Igloo: «Planes para días grises»


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Entrevista de Reyes M. de la Sierra
Foto [c] cortesía de Promociones sin Fronteras

Planes para días grises es una revolución que destila luz en las melodías de «Instantes», en las imágenes de «Aniversario» o «Cuarentena» o las bases de «Verano infinito»… Este es un disco para gozar. Os dejamos una pizca de la conversación con Julián Rodríguez.

Nosotras os entrevistamos en 2009 y hablamos bastante de cómo estaba incidiendo Internet en la industria musical. Mi percepción actual es que a los independientes os hace polvo.

Igloo es un grupo veterano, tenemos 18 años de carrera y el tema de las redes sociales está cogido con pinzas. Esto incluso forma parte de nuestra idiosincrasia. Y bueno, hay que estar en redes sociales y todo eso, pero no creo que nunca nos dediquemos a hacer bailecitos en TikTok. Somos un grupo que hace canciones, que hace los discos a su manera, sin esa dictadura de la inmediatez, de sacar un tema cada semana. Es que todo eso, es un poco estresante. En Igloo, el proceso de hacer canciones es más orgánico, ¿no? Tenemos que abstraernos de todo, no es nuestra guerra. No estamos ahí para tener buenos números ni para tener millones de visualizaciones, eso ya se lo dejamos a otra generación.

Me fastidian las formas. Estaba escuchando vuestro disco en el ordenador y me sentía mal, en plan: «estos han cuidado todo en el disco y aquí estoy yo, con el ordenador, que suena a lata». Me he puesto los cascos.

Sí, eso es un rollo. Nosotros somos de la vieja escuela, en el sentido de que queremos sacar un disco y sacarlo físicamente y que obviamente, se escuche bien. Te estás dejando un tiempo, te estás dejando dinero en la producción y queremos, obviamente, que se escuche con calidad. Pero tenemos que estar en las plataformas digitales porque todo el mundo está, y si no estás, pues no existes. Pero claro, nos ha llevado mucho trabajo y mucho tiempo, y nos gustaría que la gente lo degustara lentamente, y lo pusieran en bucle…

«Ha quedado un disco precioso, que se puede escuchar fácil, porque no es largo y tiene canciones muy diferentes entre sí…»

De los que entraban en el reproductor del coche y ahí se quedaban años… Planes para días grises es un disco distinto a lo que una se espera con el título, porque es de Igloo, por el contexto… Esperaba que fuera oscurote y me ha parecido súper luminoso.

Al principio la idea era hacer un disco más oscuro, más tirando por esa onda que caracteriza a Igloo… Tenemos fama de gente triste (risas). Tenemos esa etiqueta. Pero empezamos a trabajar con Juanma Latorre, de Vetusta Morla, que nos ha producido el disco y él nos ha cambiado todo el concepto que teníamos.

De hecho, si escuchas con detenimiento, sí que hay algunos temas que son muy oscuros. Pero que si profundizas en las letras, los mensajes son muy positivos de «en cuanto acabe todo esto, voy a hacer todo lo que no no estoy pudiendo hacer ahora, que estamos aquí encerrados en casa». Empezamos a concebir el disco en esa época, en 2020, refleja, todo toda esa época no hemos vivido. Anhelábamos ir a los festivales, a saltar, a cantar, a divertirnos, para estar al aire libre…

Juanma Latorre cuando llegó, nos ayudó mucho en la producción. Venía con las ideas muy abiertas. Nosotros, en ese sentido, somos muy cerrados, y él nos ayudó a no ser tan cerrados. Como ya sabes, nosotros como músicos, somos muy nuestros, si nos tocan las canciones, ¡uy!, que no nos gusta, nos gusta hacer las cosas a nuestra manera, ¿no? Pero me ha sorprendido cómo nos hemos dejado aconsejar siempre. Juanma tiene mucho peso en la música, y es una persona muy cercana y eso ha ayudado al disco, a que tenga esta esencia tan luminosa.

Ha quedado un disco precioso, que se puede escuchar fácil, porque no es largo y tiene canciones muy diferentes entre sí… Y la esencia de Igloo sigue ahí. En cuanto escuchas la voz de Beni, ese ruidismo que nos gusta… Eso es muy característico: esas bases, esos sintes… lo de hacer ruiditos. Todo eso sigue ahí, aunque en este disco nos hemos arriesgado un poquito más.

«La verdad es que somos bastante elegantes».

Sí, y ahí hay un par de canciones… o tres. Mira, me ha venido a la cabeza mientras hablabas «Instantes», que tiene unas melodías vocales súper bonitas, que sí, son un riesgo, por si te pasas… Pero ha quedado muy elegante.

La verdad es que somos bastante elegantes. Supongo que tiene que ver con que ya somos viejunos. «Instantes» es un tema muy denso, con esas atmósferas, con todos esos sintes… Yo lo tenía claro en cuanto lo hicimos, pensé: «este va a ser perfecto para abrir el disco». Presenta muy bien lo que es Planes para días grises.

