Felipe Andrés nos habla de «El mejor de los sentidos»


Texto de BiPaul. Preguntas de R. Muñoz.
Desde el 28/11 en Teatros Luchana. Madrid.

La mascarilla oculta una sonrisa que quizás ya hemos perdido. La buena noticia es que para la enfermedad de la tristeza existe la medicina del humor. Y aunque cada vez es más difícil acceder a ella, aún existen valientes que la suministran.

El teatro de Luis Flor entrega una bocanada de aire puro al espectador. Hace un año, presentó Vete de mis sueños y ahora lanza El mejor de los sentidos. Su terapia consiste en mostrar el drama ajeno, para que nos riamos con él y de esa forma, ayudarnos a quitarle hierro al drama propio. Porque “El mejor de los sentidos” es aquel que cuando está, ni te enteras y cuando falta, se apaga la chispa de la vida.

Dirigida por Juan Carlos Talavera, El mejor de los sentidos cuenta la evolución de tres personajes, interpretados por el propio Luis Flor, Felipe Andrés y Susana Hernáiz. Nos sitúa en el momento en el que dos amigos –Floren, un actor en horas bajas con un problema auditivo y Marc, un nini treintañero al que la sola idea de crecer, lo estresa– se cruzan con Berta, madre de Marc y gurú de las cosas del alma.

Felipe Andrés nos cuenta lo justo y necesario sobre El mejor de los sentidos. Lo tiene claro, lo importante para que la terapia funcione es acudir al teatro desinformado.

¿Cuánto de autobiográfico hay en esta obra?

En el caso de mi personaje hay muchos elementos autobiográficos. Cuando Luis, que es amigo, me comentó que iba a escribir una comedia para que pudiéramos trabajar juntos, me preguntó sobre qué me gustaría hablar. Y yo, que llevo unos tres años padeciendo un problema auditivo llamado hipoacusia, le dije que sería un material muy interesante para explorar. Además es algo que él conoce perfectamente.
Me gusta que un elemento que en un principio puede parecer material para un drama, sea el motor que mueve al personaje para desarrollar su capacidad de superación, desde un punto de vista positivo y luminoso. Esa es la característica más hermosa de la función.
Además esto nos ha permitido potenciar y enriquecer mucho la comedia con situaciones un poco disparatadas que yo he vivido en mi día a día.
En los otros dos personajes está el brillo e ingenio de la ficción que Luis ha creado para dar forma a la historia. El resultado, a mi juicio, es una comedia divertidísima y muy tierna.

«En esta función se podrá ver a mi personaje padecer mucho. Sí, es una auténtica montaña emocional, pero el público no parará de reír».

Dices que es una comedia, pero la sinopsis, como comentas, tiene mucho de drama. ¿Es más impactante una obra si se genera una montaña rusa de emociones?

Nuestro director, Juan Carlos Talavera, tiene muy claro que para que una comedia funcione tiene que haber un poso de realidad y de drama en lo que viven los personajes. También es algo que yo tengo muy claro. Ellos tienen que sufrir muchísimo, son las situaciones a las que se enfrentan y sus propios caracteres, los que deben resultar divertidos al espectador. En esta función se podrá ver a mi personaje padecer mucho. Sí, es una auténtica montaña emocional, pero el público no parará de reír. Los grandes genios que han inspirado a Luis en esta función son Woody Allen o Billy Wilder que son el ejemplo de esto. Si le añades unas gotitas del humor de Jardiel Poncela y el ingenio y casticismo de Luis, el cóctel que resulta es explosivo. Además tiene una capacidad innata para dialogar brillantemente.

No decís mucho ni de Floren ni de Marc. Pero menos decís de Úrsula. ¿Por qué ese misterio? ¿Tienen rasgos que dan sentido al argumento que es mejor no desvelar?

Exacto, el misterio en esta función es muy importante. El espectador va a ir descubriendo a estos personajes a medida que avanza la función. Son personajes con un arco precioso. Empiezan de una manera y terminan de otra totalmente distinta e inesperada. Es decir, se transforman en esos 80 minutos que dura la función. Hay muchísimas sorpresas que desencadenan la aparición del personaje de Úrsula, interpretado por Susana Hernaiz.

« Ahora quien no hace una terapia es el raro. Creo que el tema se ha naturalizado y me parece positivo. Aunque esto ha facilitado la aparición también de falsos gurús…»

Las crisis personales son el pan nuestro de cada día. No sé si las generaciones anteriores no las tenían o no las contaban. ¿Cómo de ambiental es toda esta revolución del ego?

Pues posiblemente no se hablarían tanto, por lo menos públicamente. Ahora quien no hace una terapia es el raro. Creo que el tema se ha naturalizado y me parece positivo. Aunque esto ha facilitado la aparición también de falsos gurús que, aprovechando la desesperada situación de algunas personas, han sacado grandes beneficios económicos. Este es otro de los temas que tocamos en la función y que usamos como metáfora de realidades cercanas que hemos vivido. En la función apostamos por las relaciones humanas, por el cariño y la empatía como único camino hacia la felicidad.

¿Cuál es «el mejor de los sentidos”?

Nosotros lo tenemos clarísimo. Pase lo que pase en tu vida, por muy negativo que sea, nunca lo debes perder. Jajaja.

¿Habéis podido probar esta obra en público?

El estreno será el 28 de noviembre y por lo tanto todavía no hemos confrontado la comedia con el público, pero lo que sí te puedo decir es que la gente que está viniendo a los ensayos se lo pasa en grande.

¿Cómo afrontáis el día a día con la situación horrorosa que nos está tocando vivir? El teatro demuestra ser uno de los espacios más seguros para disfrutar de la vida.

Pues con la responsabilidad que exige el momento: respetando todas las medidas y adaptándonos a ellas. Hemos reducido muchísimo las relaciones sociales porque nos jugamos mucho. Como algún miembro del equipo caiga enfermo nos arriesgamos a tener que cancelar el estreno. Creemos firmemente que en un momento como este, una comedia como El mejor de los sentidos, que apuesta por el optimismo y la capacidad de superación, es muy necesaria. Y, además, los teatros han demostrado que son lugares seguros donde se cumplen las normas de protección al 100%.

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