Texto de Raquel Carrillo
Gonzalo, un aspirante a escritor de 25 años, quiere crear la obra perfecta. Sobre sus espaldas, todo el peso vertiginoso del mundo en el que vivimos: lograr el éxito antes de que la juventud se le escape entre los dedos.
La ansiedad, la presión y el paso del tiempo se dan cita en esta interesante obra, que firma Alma Vidal, una creadora de también 25 años que ha creado una suerte de metateatro, en la que su alter ego, es interpretado en escena por la esencial Marta Poveda, que a su vez es el alma de los personajes que habitan en escena.
La obra reflexiona sobre la llamada «Generación de cristal», en la que el texto profundiza con tino acerca de sus preocupaciones ante la precariedad, el edadismo y si realmente la vida merece la pena más allá de los 30.
Se trata de una obra alejada de lo convencional, que no tiene reparos en arriesgar y experimentar, con las diferentes capas del texto, y con la puesta en escena: original, divertida y a veces sorprendente. Hay momentos verdaderamente brillantes en esta obra.
De todo esto hemos hablado con la versátil Marta Poveda, que lo mismo te recita a Calderón que te hace una obra posmoderna: «Creo que el miedo a la fugacidad de la vida y el miedo a perder la belleza nos tiene bastante asustados. Lo único que yo intento hacer es respirar el paso del tiempo con interés. Necesito interesarme por las cosas, no tener miedo a perderlas».
En breve publicaremos la entrevista íntegra a Marta Poveda, en la que nos habla de la profesión, de los retos a los que se ha encontrado en este obra, y de su percepción sobre ser mujer y el paso del tiempo. Antonio Hernández-Fimia, Natalia Llorente y Nacho Almeida cierran el resto del elenco de la obra, que podremos ver en el Teatro Pavón hasta el 3 de Agosto.