Además, que ahí estás muy presente. Me ha parecido que la percusión… o vaya, el ritmo, lo marcas tú con el bajo. Mola mucho.

Sí, el bajo está muy presente en esa canción y ya te digo, es un tema oscuro pero precioso, es una mezcla muy hipnótica, es como «uf, quiero escucharla otra vez», porque es como que estás de viaje, en un viaje casi espacial.

En las bases de «Verano infinito». Igual meto la para, pero ahí yo creo que es donde he captado mucho la mano de Juanma.

Mira, de ese tema, si te enseño la maqueta original, es que, madre mía, no tiene nada que ver. Ese tema lo hicimos Beni y yo. Beni hizo la música y yo la letra, e iba a tener otro rollo muy distinto. Vino Juanma al estudio con el ordenador, había hecho cosas en casa… y ha quedado un tema en el que se siente un rollo muy veraniego, la escuchas y te da muy buen rollo… no sé cómo explicarlo, pero sin duda se sale de los esquemas de Igloo completamente, o sea, es que no sé cómo explicártelo…

Eh, que yo tampoco sé explicarlo. Creo que la gente tiene que escucharlo.

Se sale mucho del guión, sí. Y esto nos dice hasta qué punto nos hemos dejado guiar. Juanma nos trajo los cambios en la maqueta, nos pusimos a escucharlo y dijimos: «esto tiene que ir así, sí o sí, está perfecto». Quedamos muy contentos y de hecho, es posible que más adelante lo saquemos de single, ya lo iremos viendo.

«Vivir en pleno verano» es la que más me ha gustado hoy. Quizás tiene que ver con el momento que estoy viviendo, esto cambia, ¿sabes? No sé si vosotros, cuando la escuchasteis pensasteis: «uff, temazo».

Supongo que te refieres a «Verano infinito».

Ay, sí, claro, ¡perdona! Que te la retitulo con la letra…

(Risas) No, no te preocupes, que a mí también me pasa. La melodía se me ocurrió a mí, la letra la hizo Beni, que es muy bonita y Juanma Latorre fue quien le dió esa vuelta de tuerca, ese rollito que tiene la canción. A mí también me encanta, es que en la primera escucha, joder… es que dices, me apetece salir, pasármelo bien… Si te la pones en cuanto te levantas, te alegra el día. Y sí está muy bien, y lo que dices… me imagino que no cada persona, sino que depende del momento de la vida..

Está guay que una canción te saque la sonrisa, que vivimos en una época muy estresante. Hay que intentar no perder la positividad, siempre hay que tener ahí ese niño y sacarlo fuera. Seguro que te va mejor que si estás con otra actitud, y al final la música es como una terapia, y si a ti te ha encantado, pues mira, me alegra.

Antes me hablaste un poquito de la esencia de Igloo. Yo no sé si hacéis power pop, power rock… salvaje, vaya… Esto es importante para el directo, ¿no?

Sí, , hacemos temas de los que te levantan en un concierto o en un festival. Es que cuando eres una banda independiente, y te invitan a un festival, ya vas sabiendo que tienes muy poquito tiempo. Que aunque tenemos siete disco, siempre parece que estamos en la liga de los que están a punto de dar el salto, siempre estás tocando en un festival a unas horas no tan buenas… Entonces tienes que intentar conectar con la gente en muy poco tiempo. Por eso, los queremos hacer bailar, en este tenemos «Serendipia», por ejemplo, pero hay bastantes en nuestra discografía: «Gigante», «Sin mentiras»…

Con este disco tenemos idea de tocarlo íntegramente, por lo menos ahora al principio, luego ya veremos. En los festivales está más complicado, por lo que te decía del tiempo, pero en las salas, que tenemos más tiempo y queremos cambiar mucho de repertorio. Al final hay temas que tocas siempre, y acabas, ¿aburriéndote?… no es la palabra, pero es que tenemos siete discos, es que podemos hacer lo que queramos, podemos coger un tema de Infinito 3, otro de El conjunto vacío, uno del primer disco… podemos coger lo que no hemos tocado habitualmente en directo y que son temazos, pero no son tan conocidos. Es lo que vamos a hacer en esta gira: tocar integro el disco, porque nos encanta cómo ha quedado, y luego combinarlo con las canciones que no son tan habituales en el repertorio en vivo.

«Los discos son obras de arte y hay que tratarlos bien, no como productos de usar y tirar»

Otro de los ingredientes de Igloo son las letras. Son habituales… cómo lo diría: ¿la canción imagen? ¿la canción fotografía? Lo tenemos en «Aniversario» o «Cuarentena».

