Club del Río: «Lejos Contigo»


Descargar ExPERPENTO 100 / Visualizar ExPERPENTO 100

Entrevista de Reyes Muñoz

Lejos Contigo es el primer trabajo autoeditado de Club del Río, el quinto de su discografía. Verá la luz en noviembre. En esta ocasión, pandemia mediante, no ha habido la habitual convivencia en una casa-estudio. Además se lanzó en dos partes. La primera salió en digital en febrero y ahora, a esos primeros temas, se une una segunda tanda de canciones. Sobre estos cambios hablamos con Esteban.

Observamos grandes cambios en este disco de Club del Río. Quizás lo más llamativo es que no habéis estado en la casa-estudio.

Realmente ha sido una consecuencia de los años estos de Covid. Para nosotros lo ideal es irnos a una casa-estudio y poder convivir y pasar unos días juntos: no tener distracciones y estar centrados en la grabación. Para nosotros esa es la mejor experiencia. Pero bueno, este año no pudimos afrontarlo así por la limitación de viajes y demás. Decidimos quedarnos aquí en Madrid y optamos por llamar a José María Rosillo. Ya habíamos trabajado con él en Un sol dentro. Él nos había hecho la mezcla. Nos gusta mucho y nos cae muy bien. Fue una cuestión de preguntarle disponibilidad. Y él estaba muy motivado con el proyecto. Nos lanzamos y lo hicimos todo con él, en Carabanchel.

¿Volveréis a grabar con Raúl Pérez?

Estamos deseando volver a la casa de Raúl. Es una persona con la que conectamos muy bien y ojalá algún día podamos volver ahí, a La mina, a Sevilla, y grabar alguna otra cosa. La verdad que esa puerta siempre está abierta.

Este disco es autoproducido. Pensaba que igual tenía relación lo de la casa-estudio con el hecho de que ya no trabajéis con una discográfica.

No, no tiene nada que ver. Es verdad que este último disco es el primero auto-producido y que no estamos trabajando con un sello en concreto. Ese cambio también es fruto de nuestras necesidades de estos dos años raros. Llevábamos muchos años con El volcán, y decidimos irnos por nuestra cuenta, embarcarnos en esta aventura y ver cómo lo afrontábamos. Queríamos probarlo. Queríamos ver como funcionaba si lo hacíamos nosotros y conocer todo el proceso.

«Nosotros empezamos a hacer música por desahogarnos, para desfogarnos, para nosotros y por nosotros».

Hos entrevistamos en 2017, creo. Entonces nos dijisteis que para vosotros hacer música era la unión de unas personas que se juntan para desahogarse y para divertirse. No sé si ahora que os autoproducís, esto sigue siendo así… o ha quedado como un ideal de luces y color…

La realidad es que todo va evolucionando, pero sí, en origen, o la naturaleza de nuestro proyecto siempre ha sido ese. No comenzamos como una banda, no comenzamos a hacer música con una intención de que saliera públicamente, ni que nos conocieran… ni buscábamos crear un proyecto musical con repercusión dentro del entorno musical que hay en Madrid y en España. Nosotros empezamos a hacer música por desahogarnos, para desfogarnos, para nosotros y por nosotros. Somos un grupo de personas que nos conocemos desde hace muchos años y la música era un lenguaje más que podíamos hablar. Tenemos esa suerte. Podíamos interactuar entre nosotros, querernos y cuidarnos mediante la música. Así nace Club del Río, así se montó todo esto.
Luego, con el tiempo, hemos ido ganando en seguidores, hemos ido teniendo algo de repercusión… Y nos planteamos la cosa desde ese origen, pero desde otro punto de vista. Ahora sabemos que nuestra música tiene la capacidad de llegar a la gente. Cambian algunas cosas, pero en origen, seguimos igual. A mí me gustaría que la música, más que un negocio, o un mercadeo, o algo así, fuera realmente el resultado de un impulso sanador humano. Es un don o una una virtud que tenemos, es un talento que hay que desarrollar para cuidarnos a nosotros y para cuidar a la gente.

