Ochenta años han pasado desde que los 12 distritos se revelaran contra el poder y perdieran la contienda. Los que mandan no aceptan insurrecciones y para recordarles que son más fuertes, cada año se hace una cosecha de una niña y un niño por distrito. Se trata de un sorteo en el que los elegidos son obligados a luchar en un combate a muerte en una extrema versión de la “Isla de los famosos” en la que gana el único superviviente.
La historia de esta película es larga en el mundo literario. La saga literaria de Suzane Collins ha lamido las mieles del éxito remando contra viento y marea. Los de Collins son libros comerciales, pero con un poso filosófico poco frecuente en la literatura de masas. Está más cerca de historias como “1984” de Orwell, de “Un mundo feliz” de Huxley o de “El Señor de las moscas” de Golding, que de los vampiros de Crepúsculo.
La película que ha puesto entre los más vendidos los libros de Collings es recomendable. Es entretenida por su acción y espeluznante por su fondo. Son niños que matan a niños en un meticuloso espectáculo televisivo. Jennifer Lawrence es la actriz que da vida a la protagonista y que con una elegante interpretación –está dotada de una mirada que lo transmite todo– eclipsa los puntos flojos del film. Algunos hilos argumentales están poco definidos y hay personajes importantes en los que no se profundiza, y pese a que el resultado final es bueno –nos mantiene pegados a la butaca durante más de dos horas– da la sensación de que con los mismos ingredientes, el plato cocinado podría haber rozado lo sublime.
Advertencia:
Cuando entré en la sala, llegué a pensar que me había colado en otra película. Las butacas estaban plagadas de preadolescentes y niños con sus padres –que comenzaron a huir de la sala cuando empezó lo «hostil»–. No es una película familiar. Me he metido en la web para ver si encontraba una explicación al raro fenómeno y la he hallado. Por los datos de ventas del libro y de la taquilla, quizás estén desarrollando una campaña de marketing muy eficiente desde el punto de vista económico pero muy poco sincera. El fondo de la historia es profundo: habla de libertad, de supervivencia, del hombre como lobo entre hombres, de dictadura, de los límites de la moral y de la ética, de crueldad… aunque también habla de humanidad, de amor, de fidelidad… Pero lo hace con un argumento potente: una sociedad que en pro de una paz obligada, televisa la lucha encarnizada de niños que se ven obligados a asesinar a otros niños para sobrevivir. ¿Película infantil o adolescente? No lo creo.