Tania LOBATO
Fotografías por cortesía de VIBRA COMUNICACIÓN
Desde las vías de la Renfe a las calles donde moran los Meninos da Rua de Brasil, el «sonido Pegatina» es capaz de recorrer horizontes y saltar barreras lingüísticas. Vía Mandarina es la continuación de Al Carrer!, el segundo disco de La Pegatina, aún más rumbero, refrescante y pegadizo que el anterior.
Responden Adrià y Rubén.
Tenéis canciones en castellano, catalán, en portugués y en gallego, ¿por qué cantáis en varias lenguas?
Adrià.- Sí, «Minha rua» es en portugués. Está hecha con el Proyecto Meninos da Rua de São Paulo, que descubrimos a través de unos centros sociales de Brasil que entretienen a los niños huérfanos de las favelas y de la calle, para que se conozcan y participen en actividades. En este caso, los niños habían montado un grupo de música y tenían una canción que nos llegó y nos pareció guay. Quisimos versionarla y reinterpretarla con ellos, así que se lo propusimos. La gracia es que los derechos de autor son para su causa.
Rubén.- Lo del gallego viene porque mi familia por parte de padre es gallega y yo conozco la lengua. En su día compusimos un tema que salió en un recopilatorio de música en gallego y nos gustó el resultado. Por eso tanto en el disco anterior como en Vía Mandarina hemos incluido canciones en esta lengua.
¿Y notáis que las canciones en catalán y gallego tienen más dificultades para llegar a gente de fuera de su ámbito lingüístico?
R.- La primera vez que fuimos a Madrid sí que nos sorprendió, pero cuando empezamos a tocar las canciones en catalán resultó que la gente ya se sabía las letras.
A.- Se hace raro, pero sí. La gente incluso busca las traducciones.
R.- La música rompe esas barreras. Es un poco como pasaba con Dusminguet, que cantaba en catalán, en castellano, en francés y en inglés y daba igual porque lo que importaba era su sonido. Era el sonido Dusminguet y te impregnaba igual. Si te gusta el sonido Pegatina al final lo que te queda es la sensación.
¿Y a qué estilo pertenece el «sonido Pegatina»?
A.- Nosotros le decimos «rumba urbana» porque nació en las calles, en los buses… pero hay un poco de todo. Cuando la gente nos ve en directo, cambia todo. Dice que hacemos punki con cajón y guitarra española.
¿Vosotros tocáis por vocación o simplemente para pasároslo bien?
A.- Bueno, al principio nos lo pasábamos genial, ahora ya hay tal nivel organizativo que parece una empresa. Cada uno tiene su departamento y se encarga gestionar su tarea correspondiente.
R.- Nos ha pasado como en tantos otros proyectos. Un grupo de amigos toca y de la noche a la mañana va viendo cómo la gente responde.
¿Os esperabais esta respuesta tan masiva?
R.- Ha venido de sorpresa pero no es repentino. Con Al Carrer! tuvimos miles de descargas y poco a poco esos temas fueron calando en la gente. Con el Vía Mandarina llevamos ya un millón de descargas. Creo que ha hecho mucho el apostar por la descarga directa. También se ha agotado en tiendas.
A.- Es que es eso, esfuerzo. Tú sabes que cuando abres tu empresa, los primeros años no te comes un rosco. Pero bueno, nos dijimos que íbamos a darlo todo y que si luego no salía bien pues no pasaba nada, pero al menos ya lo habríamos probado.
¿Qué le dais al público para que, aún tocando en todos los sitios en los que tocáis, se agoten las entradas?
A.- Eso es que la gente sabe y repite. Nuestro directo no es para venir a escuchar música, sino para disfrutar, bailar, saltar y cantar. Es una fiesta.
R.- Es muy importante que la gente repita, que quien venga a un directo quiera venir a otro y como somos un grupo que hacemos muchísimos directos, cada año tenemos que renovarlo para que los que han venido antes no digan «ostras, otra vez lo mismo, tío». Además incluimos temas nuevos también en directo (de momento ya llevamos ocho).
¿Y esos temas van a ir a otro disco?
A.- Sí, al tercero, que lo grabamos a finales de este año.
¿Es más importante el directo que el disco?
A.- Todo tiene su tiempo. Cuando grabas el disco tiene que ser mejor que el directo y cuando viene el directo, tiene que ser mejor que el disco. Así vamos mejorando.
¿Cómo ha sido la experiencia de colaborar con otros artistas como D’Callaos, El Puchero del Hortelano, Gambeat…?
A.- Todos son amigos de los escenarios. Al final tienes ganas de hacer un tema en común y eso es lo que pasó con D’Callaos y con El Puchero del Hortelano. En ese caso fue a raíz de una canción que teníamos versionada de Antonio, el de Puchero. Un día, después de un concierto suyo, nos acercamos al camerino y le preguntamos si podíamos cantarla. El tío flipó e hizo llamar al cantante de su grupo para que la escuchara.
¿Y con qué otras bandas vais a colaborar?
R.- El malabarista de Canteca de Macao ha venido a veces con nosotros de gira. Ojalá saliera algún tema con ellos. Criticaron que viniera Manu Chao porque pensaron que lo hacíamos para promocionarnos. Habíamos coincidido muchas veces y quiso colaborar. Gambeat, su bajista también nos ha ayudado. Che Sudaka… que siempre ha sido un grupo a seguir para nosotros, no solo musicalmente sino también por su modelo de autogestión.