Vamos a los discos del Club de Río. Siempre han destacado por tener una intrahistoria. Antes hablábamos de la casa famosa. Este está hecho en dos fases y también tiene viajes de por medio… Saldría un libro “Cómo se hizo” de cada uno de vuestros discos… Si nos quieres contar la historia de este…

Sí, la verdad que cada disco va acompañado de una etapa de nosotros. Los primeros discos eran una manifestación de nuestra amistad. Nosotros cogíamos el coche y nos íbamos lejos. Nos gustaba mucho el campo, hacer excursiones de todo tipo, dormir en la naturaleza… Así fue la primera etapa. Luego ya nos fuimos a vivir juntos, lo que generó un montón de creatividad entre nosotros.
En este último no hemos compartido casa-estudio. Y yo diría que es el más personal. En este caso la lírica, la narrativa del disco, tiende a hablar de las relaciones humanas. De las luces y sombras, de lo necesarias que son las otras personas para diluir nuestro ego. Ahonda en los problemas y las alegrías de las relaciones humanas de todo tipo, más que en la belleza del mundo o de la naturaleza.

La primera parte se hizo antes de todo el apocalipsis y no sé si la segunda parte es posterior y por eso el disco trata todas estas cosas de las que me hablabas.

Realmente, lo que es el proceso compositivo y las letras salieron, justo, justo, antes del apocalipsis. Unos meses antes de todo esto, teníamos unas canciones y empezamos a desarrollarlas durante el año del Apocalipsis. Yo vivía con Álvaro, un compañero de la banda. Álvaro y yo maquetábamos y se lo enviábamos al resto de la banda. Ellos lo iban escuchando y así, en cuanto abrieron la veda, salimos una primera vez a grabar la primera parte. Eso fue en junio y julio. La verdad es que grabamos solo la primera parte por una cosa de dinero: no teníamos mucho dinero para grabar un disco entero. Por eso grabamos la primera mitad y luego en diciembre de ese mismo año grabamos la segunda mitad. Pero vamos, que las canciones no están hechas desde un punto de vista apocalipsis coronavirus, sino que están hechas desde antes, desde un poco antes.

«Ese disco es una unidad conceptual de los dos EP, y se llama «Lejos Contigo». Aúna las ocho primeras canciones y las seis que hemos lanzado ahora».

La primera parte está ya estrenada y ahora estáis centrados en la segunda parte que se compone de seis temas.

Claro. La primera parte está en Spotify y se llama Lejos. Y la segunda parte, que es la que movemos ahora, se llama Contigo y hemos estrenado el primer single que se llama «Resurgiré». El disco completo sale a la venta el 4 de noviembre, tanto en digital como en físico. Ese disco es una unidad conceptual de los dos EP, y se llama Lejos Contigo. Aúna las ocho primeras canciones y las seis que hemos lanzado ahora.

Veo vuestros discos como una unidad. Es decir, siempre me parece que hay una historia que queréis contar, tanto con los sonidos como con las canciones, las letras. No sé si es cosa mía o si tiene que ver con el orden de las canciones, si es a propósito, si os da dolor de cabeza o si os sale de natural…

Mira, nosotros con eso, la verdad es que no somos muy quisquillosos. Tanto a los nombres de las canciones como al nombre del álbum, sí que les damos unas cuantas vueltas. Pero el orden… pues lo vamos viendo un poco intuitivamente sobre lo que pensamos que funciona o que fluye mejor. Normalmente no hay una intención muy intelectual detrás. Lo escuchamos varias veces, lo ordenamos como pensamos que fluye mejor, y así las juntamos.
Tampoco es que seamos unos músicos extremadamente virtuosos. Nuestras canciones se basan en una serie de acordes combinados de diferentes maneras. Luego, en las letras y en los mensajes que hay en las canciones… sí. Sí, hay muchas cosas en común entre todos los discos, entre todas canciones. Pero no es algo que nos que nos dé un quebradero de cabeza. Lo que va saliendo, lo grabamos y lo sacamos y no le damos muchas vueltas.

