenarios a cantar versiones. Las primeras veces fue un absoluto desastre, se me olvidaba letra y estaba nerviosísima… ¡No sabía ni cómo coger el micrófono! ¡Era un desastre! Y la primera vez que me subí a un escenario para cantar mis canciones todo cambió, porque fue como: «¡Estoy cantando lo que soy! ¡No hay error posible!» Evidentemente, me puedo equivocar de acorde, me puedo equivocar la letra, pero es que como estoy cantando lo que yo soy… Me fui subiendo a escenarios a cantar mis temas y al final ya casi ni recuerdo lo que era sentirme con miedo, con nervios malos. Ahora tengo nervios buenos, de decir que tengo ganas de subirme, y a ver si veo a la gente emocionarse, que es lo que me llena.

Entonces, bueno, es un halago que me digas que me ves con confianza. Es algo que me ha costado años y años. Nunca pensé que diría esto, pero ahora disfruto mucho encima de los escenarios.

Lo que estás contando en «Club de princesas» es un problema social. También lo podemos relacionar con las redes sociales, la exposición pública…

La música no solamente tiene que servir para pasártelo bien, que también, sino que tiene que servir para transmitir valores y para denunciar cosas que pasan en la sociedad. El arte es una de las mejores maneras para denunciar. Yo quiero también estar ahí. Por eso «Club de princesas», por mucho que sea buenrollera, como dices, es una denuncia del odio. La escribí muy enfocada en todo el tema del bullying porque me parece que la pandemia actual es el odio, el odio en todos los ámbitos, también en redes… La falta de respeto que nos tenemos unos a otros, la poca educación… Me parece tan triste que haya gente que tenga que ir pisando al de al lado para sentirse el mejor…

«Club de princesas», lo que hace es coger esa sensación de sentirse un patito feo y decir, «no, yo también puedo volar». Por mucho que te hayan pisoteado y se hayan burlado de ti… Es algo con lo que muchos nos sentimos identificados, la adolescencia es una época complicada y no todos hemos pertenecido a ese club de princesas. Nosotros también podemos… Como dice la canción: «voy a triunfar, voy a volar y no voy a envidiar temas porque voy a aceptarme como soy, que al final no es ni mejor ni peor que tú, sino que somos dos realidades diferentes. Ya no hay patitos feos, todos cisnes distintos y volando.

Según me hablabas me daba cuenta de que estabas recordando, ¡ahora me alegro de tu éxito mucho más!

¡Bueno! ¡Es que es muy autobiográfica! ¡Siempre está el típico club de princesas!

«Vamos con toda la banda a fuego».

Estás teniendo una gira con fechas muy chulas, con sitios muy bien elegidos. ¿La fecha que más ilusión te hace es la de Cuenca?

Cada lugar tiene su magia, porque por ejemplo, estuve tocando en Barcelona que yo nunca había estado con la banda, había estado en acústico en un evento con más cantautores, pero nunca había ido yo a dar mi concierto. Entonces fue la primera vez y siempre hace mucha ilusión, porque también puedes conocer a gente que te sigue por redes y pones caras.

En Cuenca… es que tocar en Cuenca es tocar en casa. Tocar en casa siempre tiene magia. La gira comenzó con un doble sold out allí y cuando tu gente te da tanto calor, siempre tienes ganas de volver.

Me hace mucha ilusión Madrid porque he vivido aquí y también en parte me siento en casa. ¡He vivido en Valencia también! ¡También es mi casa! Entonces, como que cada fecha tiene su magia y en 2024 estamos cerrando más fechas… Cuando anuncio gira siempre me preguntan: «¿y cuándo vas a venir a no sé dónde?». Me gustaría ir a todos sitios y voy a hacer lo posible, aunque sea en un formato más reducido. Voy a hacer lo posible para ir a más ciudades a conocer a cuantos más gatos mejor.

¿Y qué formatos estás presentando?

Me gustaría que fuera siempre con toda la banda. Sí que es verdad que dentro del propio concierto, hago canciones acústicas, va a haber sorpresas, porque creo que siempre hay que mantener un rango… La versatilidad de un artista también es algo importante y mi vena «cantautoril», como que la quiero seguir manteniendo. Pero sí, vamos con toda la banda a fuego.

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