Director: Stéphane Riethauser
Documental. 2019. Suiza.
Texto de Sandra Sánchez Basagaña
Fotografías https://www.unifrance.org
Más info: https://madamefilm.com/
Cuando Stéphane Riethauser presenta este documental, Caroline, su abuela, ya ha fallecido. La voz en off del director nos explica cual es el sentido de un trabajo que se presenta como una conversación entre los dos en torno a diversos temas.
La película es un montaje de videos familiares. Stéphane Riethauser construye un diálogo sincero con su abuela, a la que había grabado en muchas ocasiones sin intención de que eso saliera a la luz pública. Además de esos retratos íntimos, podemos ver mucho más material rodado, tanto por el padre del director, como por él mismo durante la infancia y la adolescencia.
El discurso que genera se convierte en el relato de un siglo de reflexiones en torno a las consecuencias del heteropatriarcado. Su abuela quizás no sea consciente de todo lo que ha tenido que luchar de forma extra por su condición de mujer –el director dice que Caroline es el hombre de la familia–, pero Stéphane Riethauser sí lo es, y sobre todo, es muy consciente de todo el daño que le ha hecho a él no ser como se supone que debía ser en el mundo en el que vivía.
Parte de la magia de la historia es que Caroline, cuando era grabada por su nieto y contestaba a las preguntas que este le hacía, construía, sin saberlo, un relato sobre el empoderamiento femenino basado en lo que ella, de forma natural, consideraba una injusticia. Toda la fortuna de la que hoy hace gala la familia es fruto del trabajo de esta anciana, a la que cuando era niña sus padres le prohibieron aprender.
Obligada a casarse con un amigo que la abandonó en el momento exacto en el que estaba pariendo, vio como también su padre la desatendía no dejándola volver a casa. Y para ganar dinero y criar a su hijo, debía aprender un oficio. E hizo un curso de peluquería. El pelo, los peinados son un símbolo a lo largo de la película. Para descubrir cómo una joven de los años treinta, con un hijo, sin un hombre a su lado y con un curso de peluquería consigue amasar una gran fortuna, tendréis que ver el documental.
Admirar a Caroline
Y a la vez que comenzamos a admirar a Caroline descubrimos cómo los valores inculcados en la familia muy tradicional que ella fundó, son una soga que ahoga al nieto. Porque Stéphane Riethauser nace en una familia burguesa. Es hombre y es el primogénito, así que de él se espera que aúne todas las cualidades de un macho alfa. Debe renunciar a sentimentalismos, como hizo su padre, que rechazó el sueño de ser cineasta. Debe crecer, estudiar, casarse con una bella mujer, tener hijos y ser un digno sucesor. Pero se siente atraído por los chicos.
En su cultura, que le atraigan los chicos, está mal. Que sea frágil o débil, está mal. Se aferra a lo que ha aprendido en el seno de su familia, a lo que supuestamente está bien y crea un alter ego: Ritón, un chaval de derechas, homófobo y misógino. Ritón es quien le gustaría ser para encajar en su vida. Le aterra más la idea de definirse o asumir que es homosexual que la propia conciencia de serlo.
Actualmente el director es activista LGTB. Para convertirse en una persona reconocida dentro del colectivo, utiliza todas las herramientas de las que le ha dotado su antigua vida, que son muchas. Y sin embargo, él mismo reconoce que es la aprobación de su abuela la que le da alas. Así pues, «Madame» es un homenaje a la brillantez e inteligencia de Caroline, que en tan solo tres días –los que pasan entre la conversación tensa en la que él le explica que es gay y la llamada de la abuela para pedirle perdón por haberle insultado– derrumbó muros intelectuales y sociales forjados en 80 años de vida.
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