«Nosotros es que afrontamos la música desde un punto de vista, ¿más humanista?, o más basado en las letras, en las canciones… y luego abrazamos las canciones con música».

Me llama la atención que me digas que no sois virtuosos de los instrumentos. Sois unos virtuosos del uso de la voz como instrumento… y en este disco y en los otros, siempre me ha parecido que para vosotros menos es más… A mí eso me parece muy, muy difícil. Que igual no es tan difícil si detrás, de trasfondo, hay una especie de respeto a tocar instrumentos…

A ver, estamos limitados. Simplemente estamos limitados en el grupo. Nuestro teclista, Baños, es el único que ha estudiado música de conservatorio, que se ha hecho todos los años de estudio a tope… Entonces él es una buena guía para todos nosotros.
Pero en mi caso, por ejemplo, yo suelo llevar los esqueletos de las canciones. Yo estoy limitado porque soy autodidacta. Por eso decía que tampoco somos unos virtuosos, porque entiendo que hay una realidad de músicos que han estudiado y que al final… pues son los que están capacitados buscar esa complejidad en la música. Nosotros es que afrontamos la música desde un punto de vista, ¿más humanista?, o más basado en las letras, en las canciones… y luego abrazamos las canciones con música. Pero bueno, yo me siento muy identificado con lo que hacemos y me encanta y lo defenderé siempre. También soy realista y entiendo que hay también muchísimos otros grupos que hacen música más compleja. Nosotros tratamos de unirnos a esa máxima que has dicho de menos es más. No queremos pasarnos de… iba a decir pedantería… No queremos entrar ahí. Queremos que sea más natural.

En realidad, no hablamos de simplicidad. Es sencillez, que es distinto a falta de complejidad. Hay mucha complejidad sónica en vuestra música.

Tienes razón. Yo es que soy poco marquetiniano. Pero vamos, tienes toda la razón. La realidad es que en la sencillez pueden estar en las mayores complejidades y esto en la vida se demuestra muchas veces. Lo que yo te quiero decir es que llegamos hasta donde llegamos y que tratamos de sacar todo lo posible de nuestra habilidad y de lo que tenemos.

Según me lo puse en los cascos y empezó a sonar «Surco agradable» me pegué un susto. Que no me lo esperaba. Creo que quizás ese es el objetivo.

Esa canción, es verdad que entra muy así. Por eso la elegimos como primer tema de «Contigo», para diera como un toque de atención a la persona que está escuchando.
Si te fijas, «Surco agradable» es un camino musical o es una propuesta que luego se va diferenciando con el resto de canciones. Cada canción aparece de una manera y no tratamos de conseguir un sonido homogéneo. Tampoco lo hacemos intencionadamente. Si se consigue es porque somos los mismos. Estamos tocando las mismas personas, con el mismo proceso creativo… Pero nosotros estamos muy abiertos a eso. «Surco agradable» es un rayo de luz entre todas las canciones, un rayo de esperanza.

Y el giro que da hacia el final es muy guay

La parte latina del final nos encantó. Fue una ocurrencia. La canción ya estaba hecha y un tiempo después de estar compuesta, apareció ese final, que es como de celebración, que nos encantó, porque a nosotros nos encanta la música latina en general y alguna vez hemos metido algún guiño. Con esta canción surgió la oportunidad de meter un tres cubano, de meter unas voces… y nos encanta. Nos dio mucho placer hacer esa parte, la verdad, de grabarla y todo.

«Yo veo una evolución musical bastante grande en ese camino, fruto de los cambios de la formación, de la banda y de que eso ha dado lugar a un sonido un poco más abierto, más etéreo, que para este tipo de canciones funciona muy bien».

