Entrevista de Covadonga Carrasco
A través de un querido amigo que conoce a alguien que conoce a no sé quien, llega a la redacción este artefacto explosivo con tapas muy rosas –o magentas– y lenguaje desenfadado. ¡Qué divertido! ¡Sí! ¡Muy divertido! ¡Cómo me río! Hasta que me doy cuenta de que el perfil sociológico retratado es el mío. Y ya no hace tanta gracia. O sí. En todo caso he pedido explicaciones a sus perpetradores.
Una de las palabras que retumbaba en mi cabeza mientras leía el libro era «Qué cabr…». Supongo que esta es la meta final del Poco te pasa.: lo raro es que no te echen de casa. ¿No?
Alfon: Exacto. Nuestra meta es que nos insulten los lectores. Y que sonrían también. Y que nos dejen las llaves de sus casas.
Laura: Acabas de resumir un libro entero en una frase, así es. El objetivo principal es que la gente se ría con nosotros, mejor que de nosotros. Aunque también nos planteamos otros objetivos como hacernos multi billonarios, que debe de ser mucho más que millonarios. O los que señala Alfonso, más a corto plazo.
Después del boom del género de los libros de autoayuda, el vuestro es el inicio del género de los libros de la autodestrucción…
Alfon: Nos colocan siempre en la sección de autoayuda, y yo la verdad es que antes de ver el libro en esa sección ni me lo había planteado. También eso dice mucho de mi potencial intelectual, claro. Pero siempre he pensado que tiene más sentido que te califiquen como humor. Aunque también es verdad que vas a la sección de humor de una librería y lo más aceptable que te encuentras es un libro de Arévalo. El caso es que si era una moda, hemos llegado tarde. Yo creo que en unos años se pondrán de moda libros de niños magos que estudien en escuelas de magia en castillos. Voy a escribir sobre eso.
Laura: Yo ya he ido por algunas librerías de Madrid advirtiendo que no nos pongan en «autoayuda» y que, si lo hacen, luego no vengan a decirnos que se han quedado peor de lo que estaban. Deberían crear una sección de «autodestrucción» sin duda, a mi ahí se me ocurren unos cuantos libros que colocar. En cualquier caso el libro lo hemos basado en investigación de campo de un amplio sector de la población, básicamente, nosotros y la gente que interactúa con nosotros. Así que los amigos y familia que aún no nos han repudiado es porque no se han leído el libro, imaginamos. O porque se han reído lo suficiente como para perdonarnos.
“No quiero decir que sea superior a ellos, simplemente digo que son inferiores”. Alfonso Román
¡Somos una especie de robots creados en cadena con poca o nula capacidad para pensar por nosotros mismos mientras haya publicidad de por medio! ¿No?
Alfon: Por supuesto, somos sims, como decíamos en nuestro anterior libro. A veces me paro a observar a la gente en sitios bulliciosos y da como grima. Y si ya haces eso en una discoteca te da la risa. Con esto no quiero decir que sea superior a ellos ni nada parecido, simplemente digo que son inferiores. Dicho esto, somos muy de reírnos de nosotros, y en general creo que los españoles somos muy de reírnos, de nosotros y de los otros, pero de reírnos.
Laura: Reírnos de nosotros mismos es probablemente la única capacidad que nos ha quedado. En mi caso, lo restante que tengo son todo incapacidades. En una sociedad de sobre información, o te tomas las cosas con cierto sentido del humor o vas a llevar una existencia muy lamentable y con tendencia a sufrir un ictus. Habiéndonos tragado como pavos toda la publicidad de los ochenta y los noventa demasiado bien estamos.
Lo de taparse la cara en las fotos de promo, ¿a qué se debe?
Alfon: Pues fue una cosa que surgió así. Quedamos para hacernos las fotos y hablando un rato antes caímos en que ambos teníamos un casco de Star Wars. Yo, que ni siquiera he visto dos películas completas, pero lo compré en una tienda de segunda mano porque estas cosas mola tenerlas en casa aunque no sepas si los ewoks son de Star Wars o de Star Trek. Y tampoco sé si Star Trek es una marca de running del decathlon.
Como nadie nos conoce, iba a dar igual que saliésemos con casco o sin él. Aunque luego pensándolo, siempre que leo un libro que me gusta busco la foto del autor para ver qué me dice su cara.
Laura: A pesar de las declaraciones de mi compañero sobre La Guerra de las Galaxias y Star Trek le sigo teniendo en alta estima. Yo, de todas formas, aprovecho cualquier ocasión para sacar a pasear el casco de Boba Fett, uno de mis bienes más preciados. La lectura de un psicoanalista de estas fotos sería que tenemos problemas con nuestra madre. Y probablemente también tendría razón.
“Reírnos de nosotros mismos es probablemente la única capacidad que nos ha quedado. En mi caso, lo restante que tengo son todo incapacidades”. Laura Sánchez
Antes de leer el libro uno piensa que lleva una vida más o menos digna… Después de leer el libro uno se siente patético aunque con una sonrisa en los labios. ¿Es el humor la única vía para crear un poco de conciencia sobre la situación de este nuestro país?
Alfon: Yo siempre digo, o pienso más bien, por qué nunca nos hacen este tipo de preguntas, que el título del libro habla de «Poco te pasa» porque es poco para lo que te podría pasar. Así que no te quejes. Y es que en el fondo siempre hay alguien que está peor que tú, y aun así, la mayoría de nosotros nos quejamos en exceso. Pero en este país somos capaces de hacer chistes hasta de un atentado. Que suena fuerte escrito, pero lo hemos hecho, por mucho que ahora algunos se indignen.
Laura: Yo en mi casa siempre he tenido unas dosis de humor negro que me han ayudado mucho a lo largo de estos años, así que no veo por qué va a ser malo reírse de todo. Peor es aguantar los chistes de cuñados de genitales y nadie parece ofenderse con ellos. El humor es una vía para lograr muchos objetivos y empujarte a reflexionar es uno de ellos.
Tocáis temas como el paro, la vida en pareja, los hijos, la oficina… ¿Pensáis que somos patéticos o es solo una pose?
Alfon: Lo somos, y nosotros los primeros. El 95 % de las personas seguimos unos patrones de comportamiento muy similares, que es lo que resulta patético en muchos casos. Todos nos sentimos especiales pero hacemos las mismas cosas. Todos queremos ser hípsters, pero si en 2015 resulta que hay 3 millones de hombres en Madrid con una barba más grande que su cabeza y una camisa abotonada hasta el cuello, ¿quién es el hípster?
Laura: Somos bastante intensitos todos y eso nos hace un poco patéticos, la verdad, pero no hay nada malo en reconocerlo, nosotros los primeros, como apunta Alfonso. Estas quejas de ciudadanos de primer mundo que tenemos, en la mayoría de los casos, dan pie al chiste. Somos una generación que nos hemos criado con promesas de una realidad de ciencia ficción y aquí estamos, con más de treinta años y portándonos con los mismos miedos de un niño el primer día de colegio.
Más información sobre el libro: https://www.facebook.com/pocotepasa?fref=ts
La entrevista a estos dos en la edición en papel de ExPERPENTO Octubre-Noviembre de 2015:
Enlace directo: http://issuu.com/experpento/docs/experpento_bajaoct2015/28?e=2897458/30721547