Las letras siempre las hace Beni. Es que escribe muy bien, lo decimos nosotros y lo dicen por ahí. Es una persona que tiene mucha experiencia y nos guiamos por su criterio. Además, en este disco nos hemos salido del proceso de creación de un disco normal. Lo normal es que vamos a un estudio, empezamos a grabar por partes… es todo como muy mecánico, ¿verdad? En este disco, Juanma quiso hacerlo completamente al revés…. Nos dijo: «tenemos dos semanas de estudio, que es tiempo de sobra, qué os parece si vamos grabando y si se nos ocurre alguna cosa, lo probamos y si nos gusta lo grabamos». Y la verdad que nos ha gustado mucho este sistema. Algunas canciones, muchos de los arreglos… los hemos hecho en el propio estudio, aunque nosotros ya lleváramos el trabajo previo en las maquetas. Nos ha cambiado el esquema de todo.

Se trabaja de otra manera cuando no tienes esa presión de los 300 euros al día del estudio. Y bueno, tengo que decirlo, este disco lo hemos podido hacer así, de esta manera más calmada, con más tiempo, gracias al apoyo de nuestros seguidores. Hicimos una campaña de crowdfunding, así que gracias nuestros patrocinadores hemos podido hacer el disco que queríamos. Al final se trata de hacer discos que perduren, que no sean de consumo rápido. Los discos son obras de arte y hay que tratarlos bien, no como productos de usar y tirar.

«Nuestro Big Bang» suena a cierre, pero no es el cierre y es una canción trampa total, de esas premeditadamente emocionantes, en las que la melodía crece, crece…
Es uno de los temas favoritos de Beni. Es una montaña rusa, tiene una explosión al final, que es súper épico. Empieza tranquilita, con un sinte por debajo, y dices, «Dios mío, pero qué ha pasado». Esa es la canción que en directo es un subidón de adrenalina y en cuanto la toquemos va a ser muy guay, va a ser una sobre todo interpretar.

«Llevamos como dos discos diciendo que es el último disco de Igloo y al final siempre hay uno más».

Hay ya muchas fechas cerradas… El disco nos dice que esta gira se va a vivir como una especie de renacimiento, el anterior fue en 2017.

Ha llovido bastante, sí. Veníamos de una dinámica muy estresante. Parecía que había que sacar un disco cada dos años. Hay una presión… haces el disco, empiezas a girar y cuando estás acabando la gira empiezas a componer para ponerte a grabar cuando dejes de girar… y todo para que la rueda no pare. Es estresante. Desde el último disco, que fue Aquellos maravillosos daños, que también grabamos en Madrid… También nos ha pillado una pandemia por el medio y eso ha afectado a que los tiempos se hayan dilatado, claro. Pero bueno, por otro lado, nos ha servido como terapia, para saber a dónde queremos estar. Igloo es un grupo en el que no queremos un techo, pero tampoco nos conformamos con estar ahí… Queremos hacer las cosas a nuestra manera y ver qué pasa.

Llevamos como dos discos diciendo que es el último disco de Igloo y al final siempre hay uno más. Es que llevamos siete discos y hoy en día, aguantar tanto tiempo juntos, es muy complicado, y más con lo que estamos viendo, de bandas que están arriba, como Izal o Second, que se están separando… ¡El columpio asesino lo anunciaron hace poco también! Que dices, «dios mío, pero cómo se pueden separar si están todos los años en todos los carteles de los festivales!».

Igloo es un grupo que está en otra liga y creo que es que somos amigos y para nosotros tocar en Igloo es una terapia y nos vamos de gira en la furgoneta y nos vamos a dónde sea y lo vivimos como un fin de semana de los amigos, vamos a comer a sitios chulos… Todos tenemos nuestras historias, nuestros trabajos y el grupo es el nexo y nos encanta. Así que, creo, que a partir de ahora la fórmula será no sacar discos tan asiduamente…

Ojito con esos planes… antes decías que sois el grupo que parece siempre que sí… e igual este es el disco de que sí…

Es que nunca se sabe. A ver, nosotros no hacemos discos por ver si damos el pelotazo, pero si lo damos, pues ojalá. Esas cosas las piensas al principio de la carrera, que quieres petarlo rapidísimamente, tocar en estadios, llenar pabellones. Luego, ves que eso no llega y cambias, vas diciendo, pues vamos a ver qué pasa, vamos a ir haciendo y si no llega, pues mira, nos lo hemos pasado genial. Hemos hecho música y hemos conocido a un montón de gente maravillosa por el camino. Mientras tengamos esa motivación… Lo que te decía, se trata de no forzar las cosas, si nos apetece hacer un disco, lo hacemos, pero si lo hacemos, lo hacemos muy bien, si caer en la trampa de las redes sociales de estar sacando canciones… Si todo el mundo puede hacer un disco en su casa… Nuestra idea es hacer canciones buenas que perduren en el tiempo.

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