¿Vosotros notáis un punto de inflexión en este disco? Es cien por cien Club del Río pero…

Sí, sí, sí, sí, sin duda. Hay una evolución ahí. Por ejemplo, hay un cambio de instrumentación bastante importante. Exceptuando el primer disco que lo hicimos más acústico, con solo percusión, el resto de discos los hemos hecho con un formato de banda normal: batería, bajo, guitarras… En este último disco se nos fue nuestro bajista y entonces decidimos hacer con un re-orden de la banda. Decidimos quitar la batería y centrarnos en la percusión orgánica. Y también hemos metido percusión digital y hemos experimentado con eso. Hemos jugado más con los silencios, con espacio en las canciones….
Yo veo una evolución musical bastante grande en ese camino, fruto de los cambios de la formación, de la banda y de que eso ha dado lugar a un sonido un poco más abierto, más etéreo, que para este tipo de canciones funciona muy bien.

El sonido de las guitarras acústicas, ¿cómo se ha grabado? ¿Están enchufadas? ¿Con un micro? Porque parece enchufado pero también se escuchan los rasgueos.

Yo todo lo que he grabado en este disco ha sido en acústico y mi guitarra siempre va con una línea. Pero también va con un micrófono para para coger ese tipo de sonidos. Nos interesa también que haya ese tipo de sonidos para que se note esa viveza. Pero luego Pezzi, Adriano Pezzi, que es otro de la banda que toca la guitarra eléctrica, siempre va enchufado y va metiendo efectos. O sea que hay una combinación de sonido acústico y de sonido eléctrico.

«Hay que confiar en lo que tenemos dentro. Yo creo. Y «Resurgiré» es una canción que habla mucho sobre eso».

Háblame de «Resurgiré». La sensación es que sois muy expertos en hacer canciones bonitas. Y me parece que hay sapiencia musical en eso, es decir: si vas subiendo los tonos, la gente siente alegría. Lo que no sé es si os lo proponéis u os sale.

Nosotros le damos las vueltas justas a nivel intelectual a lo que hacemos. Hay una cosa muy fuerte de intuición o de espontaneidad. «Resurgiré» es una canción que cuando apareció, cuando yo empecé a cantarla por primera vez, surgió un poco de polémica, porque se podía pensar que la canción está dirigida a alguien, a una persona real. La verdad es que «Resurgiré» es una especie de conversación con uno mismo, una llamada de atención a uno mismo, cuando está en un momento que se cree olvidado o se cree solo… Pues siempre, siempre, ahí dentro, hay alguien que quiere escucharte y que está ahí. Y entonces así nace esta canción, como un recordatorio de que siempre hay alguien dentro de ti escuchándote. Lo puedes llamar como quieras, yo no me voy a meter en jardines espirituales religiosos, porque eso siempre da lugar a lío. Hay que confiar en lo que tenemos dentro. Yo creo. Y «Resurgiré» es una canción que habla mucho sobre eso.

Entrevistamos a Bambikina cuando sacó su EP Túnel y nos dijo que la sesión con vosotros que había sido emocionante. A lo mejor no es un camino intelectual, pero que generáis algo muy emocional.

Sin duda. Ahí hay un contenido emocional muy gordo. Nos gusta mucho la música. Lo que tú decías de la sapiencia, pues no sé. Pero la realidad es que nos encanta la música desde siempre. Escuchamos mucha música, además bastante diversa entre nosotros y todo esto al final son influencias que se nos van metiendo y referencias. Lo que pasa es que a mí siempre me ha gustado que en Club del Río, aunque escuchemos mucha música y tengamos referentes, nunca hemos intentado sonar como nuestros referentes. En lugar de buscar hacia fuera, hemos buscado hacia dentro. Vivimos en un mundo en el que hay todo tipo de música, no nos interesaba nada sonar a algo que nos gustara, sino tratar de encontrar lo que es auténtico nuestro y lo que tenemos dentro.

