Entrevista a Pete Nelson «Te daba por muerto»


Entrevista de Reyes Muñoz

Paul es alcohólico, su mujer le ha dejado, su novia tiene otro novio, se siente culpable por la enfermedad de su padre, se ve como un mequetrefe al lado de su hermano y su relación más sólida es con Stella, su perra. Con ella habla de lo importante. Y lo importante es la felicidad. No es la historia de un hombre que habla con su perro, es mucho más que eso.

Incluimos esta entrevista en la sección de salud de ExPERPENTO porque Te daba por muerto es una novela curativa. No, no es un libro de autoayuda. Es de esas pequeñas historias que por su sencillez y la envergadura de los temas que trata, hacen que tras leerlo sintamos en nuestro interior que la felicidad, de alguna manera, ha dado un empujón a la frustración.

Ojalá que nuestra entrevista a Pete Nelson tenga un efecto similar en los lectores.

Paul está de puntillas en el borde del precipicio y es Stella quien lo amarra a la realidad para que no caiga. ¿Por qué un perro?
Buena pregunta. El motivo principal es que una profesora de escritura una vez me dijo que un escritor debería escribir solo sobre las cosas que le apasionan, y yo siempre he amado a los perros. Como una metáfora literaria, un perro es una versión diferente de la expresión «una mosca en la pared». Ellos siempre están ahí, observándonos. Son animales sociales, genéticamente preparados para proteger a su camada. Se podría decir lo mismo sobre los elefantes, los científicos no piensan en su sufrimiento cuando otro elefante muere, o los bueyes almizcleros que forman un círculo cuando son atacados y reúnen a sus crías en el centro. Los perros necesitan saber que los miembros de la manada están bien. Ellos vienen a nosotros cuando nos peleamos o lloramos. Intentan ayudarnos.

Tras leer Te daba por muerto hago esfuerzos por «pensar en perro» y es complicado. ¿»Pensar en humano» es el mayor problema de los humanos?
Paul intenta aprender lo que puede de Stella, y una de las cuestiones que se hace a sí mismo es, «si nosotros nos hemos desarrollado, hemos evolucionado tanto, con nuestros grandes y complicados cerebros, ¿por qué no somos felices?» Él y Stella tienen una serie de conversaciones en las que intentan responder a esa cuestión, porque en lo que se refiere a la felicidad, parecería que Stella (y los perros en general) estarían más lejos de alcanzarla.

«…decir que mi libro va sobre «perros que hablan», es lo mismo que decir que Moby Dick es un libro sobre la pesca».

En la novela hay sencillas reflexiones en torno a temas complejos, como el sexo, el alcoholismo, las relaciones personales. ¿No te molesta que la mayoría lo hayamos simplificado a la historia de un tipo que habla con su perro?
Yo creo que lo que me estás preguntando es si me molesta cuando los lectores o los críticos dicen que esto es solo otro libro de «perros que hablan», porque sí que es más que eso. No me importa que la gente lea esto en ese nivel, pero sí, realmente aprecio cuando un crítico o un lector se percatan de que yo intentaba hacer algo más. No me atrevería a comparar mi libro con Moby Dick (lo he leído cinco veces), pero decir que mi libro va sobre «perros que hablan», es lo mismo que decir que Moby Dick es un libro sobre la pesca.

Esta historia es un drama, pero lo que queda en la memoria es un sabor agradable. El humor delicado la convierte en medicina. ¿Era su objetivo?
Sí. Creo que sin humor, Te daba por muerto sería ilegible, quizás de la misma manera que sin los momentos de diversión, la vida sería insoportable. Tengo la capacidad de pensar en bromas en momentos inapropiados, como los funerales. He aprendido a estar con la boca cerrada casi siempre. Pero no siempre.

«…la gran mayoría hemos tenido algo que nos ha hecho perder el equilibrio y nos conduce a la perdición».

¿Vivir es un acto heroico?
¿Vivir un acto heroico? A veces. Winston Churchill dijo «el secreto es aprender cómo ir del error al error sin perder el entusiasmo». Puedes sustituir la «felicidad» por «éxito». En el libro, Paul se está recuperando de su divorcio y del alcoholismo. Sus problemas son pequeños comparados con los de otras personas, gente que ha perdido a sus hijos, o que ha experimentado el horror de la guerra. Pero la vida no es una competición, y sí una comparativa de fracasos. No estoy seguro de que todo el mundo haya tenido que cargar con un percance para superarlo, pero la gran mayoría hemos tenido algo que nos ha hecho perder el equilibrio y nos conduce a la perdición. Y cada una de esas historias es única y sublime, y en muchos casos, heroica.

En Estados Unidos fue publicada por una editorial independiente. Y es un éxito de ventas. Ahora llega a España… ¿Cómo estás viviendo este proceso?
El libro fue publicado aquí por Algonquin y ha sido la mejor experiencia de mi vida con un editor. La editorial solo lanza un puñado de libros cada año y soportan todo el gasto. No compran páginas completas de publicidad en el New York Times o en New Yorker magazine. Se apoyan en el boca a boca. Mantienen fuertes relaciones con pequeños libreros independientes, librerías en las cuales la gente de verdad aprecia lo que vende. Hice muchísimas presentaciones, lecturas públicas, firmas de libros… me divertí muchísimo. Me encantaría ir a España para promocionar el libro, aunque desafortunadamente escogí alemán en el instituto, no español, así que no sería capaz de leer la edición en castellano.

¿Cómo cuadra Te daba por muerto en tu carrera literaria?
Para mí Te daba por muerto fue mi primera novela «real». Me encanta escribir, y me aburro cuando siento que estoy repitiendo algo que ya he hecho con anterioridad. Por tanto Te daba por muerto fue un intento de escribir una novela literaria, como oposición al género de thriller o libro juvenil. Lo más gratificante es que me gustan todos mis libros. Y con un poco de suerte, continuará siendo gratificante. Recientemente hice un guión basado en la novela, así que este libro podría convertirse en película algún día.

Te daba por muerto

Texto de Reyes Muñoz

Paul, un escritor de libros para torpes, está en caída libre.

Su ex mujer –a la que nunca dejó de querer– vive una feliz relación con otro, su «no novia» tiene un novio oficial, él bebe demasiado y es incapaz de tener una erección. Al lado de su hermano, se siente un mequetrefe. Su padre ha sufrido un derrame cerebral mientras quitaba la nieve a mano y él se siente culpable por no haberle comprado la máquina que le prometió.

No, este libro no es un dramón. Más bien todo lo contrario, es una historia de superación. Paul habla con Stela, su perra, que es quien le pone los puntos sobre las íes. Y sin broncas: ella solo muestra curiosidad –su vida es juego, sueño, paseo, comida y amor por Paul– y él se da cuenta de lo fácil que es todo una vez se lo ha explicado al animal. Mientras pasa las páginas, el lector se da cuenta de que todo sería mucho más fácil si «pensáramos en perro». ¿La moraleja? Podemos tropezarnos una y mil veces con la misma piedra. Entrañable, vital y gratificante.

Lee esta entrevista en el especial de ExPERPENTO y Booket para la Feria del libro:

https://issuu.com/experpento/docs/experpento_feria_baja

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