Texto de PATRICIA CALVO
Griegos, romanos, árabes, normandos… todo un crisol de culturas que confluyeron en la mayor isla del Mediterráneo, Sicilia. Cuna del famoso escritor y Nobel de Literatura Luigi Pirandello, del matemático y científico Arquímedes o del más contemporáneo cantautor Franco Battiato, la isla de las tres puntas esconde rincones inimaginables, llenos de contrastes, donde conviven a la perfección templos griegos y catedrales normandas.
No se puede entender Nápoles sin escuchar sus canciones, dedicadas a amores, desamores y atardeceres. Incluso a Diego Armando Maradona, venerado por ganar con el Nápoles dos ligas italianas y una copa de la UEFA, le han dedicado canciones y cánticos y fabricado santuarios que se hallan en pleno centro histórico. «Oh mamma, mamma, mamma, Sai perchè mi batti il corazon? Ho visto Maradona Ho visto Maradona E mammà innamorato son («Oh mamá, mamá, mamá ¿sabes por qué me late el corazón? He visto a Maradona, he visto a Maradona, y mamá enamorado estoy») Éste fue el cántico posiblemente más entonado durante la época del jugador argentino.
Sus casi 28.000 km2 de extensión, hacen de Sicilia la mayor isla del Mediterráneo. Con cinco millones de habitantes, está separada de la Península Itálica por el Estrecho de Mesina, de sólo 3 km de distancia.
El nombre de Sicilia deriva de los pueblos que la habitaron en la Antigüedad: los sículos y los sicanos. Los griegos la llamaron Trinacria debido a su forma triangular y establecieron en la isla importantes colonias como la de Siracusa. Aliada de Cartago durante la Segunda Guerra Púnica, fue conquistada por los romanos.
Llamada el granero de Roma, se la consideró la primera provincia romana. En el siglo V fue saqueada por vándalos y ostrogodos y en el siglo VI llegó a formar parte del Imperio Bizantino. Ocupada después por musulmanes sarracenos y por normandos que viajaban a Tierra Santa, perteneció al Imperio Aragonés y en el siglo XIX, tras la conquista de Giuseppe Garibaldi, se integró a Italia. Todos estos pueblos dejaron en la isla y en sus gentes una huella imborrable, irrepetible que aún hoy perdura y que os invito a conocer…
La Trinacria es el símbolo de Sicilia. Representa la cabeza de Gorgona, cuyos cabellos son serpientes entrelazadas con espigas de trigo y desde donde salen tres piernas flexionadas a la altura de la rodilla. Estas tres piernas simbolizan los tres extremos de la Isla, llamada Trinacria por los Griegos por su forma triangular. La trinacria fue aceptada en febrero de 2000 por el Parlamento Siciliano como parte integrante de la bandera
Palermo
Comenzamos el viaje por la capital de Sicilia, Palermo, que fue fundada por los fenicios con el nombre de Zis (flor) y aún hoy conserva todo el sabor de los antiguos pueblos que la habitaron. Situada junto al mar, con sus calles estrechas, bulliciosas y llenas de un intenso tráfico, constituye una de las ciudades con más vida del Mediterráneo. Especial interés tienen las Catacumbas de los Capuchinos que contienen momias muy bien conservadas y el Palacio de los Normandos con su fabulosa Capilla Palatina, mandada construir con Roger II en 1192 y que contiene una maravilloso artesonado y un revestimiento de mosaicos dorados indescriptible.
Pero lo que constituye el eje de la ciudad es, sin duda, su majestuosa catedral. Fue basílica paleocristiana, mezquita árabe y templo cristiano y conserva una mezcla de estilos que se pueden encontrar en pocos lugares del mundo. Es una de las catedrales más bonitas y originales que he contemplado.
Y antes de dejar Palermo merece una visita el Mercado de la Vucchiría que se desarrolló a partir de los siglos X-XII alrededor de la Plaza Caracciolo. Allí nos sumergimos en una infinidad de olores, sabores y colores…
Corleone
Dejando Palermo al sur, y si queréis sentiros como Marlon Brando interpretando a Vito Corleone en El Padrino, nada mejor que hacer una parada en el pueblo del mismo nombre. En Corleone se ha inaugurado el primer museo del mundo dedicado al crimen organizado. Así podréis conocer la verdadera historia y los protagonistas de la cosa nostra, además de los organismos fundamentales en la lucha contra la mafia.