Si me hubieran dicho de hacer una crítica de este disco, seguramente me hubiera salido Xoel López por algún sitio. Entonces no sé si es más una confluencia o una inspiración, porque creo que sois amigos.

Nos conocemos ya desde hace un tiempo. Nosotros siempre hemos sido muy fans de Xoel. Sobre todo la parte de la banda que escuchamos ese tipo de música. De pronto se fue acercando poco a poco a nosotros. Llegamos a conocerle una vez que escuchó un disco que habíamos grabado y nos dio su opinión y luego, más adelante pues colaboramos con él en una canción, el colaboró con nosotros… y bueno, ya nos hicimos colegas. Como te puedes imaginar, nosotros que éramos fans y que somos muy fans, estábamos como como adolescentes nerviosos cuando estábamos con él y luego ya la cosa se ha normalizado y es un buen colega y es una inspiración absoluta, la verdad. Y no sé, es un referente, una inspiración seguro y un buen amigo.

«Yo no voy a lanzarme a decir que hemos influenciado a Xoel porque me da vergüenza decirlo, pero bueno, si lo dices tú, pues podría ser».

A ver, lo que yo percibo es confluencia mutua, es decir, que en su música también hay algo de Club del Río. 

No lo sé, no lo sé, sería muy guapo, oye. Pero bueno, en el fondo, en la música ocurre eso. Escuchas a alguien que te gusta, un sonido que te mueve y no puedes evitar que se te meta dentro. Yo no voy a lanzarme a decir que hemos influenciado a Xoel porque me da vergüenza decirlo, pero bueno, si lo dices tú, pues podría ser. Es una cosa natural. Tampoco es una cosa como de «ah, mira, quién está por encima no se empapa de nadie». La música es en sí una influencia constante y da igual la posición que tengas dentro de la música.

Una de las cosas interesantes de este disco y también en los anteriores, tiene que ver con la propia configuración de la banda. Sois un montón de gente y jugáis con las voces principales. No hay un liderazgo, por así decirlo. Al llegar a «El miedo» lo que acabo de decir es una obviedad.

Totalmente. Es así porque de hecho se manifiesta con la música, como tú bien dices, con las voces, en las cuales no hay un una personalidad que lleva la voz cantante, porque casi siempre estamos cantando todos. Y luego también ocurre que tanto Juan como Álvaro, que son las dos personas que cantan conmigo, también suelen alimentar al Club del Río con alguna de sus composiciones.
En este caso «El miedo» es de Álvaro y la de «Diez lunulas» es de Juan. A nosotros ese rollo nos interesa muchísimo, la verdad, porque como te decía al principio, como nosotros somos un grupo de amigos, de compañeros de vida, nunca hemos querido que Club del Río entrara en esos juegos de ego, ni que entraran a competiciones en nuestro círculo. Siempre hemos evitado que hubiera un liderazgo claro. En las cosas organizativas de la banda hablamos entre todos y no hay nadie que mande sobre los demás. Y eso se nota luego en la música.

«Ya son muchos años juntos y meter alguien nuevo hubiera supuesto un desequilibrio en algunos lugares, entonces preferimos apañarnos con los que somos».

Me has dicho que se fue el bajo. ¿Ahora cuanto sois?

Cuando estaba el bajista, y estábamos todos, y podíamos ir todos, éramos siete. Ahora mismo somos seis porque en lugar de buscar un sustituto, Álvaro Ayuso que tocaba la guitarra y cantaba, ahora está tocando el bajo y canta. La guitarra nos la ha dejado a mí y a Pezzi, que toca la eléctrica. Pues eso ya es un cambio de por sí, porque nuestro bajista tenía un estilo de tocar, Álvaro tiene otro y además, que no está su guitarra, y también se nota ese espacio. Y luego, lo más importante, yo creo, fue la decisión de quitar la batería, porque la batería ocupa mucho espacio, es un instrumento de peso en una banda. Lo que hemos logrado es un sonido diferente que para estas canciones funciona perfectamente. Igual nos ponemos a ensayar canciones del pasado, de los primeros discos, y no funcionan igual de bien. Ya son muchos años juntos y meter alguien nuevo hubiera supuesto un desequilibrio en algunos lugares, entonces preferimos apañarnos con los que somos.

