Tapapiés


Texto de Sandra Sánchez
En la foto: Ganadora Tapapiés 2014. Zarajo de Txipiron, tapa vasco andaluza de Tribuetxe. Pincho de chipirón rodeado de patata frita, cebolla, pimiento verde y del Piquillo, con aceite de oliva, vinagre de manzana, nata y perejil. NACHO ALBA.
15-25/10 – Lavapiés – Madrid

Unos dicen que la tapa fue un invento de Alfonso X el Sabio, que ordenó con una ley que las tabernas castellanas dieran junto al vino algo de comida, para reducir los efectos del alcohol. También se dice que la tapa se llama tapa porque cuando los Reyes Católicos pararon en San Fernando de Cádiz se encontraron en una cantina llena de moscas. Para evitar que los bichos se pegaran un baño, propusieron tapar el vaso con una loncha de embutido.

Más allá de las historietas en torno a la tapa, lo que parece claro es que nació en la Edad Media en la península ibérica. Este bocado ha evolucionado hasta convertirse en una explosión de sabores. En algunas regiones de España el éxito de un local depende exclusivamente de su tapa. En el caso concreto de Madrid, y aún más concreto de Lavapiés –el que dicen es el barrio más cosmopolita del mundo por acoger casi 90 nacionalidades y curiosamente, uno de los más castizos de Madrid– la tapa ha encontrado la excusa para seguir creciendo. Se trata de una joya gastronómica capaz de transformarse para entrar en sintonía con cualquier paladar del planeta.

Tapapiés solo tiene cinco años, aunque parece como si llevara en Madrid desde siempre, y su historia es la de una gran idea. En muy poco tiempo se ha convertido en una de las rutas de la tapa más interesantes de España. A diferencia de las de más solera –como pueden ser las que se celebran en San Sebastián o Valladolid– la de Lavapiés ofrece un viaje multicultural. Al concepto tapa se han sumado no solo las cantinas castizas, los restaurantes más vanguardistas, o las tiendas gourmet del Mercado de San Fernando… también los restaurantes que habitualmente agasajan al comensal con una gastronomía llegada desde la India, Bangladesh o Pakistán. Todo ello augura un viaje de sensaciones único, resumido en un centenar de bocados.

Y más allá de la comida, el concepto de tapeo se ha traducido en clave de música y de teatro. De la misma forma que vamos de bar en bar pidiendo un trago y una tapa, podremos ir de calle en calle picoteando actuaciones. Sesenta conciertos se repartirán por las principales vías y plazas de Lavapiés, los fines de semana del 16 al 18 y del 23 al 25 de octubre, del mediodía a la noche. Un mestizaje de rumba, blues, retro, swing, funky, afrobeat y samba a cargo de más de 20 bandas. A ello se sumarán espectáculos infantiles y circenses. Y algunas de las salas off del barrio de Embajadores programarán sesiones de microteatro a solo 2,5 euros por función.

Vencedores
Obviamente, el que más gana con este recorrido es el ciudadano, que podrá degustar 100 tapas a 1,5 euros y por un euro más, podrá acompañar la tapa de un botellín de cerveza. Para que los cocineros se lo trabajen, estas 100 tapas lucharán por ganarse un puesto en el top tres. En una aplicación podremos visualizar todas las tapas y votar por nuestra favorita. Y de ahí saldrán diez tapas preseleccionadas entre las cuales un jurado compuesto por hosteleros y periodistas gastronómicos, elegirá tres. También, la aplicación nos mostrará videos de las actuaciones y podremos votar por nuestra favorita.

Más información: http://www.tapapies.com/

Mira un vídeo de la edición anterior:

Anterior Dime algo del cine dominicano...
Siguiente «Los caciques» de Carlos Arniches