EXPOCÓMIC 2009


Un año más se celebró en el pabellón de convenciones de la Casa de Campo el XII Salón Internacional del Tebeo de Madrid. La verdad es que lo de «un año más» tiene algo de sarcasmo, porque el evento ha llegado a desarrollarse de tal manera que pide a gritos un cambio de escenario urgentemente.

Rubén R. RISQUEZ

Rubén.- Recuerdo a la perfección el año en que se celebró por primera vez allí el salón del cómic.

Después de haberlo llevado por sitios tan poco adecuados como los pasillos del Museo del Ferrocarril, parecía que la ubicación era la ideal.

Pero el salón ha crecido, y ahora me recuerda a un niño gordito de doce años que quiere ponerse un jersey de cuando tenía seis.

Imagino que se quiere seguir creciendo, atraer a más público y expositores y ganar algo más de prestigio tanto en la escena nacional como internacional. Pues bien, para ello es necesario mudarse cuanto antes.

Por lo demás: pasillos abarrotados, autores como Carlos Pacheco se cayeron de la lista de invitados poco antes de dar el pistoletazo de salida (aunque es cierto que la lista de autores seguía siendo muy atractiva con Tim Sale, Pasqual Ferry o Alfonso Azpiri, por poner sólo tres ejemplos), un par de expositores nuevos: las tiendas madrileñas Enigma Cómics y El Mono Araña, con unos bonitos locales físicos… Y karaoke. Karaoke. Más karaoke. Nunca habrá suficiente karaoke. O eso piensa la organización.

Todo ello, pasando más frío que vergüenza. Aunque no fue obstáculo para que se lucieran los tradicionales (y en algunos casos reciclados) disfraces, por muy escasos de tela que estuvieran algunos.

Me quedo con el de La Bella y la Bestia: La Bella, de Disney; la Bestia era Hank McCoy, científico de pelaje azul de la Patrulla X. Bonito crossover.

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