Que no sois pocos.

Que no somos pocos, efectivamente. Ya de por sí es un reto. A nivel organizativo, pues nos apañamos porque nos queremos mucho, pero luego a nivel de dinero, de que podamos hacer un oficio de esto y que podamos vivir de esto, pues es muy complicado.

Y erais pocos y parió la abuela. Lo de hablar de colaboraciones me lo he estado planteando porque igual se nos alarga la entrevista demasiado. Hay mucha tela ahí.

Yo si quieres, te lo digo escuetamente, pero aquí siempre hay colaboraciones. Con el Club lo de las colaboraciones es una realidad desde el principio. El grupo se engendró como una realidad colectiva entre muchas personas. Y una vez cerramos el grupo, siempre hemos querido abrir esta comunidad a otros artistas: gente que hemos ido conociendo y siempre que hemos tenido la oportunidad, la hemos aprovechado. En este último disco no hay una colaboración en las grabaciones, pero va a haber una serie de vídeos que estamos planeando de colaboraciones de estas canciones con personas y artistas que nos gustan.

Empieza la gira y supongo que estáis deseosos.

Pues estamos encantados.

No sé si habéis tenido oportunidad de hacer algún concierto con la gente sentadita…

Sí, sí, sí, sí, sí, sí. La gira o nuestra aventura de conciertos comenzó en febrero de este año, más o menos. Hicimos un pequeño parón en verano, aunque algún concierto tuvimos. Y ahora estamos en la gira otoñal hasta diciembre. Hemos tocado ya varias veces teatros. Y yo siempre digo lo mismo. La realidad es que nosotros, cuando estábamos haciendo estas canciones, ya pensábamos en que el sonido que estábamos haciendo era un sonido que queríamos presentar en teatros. Y de repente, apareció todo esto del Covid que nos puso en una situación, en ese sentido, adaptada a lo que queríamos. Nosotros queríamos esto, queríamos conciertos, no tan de movimiento colectivo, sino más introvertidos, de reflexión y de escucha atenta. Entonces, el disco se adapta muy bien al formato Covid. Si no hubiera habido Covid, lo hubiéramos hecho igual.

¿Y qué esperáis que suceda? Hacerte esta pregunta a ti es….

jajaja, es muy complicado, lo sé. Muy complicado, la verdad. Pues no sé. Yo ya me siento súper afortunado, la verdad. Me siento afortunado de poder subir a un escenario, de poder expresarnos y tener ese privilegio de la atención de la gente. Lo que querría es que el proyecto siga vivo y que vayamos añadiendo nuevo público y que cada vez lo escuche más gente y que vayamos enamorando a la gente con nuestra música.
Y lo que hablábamos al principio, que ayudemos a la gente. Si nuestra música puede servir para ayudar, ese es el fin último y poco más. Luego ya pues la fama y la repercusión, pues si llega, llega, pero no es nuestro objetivo principal, la verdad. Nosotros, seguiríamos haciendo música aunque no nos conociera nadie.

Sigue a Club del Río:

https://www.instagram.com/clubdelrio_/?hl=es

https://twitter.com/clubdelrio?lang=es

https://www.facebook.com/clubdelriomusica

Descargar ExPERPENTO 100 / Visualizar ExPERPENTO 100

Anterior Turgot: «Cosas que nadie nos puede quitar»
Siguiente «Fraternité, conte fantastique» en el Valle-Inclán