Agrigento
Seguimos hacia el sur hasta toparnos con una de las ciudades más sorprendentes de la isla. Descrita por el poeta griego Píndaro como «la más hermosa de las ciudades mortales», Agrigento posee el conjunto de templos griegos mejor conservado del mundo, con razón dicen que si quieres visitar templos griegos vayas a Sicilia. Impresiona comprobar cómo se alzan las colosales columnas, aún en pie, impávidas, tras más de 2000 años de terremotos y expolios, como si el tiempo no hubiera pasado. El Valle de los Templos es un conjunto de cinco templos de estilo dórico declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1997.
Piazza Armerina
¿Os está gustando el viaje? Pues todavía queda mucho por ver. Nos dirigimos a Piazza Armerina, un pequeño pueblo medieval situado en el centro de la isla, que debe su fama a la Villa romana del Casale, descubierta en 1761. Una lujosa residencia del gobernador romano Maximiano que probablemente fue pabellón de caza.
Su conjunto de mosaicos es el mejor conservado de época romana. En total son más de 3500 m2 de extensión que pavimentan más de 50 salas y ofrecen temáticas tan diferentes y sorprendentes como el deporte, la mitología, la caza, los juegos… Pero, sin duda, el mosaico que más miradas acapara es el de Ragazze in bikini que representa un grupo de muchachas que practican varios deportes y visten un atuendo similar al actual biquini. ¡Ya en la antigua Roma las mujeres iban en biquini! Los mosaicos de esta espectacular villa romana, Patrimonio de la Humanidad, están tan bien conservados por un corrimiento de tierras que cubrió todo de lodo hace cientos de años.
La Ópera dei Pupi o teatro de marionetas apareció en Sicilia a principios del siglo XIX y estaba dirigido a las clases populares de la isla. Este teatro estaba basado en las historias de la literatura caballeresca medieval, en los poemas italianos renacentistas o en la vida de santos y bandidos célebres. Los pupari (manipuladores de marionetas) narraban las increíbles hazañas de Carlomagno o del conde normando Roger. La Ópera dei Pupi tuvo dos escuelas fundamentales que se diferencian en el tamaño de los pupi o marionetas y en la forma de articularlos, una está localizada en Catania y la otra en Palermo, donde se encuentra el Museo de las Marionetas fundado en 1975. Actualmente la ópera de marionetas sigue con vida en Sicilia donde los herederos de las últimas familias de puparos garantizan la continuidad de una tradición declarada Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad.
Siracusa
De Piazza Armerina nos vamos a la más relevante colonia de las fundadas por los griegos en Sicilia, cuna del más famoso matemático y científico Arquímedes, Siracusa. La zona arqueológica se encuentra a las afueras de la ciudad, donde podemos contemplar el teatro griego, uno de los más grandes de la Antigüedad, el anfiteatro romano y las canteras de piedra o latomías, entre la que destaca la Oreja de Dionisio, por su semejanza con el órgano auditivo. Después comenzamos un paseo hacia el mar, hasta encontrarnos con la Isla Ortigia, centro histórico y lugar de fundación de la ciudad.
Paseamos por sus calles admirando sus magníficos edificios con un aire decadente que se mezcla con los lujosos palacios, cruzamos la Piazza Archimede y llegamos por una callecita estrecha hasta la Catedral, sin duda una de las más majestuosas de la isla, construida en el siglo VII sobre la base de un templo griego y que alberga la diversidad de estilos que se han superpuesto a lo largo del tiempo.
El Etna
Abandonamos la colonia griega de Siracusa y continuamos nuestro viaje bordeando la costa hacia el norte, a la izquierda dejamos el Etna, impetuoso, vigilante, es el volcán activo más grande de Europa. Para los griegos era el hogar de Hefesto, el dios del fuego. En la actualidad, es un maravilloso Parque Nacional donde los pequeños cráteres conviven con laderas cubiertas de cultivos. Podemos acceder a él a través del tren Circumetnea, desde Catania o bien en jeep e incluso algunos tramos se pueden subir en teleférico. Os recomendamos llevar calzado cómodo y ropa de abrigo aunque sea en verano.
Taormina
Avanzando por la costa llegamos hasta nuestro destino final, la ciudad medieval de Taormina desde la que podemos observar las mejores vistas de la isla. Desde su Teatro Greco se puede contemplar el Etna y la bahía de Giardini Naxos, la primera colonia griega en isla, con sus aguas turquesas. El gran número de restaurantes, hoteles y playas convierten la ciudad en el destino más popular de Sicilia. Una passeggiata (paseo vespertino) por el Corso Humberto I viendo escaparates, tomar un helado en una terraza de la zona medieval o darse un refrescante baño en la playa de la Isola Bella son placeres que no deberían escapar a ningún mortal.
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